Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORES

Conociendo A Nicolas

Era ya de noche, Tony y mis padres habian ido a ver a un tal Nicolas que supuestamente habia ayudado a Tony cuando Saimon me transformó, habían ido cerca de las dos de la tarde y vuelto tres horas despues diciendo que Nicolas seria mi mentor de desarrollo y que iba a aprovechar paara estudiar mi progreso y mis camboios, yo no estaba muy convencido de eso pero sabía que no iba a ganar nada discutiendo asi que me dispuse a ser el conejillo de indias de un humano desconocido. Segun entendi, Nicolas es un medico que, por extrañas y desconocidas razones sabe mucho de los vampiros.

-Esto me huele mal-le dije a mi madre mientras me ponia la chaqueta antes de salir.

-No te preocupes-dijo mi madre segura de lo que decia.

-Nicolas es guay-dijo Tony pasando por mi lado y llendo hasta la puerta.

-Pero ¿cómo es que ese tipo sabe de vampiros? -pregunte desconfiado.

-Eso es lo que todos queremos saber-Dijo mi padre acercandose a mi.

-Vamonos ya-dijo mi madre-No queremos que Nicolás se muera de la anciedad por revisarte-continuó riendo.

-¿Como que revisarme? -pregunté alarnado.

-Nicolas quiere saber si tienes la genetica de Saimon, quiza asi descubra su punto debil-Dijo Tony una ves que estuvimos en el auto.

-Ah claro y me cuentan a mi como conejillo de indias ¿no? -dije haciendome el ofendido.

-Claro-dijo mi madre desde el asiento delantero.

-Ah vale-dije sonriendo.

-Pasaron unos minutos de silencio y luego Tony comenzó a aburrirse y a golpear mi hombro daba pequeños pero punsantes golpesitos con la punta de su dedo indice.

-Tony, para-le dije calmado. En lo ignoró y siguió.

-Tony basta-le dije ya algo cansado. Tony no paró

-Tony, te lo advierto, si no paras te las verás conmigo-Le dije ya enfaado.

-Basta, calmaros los dos- dijobmi madre desde el asiento delantero.

-Vale ma-dijimos Tony y yo desde el asiento trasero.

Una ves qie Papá se detuvo, mire por la ventana. Estab frente a una faarmacia gigantesta con un cartel gris con letras verdes que decia P.C.A.

Cuando entramos, un hombre palodo y rubio nos atendió gentilmente.
Tony iba al fremte, luego iban mis padres y detras de ellos iba yo.

-Hey, Tony has vuelto-dijo el hombre rubio aonriendole ampliamente a Tony.

-Ya esta aqui, Nicolas-dijo Tony señalando a mis padres que se hicieron a un lado dejando paso para que lps ojoa del rubio se posaran en mi.

-Cielo santo-dijo el rubio que al parecer era el famoso Nicolás.

-Hola-dije algo nervioso.

-Eres tú-dijo Nicolás acercamdose con pase lento y vacilante-Vengan pasen-continuó señalando una puerta detras del mostrador.

Nos condijo por esta y llegamos a una cocica con una mesa y variaa sillas, se ve que Nicolás vivia con su familia.

-Pasen, ponganse comodos-dijo Nicolas señalando las sillas. Me señalo la silla de la punta y se sentó junto a mi para comensar a examinarme.

Tony estama sentado a mi lado, trente a Nicolás, y mi padre estaba a su lado y mi madre junto a nicolas. Este tomo mi brazo y lo apretó con fuerza.

-¿Te duele? -me preguntó

Yo solo me limité a negar con la cabeza. El se paró y colocó su mano en mi feente.

-Estas tibio aun-dijo critiamente.

Puso su mano en mi hombro y dijo.

-¿Puedes respirar? -.

-No lo he intentado-dije, curiosamente recien notaba que no necesitaba el oxigeno para respirar.

-Intentalo-Me dijo palmeando mi hombro.

Yo hinale y sentí como ai me sobrara el aire en los pulmones.

-¿Y? ¿Que tal? -me preguntó.

-No es tan satisfactorio como antes- dije extrañado.

-Pero ¿Te duele? -pregunto Nicolás.

-Nop-le contesté yo

Mis padres miraban todo con extraña satisfacción y Tony se dedicaba a examinar las marcas de mis muñecas.

-¿Podrias abrir la boca? -me dijo sacando una pequeña linternita. Yo abri la boca-No vallas a morderme-dijo con una aonrisa acercando la linterna a mi boca.

-No me des ideas-le dije yo sonriendo.

-Permiso-Dijo y metió su dedo en mi boca para tocar mis dientes.

-Esta ceca-le dijr gon dificultad ya que tenia sus dedos en mi boca.

-¡No hables con la boca llena, Abraham!- exclamó mi hermano dejando por fin mi muñeca tranquila.

-Ya, dejame ver esas marcas- dijo Nicolás señalando mi muñeca.

-Vale-le dije extendiéndole mi mano.

-¿Has probado ya tus saltos?- Me preguntó Nicolas.

-Hasta la ventana de mi cuarto-Le dije. Con tono inocente.

-¿Fue bien la cosa? -me preguntó.

-Si, bastante bien-le dije yo.

-Nadie le oyó-dijo mi madre.

-Waw. Eres sigiloso como el-dijo Nicolás pensativo.

-Pauede ser-Le dije yo .

Saimon se pasó al menos una hora rebiaamdome. Estaba a puto de amanecer cuando nicolas terminó de anotar unas cosas en una libreta que luego guardó en un cofre como si fuera un tesoro invaluable.

-Bueno. Vengan mañana asi comensamos el entrenamiento ¿Vale? -dijo Nicolas.

-Vale-dijimos todos.

Despues de despedirnos de Nicolás nos dirigimos al auto.