Capitulo 6

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"Confianza".

Estaba terminando de limpiar mi casa, la música resonaba por todo mi hogar y los aromas de la comida me alegraban la tarde.

Toby había sido un rayito de felicidad para mi vida. De alguna forma me había sacado de la rutina, tener sus visitas me hacía feliz.

Revisé mi mini-refrigerador y ya no tenía más licor, lo más esencial para la tremenda resaca que nos pondríamos. Así que necesitaba salir a comprar.

Cuando llegue al super y cruzaba por el estacionamiento vi al fondo, justo detrás de los contenedores del lugar había un hombre, supongo que un vagabundo. Que miraba fijamente la esquina de las paredes.

Se mecía levemente en su lugar; llevaba una sudadera azul marino y la capucha semi puesta, su cara ni siquiera era visible, estaba dando la espalda.

Bueno, supongo que solo era un drogadicto o algo así.

Me metí al super y comencé a comprar. Cheque la hora, ya era tarde, las 6:40 y quedé con Toby a las 7:00.

Apresure mi marcha pero al cruzar rápidamente uno de los pasillos juro a ver visto al hombre de afuera, parado al medio. No lo negaré, me asusté y preferí no volver.

Pague lo que necesite, tome las bolsas en mis manos y me fui en camino a mi casa.

Mi celular vibro iluminando la pantalla, me detuve para echarle un vistazo.

—Voy a llegar un poquito más tarde, hay bastante tráfico. —

—Esta bien, yo también vengo atrasada. Fui a comprar al super. —

Guarde mi celular y seguí caminando, no estaba tan lejos de casa. Pero los escalofríos ante el chirrido metálico de algo siendo arrastrado hizo que todo mi cuerpo se contrajera ante la sensación horrible de angustia y miedo.

Apresure mi pasó pero entre más avanzaba más escuchaba la respiración exacerbada detrás mío, un jadeo similar a alguien siendo ahogado.

Trataba de mirar por el rabillo del ojo y no pude visualizar nada, solo ese sonido que se acercaba más y más.

Una fuerza brutal fue ejercida sobre su cuerpo haciendo que se detuviera en seco pues un dolor punzante comenzaba a crecer en un costado de sus costillas.

Una mujer... Jadeó la voz desconocida, jalando aire entre sonidos siseantes. — No debería de estar deambulando a estas horas de la noche... Podrían ocurrirle cosas horribles.—

La voz era profunda y rasposa.

La chica no dio respuesta alguna, pero se armó de valor para voltear a como pudo.

Nada.

No había nadie detrás suyo pero ahora el dolor desgarrador fue a su hombro obligado a su cuerpo a doblarse y apoyar sus palmas en las rodillas curvando la espalda.

— ¿Q-Que mierda? — Algo la sujetó bruscamente de las muñecas torciendo a su vez sus dedos sacándole un alarido de dolor. No podía verlo, no sabía ni a qué golpear.

Otra punzada ardiente en el costado de su abdomen. Pequeñas lágrimas se alojaron en sus ojos.

Pensaba que quizá así moriría y no podía ni defenderse porque no podía ver lo que le causaba tanto dolor.

— ¡Maldito hijo de perr-! — La impotencia la dominaba y su atacante carcajeaba. La baba escurría de sus comisuras y el sudor frío caía como piedras perpetuando al piso.

— Tranquila, sólo es una pequeña parte de lo que te haremos después. — Ahora el dolor paso por su pómulo derecho en un decantó carmesí de su sangre pero no tardó en ser retirada por una lengua viscosa que retiro todo atisbo de ésta.

Finalmente sus ojos conectaron con él. Sus cuencas oscuras, vacías, que escurrían una brea negra de ellas.

¿¡Que carajos es eso?!

Tan deliciosa, tal y como me imaginaba. — Era una máscara o quizá su piel. Pero era azul marino tal y como su sudadera.

Apestaba a muerto, hacía que su estómago se revolviera y al parpadear ya no estaba.

Ella solo se enderezó torpemente con un sangrado crónico en su abdomen y pómulo, así que no quedo de otra más que intentar detener el sangrado. Pequeñas lagunas de recuerdos aunaban su cabeza, como si la situación ya la hubiese vivido antes.

La sangre se escapaba de entre sus dedos que con torpeza teclean su celular tratando de controlar la desesperación y llamar por ayuda.

"Rogers". Pensó en él, ya estaba cerca de su casa y por ende, cerca del super.

La marcación sonó y la llamada entro.

"¿Shara? Hola, oye, ya casi llego."—

—Toby...— Tosió sangre y trago saliva. — Necesito que vengas por mi, ya te envié la ubicación. — Más quejidos salían de si. — Estoy perdiendo mucha sangre, yo...—

Con las piernas flanqueo hasta llegar a la pared sujetando el celular donde escuchaba la voz de su amigo a quien ya no podía entender ante el pánico y la inminente de un desmayo. Se desplomó dejando caer su cuerpo al piso, entre pitidos veía luces a su alrededor.

Gente aglomerada, llamando por ayuda. Multitud que era repartida por aquel hombre que se abría paso entre las personas para llegar a ella.



00:24 a.m

Un estruendo la hizo abrir los ojos de golpe.

Era el timbre que sonaba sin para. Analizo rápidamente sus alrededores y no encontró nada fuera de lo usual.
Reviso en busca de respuestas en  su propio cuerpo pero... Misteriosamente no tenía ni un solo rasguño.

¿Qué?

Sacudió su cabeza y con el ceño fruncido por la extrañeza se dirigió a la entrada de su casa.

¿Fue acaso un sueño? Sin duda estaba asustada, nunca había sentido algo tan real.

Se asomo por el mirador de la puerta pero no alcanzaba ver nada, había algo que lo tapaba.

—¿Quién? — Nadie contesto... El pánico nuevamente la inundo. O eso creía hasta que oyó de nuevo aquella respiración congestionada la hizo retroceder.

"¿Como había entrado?"

Era imposible entrar sin ser visto.

— ¿No quieres hablar con tu viejo amigo?— De nuevo esa risa rasposa y estúpida le hizo fruncir el entrecejo molesta.

A como pudo fue hasta la cocina y tomo una navaja de mariposa que uno de sus amigos le había regalado. Se acercó nuevamente a la puerta con cautela.

La perilla de la puerta comenzó a moverse de forma brusca hasta que el pestillo se botó.

No me quedo de otra más que esconderme y esperar lo peor.

(...)

By:SweetSmileBlood

𝑳𝒐𝒔𝒕 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora