Love, Potterhead

11.Esta tarde me sentí rebelde. Y se siente muy bien.

Capítulo 11

Un aviso emocionante

Al fin se acercó el último día de la semana, y eso no hacía lejos los deberes.

Pues me cargaron un montón de tareas.

Unas de las tantas tareas, consistía en dos explosiones, en una con equipo que se incluyen, Cristina y Peyton. La cual ya terminamos y solo hace falta presentarla, y la otra exposición trata de ecuaciones de tercer grado, para matemáticas.

Ahora me encuentro busque y busque tutoriales y ejemplo de tipo ejercicios de las ecuaciones que explicara de una manera que pudiera entender para el lunes poder explicar.

Después siguieron tareas de inglés y literatura.  Tecnología de la educación, no la he comenzado y estás son para el lunes. Historia y  Ética, no he revisado en qué consiste.

Me tañé los ojos, pues tenía que ir a dormir para mi último día de clases de la semana, y lo que proseguí, disque, disfrutar los dos fines de semanas.

-Basta Emma, ya ve a descansar - me dije con frustración, a ni un tutorial le había entendido.

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-¡Dios santo! - Se quejó Karla, en el almuerzo, - cómo le haremos con tantos trabajo, a mí se me juntaron todos.

-Lo bueno que avancé con algo - dije por mi parte, dando una mordida sin ganas de mi sándwich con jamón y mayonesa.

-Solo pónganse las pilas, y todo saldrá bien - animó Leonor mientras prepara su café-mocca.

-Así es esta escuela - murmuró, Peyton.

-¿A qué te refieres, querida? - Le preguntó Naomi a Peyton.

-Bueno, es decir, aquí las clases son tremendas.

-¡Puf! Casi siempre - susurró al rodear sus ojos, Silvana mientras jugaba con sus galletas de chocolate.

- Pues que pesado - prosiguió Peyton quien daba una mordida a su burrito de carne.

Y al mismo tiempo todas dimos un bufo, excepto, Peyton.

Peyton y por mi parte ya nos dábamos la oportunidad de charlar, pero la duración no era mucho en nuestra conversaciones, como el resto de las chicas que platican con ella.

- Gustas? - me dijo de repente de mi lado, Peyton, quien me ofrecía unos dulces, su nombre skittles.

-No, muchas gracias - contesté amablemente.

-Okay - Y les ofreció a las demás, la cual ellas sí aceptaron.

Los skittles son mis dulces favoritos solo no acepté por pena, y apenas la estoy conociendo y quise ser cortes, creo.

-¡Buenos días, jóvenes! - Y por consiguiente, hubo un rechinido pesado por los alta voces de la cafetería. Se trata de la directora, Sprouse.

-¡Pero qué demonios! - Exclamó Alexander, detrás de nosotras que se encontraba en otra mesa con algunos de mis compañeros y compañeras de la clase.

-Me digo lo mismo - profirió Leonor, limpiándose sus oídos.

-Los quiero a todos en el auditorio. Hay algunas cuestiones de la cual debo de informarles. Docentes, preséntense con sus alumnos de clase. Sea puntual, después de su receso. Gracias.

-Otros de sus absurdos recursos - refunfuñó Naomi. - ¿No puede haber una mejor directora? Me cae gorda.

-De hecho - coincidieron, Karla y Silvana.