Capitulo 20

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Tenía el cuerpo adormecido, no había conciliado el sueño y había pasado malas noches desde la visita de esa cosa. Me atormentaba el hecho de que viniera por mi.

Hazael por su lado seguía sin entrar mucho en contacto conmigo. Su trato caballeroso había cambiado y ahora se le veía más enfocado.

Extrañamente tenía una conexión psíquica involuntaria cuando daba sus rondines y podía ver fugaces imágenes de él y su vida.

Sabía, que al igual que el 80% que conocía, tenía dobles intensiones. No tan malas pero tampoco tan buenas, él solo quería volver al goce y descanso que el paraíso podría darle.

Lo enviaron por mi, para guiarme y cuidarme.

En todo caso, ser un alianza y un arma para los suyos. Pero era clara su frustración, los planes no le estaban rindiendo frutos y tampoco tenía mucho interés en formar un vínculo más fuerte entre nosotros.

Cerca de las cabañas había un aviario enorme junto a un vivero precioso de puro cristal. Eran como 10 minutos caminando de mi cabaña al lugar.

Necesitaba un escape y este era el mejor oportunidad.

Todo estaba tan apacible, la sensación de inquietud no se iba, pero el lugar me daba un fuerte confort y seguridad que preferí ignorarlo.

Pero nuevamente un estado de alerta recorrió como un rayo por toda mi columna. Cuando busque a los alrededores con la vista rezaba por no encontrar nada o que Hazael llegara, pero en cambio vi al de capucha amarilla entre los árboles lejanos donde pasaban las aves.

Miraba fijo mi dirección y está bien, entendía que quería seguir ese rol friki, pero no me daba la misma vibra de siempre.

Fue entonces cuando enfoque más mi vista pese a la significativa distancia que había entre ambos. Había un traqueteo en su cuerpo, movimientos como espasmos involuntarios que hacían mover su cabeza y brazos, no era normal.

Huye.

El miedo me invadió, podía sentir las piernas paralizadas, el frío del sudor recorrer mi frente.

— ¡Hey! ¿Estás bien? — Tome el valor suficiente para llamar por él. Pero no obtuve respuesta.

Entonces se desplomó cayendo como un muñeco viejo contra el pasto.

¿Debía acercarme?

— ¡Hazael, ven rápido! — Podía sentirlo no muy lejos de mi y se aproximaba pero no sabría si eso sería suficiente.

Tome la poca valentía sabiendo que él ya venía y fui a cerciorarme que estuviera bien.

Ya cerca de él levante la manga de su sudadera y moví su cabeza para tomar el pulso de su muñeca y cuello. Me quedé helada, no había.

Mierda, mierda. ¿Que carajos le pasó?

Cuando por fin escuché la caída estridente detrás de mio de Hazael sus pisadas eran crudas, rápidas y estrepitosas.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien? — Me dijo incandose a mi lado viendo el cuerpo tendido de hoodie a quien ahora mismo le estaba haciendo RCP.

𝑳𝒐𝒔𝒕 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora