Capítulo 22

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*Últimos capítulos de la primera temporada* (1/3)

Al verlo ahí sentado, en mi sofá, después de tantos años, una mezcla de añoranza y rabia se adentró en mi cuerpo. Dudaba cuál era ese sentimiento, pero estaba segura de que felicidad no. ¿Cómo iba a estar feliz de ver a alguien, cuando años atrás fui feliz por verlo marchar? Estaba siendo un poco egoísta, lo sé, pero era imposible no serlo.

Mi corazón latía muy rápido, tanto que lo notaba sonar en mi cabeza. "¿Y si ha cambiado, después de todos estos años?" me dijo una vocecita interior. "¿Él? ¿Cambiar? Para bien estoy segura de que no" pensé, como si le estuviera contestando a alguien, seguramente inexistente.

Pestañeé y respiré hondo un par de veces. Me costaba razonar y saber que decir. Por primera vez lo miré a la cara. Me dio rabia ver que tenía una sonrisa que reflejaba satisfacción. Al contrario que yo, coraje, enojo y rabia, mucha rabia.

-Hola sobrinita, ¿no te alegras de verme?-habló por primera vez, con ese genio que me ponía de los nervios. Hablaba como si no hubiese pasado nada.

-No te dignes a llamarme así.-vociferé con la furia en mis venas.

Esa persona, que un día fue mi "tío" era el causante de muchos problemas en mi família, en mi vida. Él arqueó una de sus gruesas cejas y soltó una risita de superioridad.

-Un "te echaba de menos" nunca está de más.-parloteó con su odiosa voz, al menos para mí.

Cogí aire y bufé sonoramente. Fue entonces cuando me di cuenta de que, la bolsa de comida que había comprado minutos atrás, llacía esparcida por el suelo.

Podía asegurar que estaba más apacible, pero el único motivo era que estaba cansada. Los últimos días no dormía apenas.

Me agaché y recogí la bolsa de comida. Miré a mi alrededor, en el suelo habían un par de manzanas y un par de naranjas. Aquella persona cual su nombre no quiero recordar, se levantó y cogió una de las manzanas, que estaba cerca suyo. Después, dio dos pasos hacia mi y extendió la mano.

-No me toques-dije, borde. Muy borde.

Hizo una mueca, pareció hacerle gracia, cosa que no esperaba, y eso me enfadó más de lo que ya estaba. Dejó la manzana en el suelo y la cogí, no me faltó propinarle una mirada orgullosa. Me levanté y me fui a la cocina. Pero luego me arrepentí al haberlo dejado solo. Él era capaz de hacer cualquier cosa, no importaba el riesgo. Por lo tanto volví al comedor rápidamente.

-¿Para que es todo esto?-preguntó mirando a su alrededor. Hice lo mismo. Sólo estaba la mesa preparada así que no entendí a lo que se refería con "todo esto".

-¿Acaso te importa?-dije a lo que él se encongió de hombros. Supiré.-¿Que haces aquí?-le pregunté cruzada de brazos y con el mismo tono con el que le había hablado hasta ahora- Vete, no eres bien recibido en esta casa ¿sabes?

-Tranquila, doña intento ser borde pero solo consigo hacer reír, no voy a tardar mucho en irme, pero tu te vienes conmigo.

"Tu te vienes conmigo". Esa frase, esa frase me causó gracia. Para nada tristeza ¿porque? Si quería que me fuese con él lo llevaba claro. Solté una carcajada cargada de ironía acompañada de unos casi inaudibles "Claro, claro".

-¿Estas de broma, no?- dije entre risas-Aunque fueses la única persona en el mundo preferiría estar sola que contigo.

Lo miré y al ver que no había movido ni un músculo de la cara, la risa se me empezó a apagar y empecé a tomarlo enserio. Ahora tenía miedo. No quería irme con él, mi vida correría peligro y no, no estaba exagerando.

Me robaste el corazón (Justin Bieber) Primera y Segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora