Stay With Me ➽Kaylor

Nada es para siempre

[Narra Karlie]

Comprendiendo la situación en la que me encontraba, no esperaba que esto ocurriera tan pronto, en realidad no lo estaba esperando; incluso, solo pasaba por mi cabeza, pero como dicen por ahí, las cosas que más deseas, son las primeras en cumplirse, creo que esta es una de las razones para creer que lo que dicen, es más que cierto. Y amo con locura creerlo, lo estoy viviendo.

Durante esa madrugada, ocurrieron cosas en mi cuerpo, en mi mente, en mi piel; cosas diferentes, pero no lujuriosas, iba más haya de cualquier cosa carnal con Taylor. Me di cuenta que aunque me diga a mi misma que jamás podría enamorarme de alguien más, para solo el hecho de mantener a Taylor fuera de mi vida, lo veo imposible. Verla así, durmiendo entre mis brazos, sin desear nada más de ella, solo que me quisiera como lo esta haciendo ahora, son motivos más que suficientes para explicar que a lo mejor el destino no existe para nosotras, el destino se construye por mi misma, yo decido con quien estar, yo decido si quiero enamorarme, yo decido si quiero conocer a esa persona; el destino no existe para mi, yo sentencie mi destino y ese era que viviría el resto de mi vida con alguien que probablemente; pensé, que jamás me querría.

4 am, y aún sigo despierta relamiéndo mis labios, sintiendo como viene el recuerdo de aquel beso, es tan dulce y amargo a la vez, dulce porque nos amamos, o al menos yo sí, pero amargo, porque tal vez no sea lo suficiente para ella, no sé cuanto va a durar, espero que la eternidad, pero ahora pienso que tal vez el destino no depende solo de mi, depende de las demás personas, puedo tener claro lo que quiero, pero si alguien más quiere lo contrario, estaría interfiriendo en mi bello desenlace. El que hasta ahora era interrumpido por ella misma, ahora temo a que sea interrumpido por terceros, ¿Qué a caso nadie quiere que esto funcione? Sé que es locura, pero amar es totalmente cuerdo.

Recuerdo que me quedé dormida, sin haber dejado de pensar en todo, me quedé dormida cansada de pensar en el miedo que de a poco se estaba apoderando de mi.

Desperté por la mañana, cuando el movimiento de alguien más junto a mi se hizo presente, recordé entonces que estaba con mi sueño alocado, acompañando el lugar de la cama que siempre estuvo vacío y que ahora ella llenaba con su perfecta anatomía.

Abrí mis ojos sintiendo el ruido de Cara, ya estaba haciendo bulla en la cosina. Pero a pesar de todo el ruido, Taylor aún seguía durmiendo, me parecía que podría quedarme así, para siempre, mirando como dormía; me percate de todo, con más precisión, con más detalle; sus mechones de cabello que caían delicadamente sobre sus ojos, me percaté de sus pestañas claras, perfectamente curvadas, su piel... Dios su piel, ya podía tocarla sin que fuera algo extraño para ella, tocar más que sus manos, podía acariciarla y que eso ya dejara de ser ilegal.

Siento de pronto tres golpes leves en la puerta del dormitorio, me volteo y Cara viene entrando con su bikini puesto.

- El día esta hermoso Kloss, yo iré a darme un chapuzón al río...- Cara se acerca y se sienta en el borde de la cama mientras que yo trato de espabilar de lo que estaba ocurriendo. Me refriego los ojos y puedo darme cuenta que Cara me levanta las cejas divertida.

- ¿Qué?- le digo con una evidente sonrisa de oreja a oreja. Y es más que obvio que le diría a mi mejor amiga todo lo que había pasado en la noche.

- ¿Cómo que... qué? ¿No me dirás que pasó?- Cara intenta susurrar entre toda esa risa que esta a punto de escaparse de entre sus dientes. Yo volteo mi rostro y me doy cuenta que Taylor aún sigue durmiendo, miro otra vez a Cara con mi gesto de estar embriagada de amor y le sonrió sin decir nada aún.- Que pesada eres, me tuviste casi toda la noche pensando en que pudieron estar haciendo cosillas aquí...-

- Me beso. - le dije de repente. - fue perfecto, fue hermoso. Fue, no sé, el mejor de todos. -

Cara no dijo nada, por un momento su expresión se torno seria para luego expresarme una sonrisa exagerada, se lleva las manos a la boca y fingiendo un grito en el silencio. Yo le hago el gesto de que vaya a gritar afuera, esta me asiente y se dirije fuera de la habitación. Suspiro finalmente para luego levantarme de la cama y salir con cuidado del dormitorio.