Love, Potterhead

5.Que, tengo un parecido a ella, a Luna Lovegood.

Capítulo 5

Los ojos bonitos

¿Alguna vez han sentido una corazonada? Yo sí.Me causó escalofríos.

-¡Hija!- habló mamá.

Mamá había llegado en la mañana del domingo; llegó contenta, salir a divertirse le cayó de gloria. He salido con "amigas" a una sola fiesta, di mi mayor intento, bailar, por ejemplo, pero me dejaron sola, no supe cómo divertirme. Me aburrí. Cuando mamá llegó por mí, me subí al auto enojada conmigo mismo. Puedo ser divertida, pero en aspectos que verdaderamente me agradan, no fiestas en donde los jóvenes beben y fuman, y las chicas coquetean a morir con los chicos.

-Pensé que te ibas a poner tu pijama - me dijo mi mamá, mientras me servía avena en un tazón y ponía galletas en el centro de la mesa en un plato.

-Hum, no, ahorita que cene - dije, mientras tomaba una silla y me sentaba en ella.

-Ya mañana es lunes.

-Uhum - di un sorbo de avena con la cuchara.

-Dicen que mañana va a llover mucho, ten cuidado.

-¿Por qué cuidado? Es solo lluvia.

-Eres mi hija, y llueva o caiga tormenta me preocupa que andes caminando de ida y venida de la escuela. Lo siento, soy madre. Aparte las calles son peligrosas. Hace dos semanas que llovió, en las noticias salió que una chica cayó aun acantilado, se la llevó el agua, a dos manzanas de donde venimos.

-Lo sé, entiendo. Pero me vengo con Cristina. Y tengo cuidado por donde camino- bueno, no del todo, pensé, observando directamente al centro de la mesa, dudando de mí.

-A eso no se le quita que no me preocupe, son mujeres. No sé si a la madre de Cristina le preocupe, pero tú a mi sí, tu eres primero para mí.

Cuando estamos solas, (que es casi siempre), no es lo mismo, que cuando esta Nora, mamá no duerme bien, es como si le faltara otra parte de ella, es por ello, que me dio alegría que saliera con sus amigas. Es mamá, siempre las mamás se van a preocupar de sus hijos, y lo comenzó a demostrar.

-¿Qué te ocurre? - Preguntó con ese tono maternal. No la culpo por preguntarme eso, se nota un poco en mi rostro, pues pasé una mala noche.

Mi diario.

-No, no me pasa nada. Solo que... ayer me la pasé viendo películas y no dormí bien.

Mentí.

-¿Segura? - Me enarcó una ceja.

-Muy segura - fingí una sonrisa, mordí una galleta.

-Mmm - No la convencí, pues dio un rugido insatisfecho.

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-¡EMMA! ¡EMMA!- Escuchaba mi nombre desde muy lejos, abrí mis ojos, pero miraba borroso, volteo a ver a mi reloj de mi mesita de noche, y en cuanto veo la hora ¡cielos!

-Ay no - sí, 6:30am, el fin del mundo.

-¡Emma!

Bajé rápido de la cama, me caí enredada en mis cobijas. -Auch - me quejé.

-¡Emma!- Entró mamá a mi habitación. - Es tarde, muy tarde, de hecho a mí también ya se me hizo tarde, ya me voy, arréglate, apresúrate, adiós.

Y se fue.

Entré corriendo como loca al baño a darme una ducha, lo hice en tres minutos, me arreglé en segundos, mi cabello estaba empapado, pero no importaba, no tenía tiempo de secarlo, tomé la mochila y salí corriendo.