¿Era esto de lo que hablaban?
Era sumamente liberador. Como si todo el peso sobre mis hombros desapareciera.
Me sentía liviana pero de entre todas estas emociones, lo que más sentía era irá. Una llamarada ferviente que crecía desde mis entrañas y bombeaba desde el corazón hasta los dedos.
Al unirme con esta nueva entidad podía sentir y oír lejanos susurros dentro mi subconsciente, se anidaban, me hablaban y suplicaban.
Sentía que todo lo que estaba haciendo y lo que pasaba en ese momento era una ilusión. Me desconectaba de mi misma, y por alguna extraña razón; aunque sentía que nuevas piezas se unian a mi, otra parte de mi también percibía la ausencia de algo más.
—Vuelve.—
¿Volver?
Es verdad, estaba luchando por mi propia justicia. Enjuiciando a daños y muerte por el dolor que soporte, era finalmente mi venganza pero se me estaba yendo la cabeza entre mi yo interno y el que batallaba en la realidad.
Finalmente, después de tantos golpes y desgarres unos tentáculos se escabullian entre la batalla. Me sujetaban de brazos y piernas creyendo ingenuamente que eso aún le iba a funcionar.
Solo bastaba el sutil tacto de los tentáculos y mi piel para que sus extremidades quemaran, se disolvian como ácido dejandome libre el paso.
No podía evitarlo, una sonrisa de pura arrogancia se apoderó de mi.
Sus rostros eran el más puro deleite. Ahora yo no era la oveja, yo no estaba encerrada con ellos.
Ellos estaban encerrados conmigo.
La piel de mis brazos comenzaba a pintarse de un negro particular, llegaba a dos dedos arriba de mis codos y claros escritos sumian mi piel adheridos como cicatrices desde la muñeca a lo largo de mis extremidades.
No entendía qué decían, brillaban con intensidad.
Admiraba estás nuevas características de mi. Me tomé el tiempo de rozar la yema de mis dedos por esos escritos, desprendían ceniza calcina.
— Si estamos peleando, no quites tu atención. — Mi mejilla fue impactada, sentía caliente pero no me dolía. — ¿Qué no te enseñaron modales, mugrosa? —
No pude evitar reírme un poco.
— ¿De verdad me estás pidiendo que te demuestre respeto? — Lo mire con ironía. — No me hagas reír.—
Un movimiento rápido me basto para abalanzarme con un golpe furtivo atravesando el abdomen del pálido asesino. Yo sabía que eso no lo mataría, era consciente de que ninguno de ellos moriría con facilidad.
— Azhakaris.—
Los jeroglíficos tatuados en mi piel brillaron con intensidad. Él sujetó mi brazo con fuerza, clavando sus uñas en mi carne, estaba desconcertado.
El calor comenzó a crecer y grietas, similares a venas, se expandian a lo ancho de la herida. De pronto, la piel pálida del hombre comenzó a desprenderse, achicharrandose y abriendo más el hoyo.

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𝑳𝒐𝒔𝒕 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒆𝒔
FanfictionQuizá nunca fui lo que deseabas que fuera. Pero todo acabará de la misma forma, nosotros te encontraremos. Estés donde estés, a dónde sea que vayas, buenos o malos irán tras de ti. Eres la clave, la última pieza que marcará un antes y un después en...