La incertidumbre no me dejaba dormir, estaba tan ansiosa que ahora mismo no quería ni lidiar con los regaños del ángel. No le había dicho pero poco después de que se fuera de mi habitación en el suelo, justo donde esa cosa espeluznante apareció, había un cilindro tirado.
No media más allá de 12 centímetros, era pesado y de un material similar al oro blanco. En el estaban tallados diferentes adornos abstractos que apenas se podían apreciar.
Lo sujete y lo guarde en mi bolsillo.
Algo me decía que la presencia de esa cosa no era en vano. Algo quería y muy dentro de mi necesitaba saber por qué.
Pasaron cinco noches y el cilindro hacia un ruido sutil, una fugaz melodía de tintineo que lo iluminaba de forma tenue pareciendo cristal celeste.
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Justo por el mediodía nuevamente comenzó a sonar, para mí suerte era mi descanso de las reuniones. Mi trabajo era remoto, así que no tenía mayor preocupación.
Agarre el cilindro y comencé a examinarlo. Por alguna extraña razón recordé a Aaron, tenía mucho que no lo veía y probablemente el sabría que significaría esto.
Pero con Hazael rondando era obvio que no se acercaría.
Suspire y me deje caer en mi escritorio, estaba harta de tener que abarcar tantas cosas. El hecho de ser alguien tan especial para esta gente no me desobligaba de trabajar.
Si la vida fuera más fácil.
Otra vez el tintineo me llamó. Lo mire con más cuidado y había un relieve que destacaba más que el resto. Al pulsar una luz celeste suave salió del objeto, no sabía que tenía que hacer con el pero justo donde el rayo golpeaba, una imagen era distinta a todo lo que había en el lugar.
- ¡No puede ser! - Estaba incrédula y emocionada. Cuando finalmente me di cuenta de lo que era me sentía como en esa película del hechicero que abría portales.
Solo que yo no poseía ese don, era esa cosa que aquel demonio dejo.
Quizá debí pensar más detenidamente lo que hacía pero el simple hecho de poder moverme de un lado a otro sin tener que pagar absolutamente me parecía increíble.
Hice un círculo con la luz justo en mi pared. Pensé en el lugar deseando en que quizá y solo quizá si sería lo que creía.
Vaya suerte que tuve, estaba en un parque muy lindo al que fui cuando viajaba con mi madre. Lleno de árboles de Glicina, de ellos caían pétalos colgantes lilas y el aroma era exquisito.
Ese lugar parecía etéreo. Si pudiera tener un deseo sería encontrar la paz eterna justo en ese lugar.
No sabía si realmente podía estar ahí, que otros me vieran o al igual que en mis déjà vus, era omnipresente.
Pensé en Aaron y luego en Hoodie. Me preguntaba que era lo que estaría haciendo, quizá podría descubrir como es que consiguió esas armas bendecidas, quizá él sabría algo de esto.
No era una fuente confiable pero sin duda era más astuto que sus exs-compañeros. Algo debía saber.
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Nuevamente hice otro espejo, ahora justo donde sea que estuviese el asesino. Pero quería dominar lo que hacía, no quería alertar de mi especteada pues debía averiguar que tan conveniente era el escenario en donde él estuviese para siquiera considerar abordarlo.

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𝑳𝒐𝒔𝒕 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔
FanfictionQuizá nunca fui lo que deseabas que fuera. Pero todo acabará de la misma forma, nosotros te encontraremos. Estés donde estés, a dónde sea que vayas, buenos o malos irán tras de ti. Eres la clave, la última pieza que marcará un antes y un después en...