Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORES

Vampiros En el Diario

Al día siguiente, al despertarse alrededor de las ocho de la mañana, Abraham se sentía bien, feliz, alegre, con ganas de afrontar cualquier cosa, porque estaba perfectamente de ánimos. Para sorpresa de todos, Abraham se levantó antes de que su madre lo llamara, y le dio mucha vergüenza que su madre lo hubiera dejado dormir hasta tarde, de seguro creyendo que sus problemas de depresión seguirían en pleno. Sabedor de que la piedad de Susana no duraría mucho, Abraham se levantó de la cama y comenzó a vestirse.

Se vistió con unos pantalones deportivos negros, una camiseta de algodón verde, con dos botones en el cuello, y zapatillas blancas con apliques de adorno azules. Justo en el momento que el joven escogía para salir, su madre estaba allí de pie, con el puño listo para golpear la puerta de su habitación. Se notaba en su cara que ya tenía las palabras: "Abraham, arriba que ya es tarde", Listas en su garganta. por eso, la mujer se sorprendió de una forma muy exagerada al verlo despierto a esa hora, y sonrió dulce, pero tiernamente, aunque tenía en los ojos un atisbo de sorpresa.

-Buenos días, cariño, ¿te caíste de la cama? –Preguntó Susana, mitad alegre y mitad sorprendida.

-Jajaja, sí, me he caído de la cama, madre. –Respondió Abraham después de darle un beso en la mejilla.

-¿Cómo has amanecido hoy? -preguntó Sumadre analizando la apariencia de su hijo menor.

-Muy bien, mamá, ¿y tú? –Respondió Abraham, mientras caminaba con ella hacia la cocina.

-Muy bien, cariño. –Dijo Susana, con una sonrisa, mientras se acercaban a la cocina. - Toma, desayuna. -continuó mientras le ponía en frente un tazón de cereales con leche.

-Hola, Hermanito. -dijo Tony, golpeando suavemente la espalda de Abraham.

-¿Cómo estás, bro? -Dijo Abraham, cargando su cuchara con cereales, y llevándosela a la boca.

-¡Oh, por dios! –Dijo Antonio, bajando superiodico.

-¿Que sucede? -Preguntó Susana, en tono preocupado.

-Otro ataque de vampiros. –Sentenció Antonio Mateo, señalando un artículo de la página principal del periódico.

Vampiros En Madrid

Se han registrado dos nuevos ataques de vampiros en Madrid. Una joven, de unos dieciocho años de edad, fue encontrada en su cama por sus padres. La joven estaba muerta, completamente falta de sangre y con marcas de dientes en sus muñecas. La policía tiene la sospecha de que ha sido el famoso vampiro: Saimon Drabculea.

También, con sumo pesar, este periódico tiene la ocasión de notificar a la comunidad del fallecimiento del jefe de la comunidad Anti-vampiros, el joven Lucas Marino, de veintidós años de edad, el cual tuvo lugar la noche del sábado, durante una conferencia que el aguerrido joven estaba dando. La policía tiene más de ciento cincuenta testigos, los cuales aseguran que el jefe de los vampiros, el ya mencionado Saimon Drabculea, descendió como una flecha sobre el joven, y, de una dentellada limpia y certera, le abrió la garganta al muchacho, quien se desangró en menos de un minuto.

Se recuerda a la comunidad, que el pedido de captura para el ya mencionado, tiene como recompensa 10.000 euros. La policía federal lo está buscando por toda España. Se recomienda a las personas prudencia, y no salir de su casa durante la noche y hasta el amanecer, ya que este espécimen, quien aún anda suelto, y no tiene ninguna piedad por nadie. Las ya conocidas líneas de comunicación de emergencia, para ayuda ante ataques de vampiros, están disponibles las veinticuatro horas del día, y son gratuitas.

En la página también salía una foto del maldito vampiro, y dos fotografías de las dos víctimas, en las que se los veía felices, sonriendo y llenos de vida.