Pronto

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Abraham estaba en el patio trasero de la casa. Miraba al cielo mientras pensaba en el tiempo, cuando de repente un ruido semejante al de coches a la carrera llegó a sus oídos. Hacían ya casi tres días que los estaban esperando. Tony y Luci habían llegado hacía ya dos días y ellos decían que en pocos días llegaría la ayuda que tanto estaban esperando y que tanto necesitaban.

Se asomó a la carretera que era perfectamente visible desde la terraza y, efectivamente, venían todos a la carrera, eran al menos cinco autos por delante, en dirección a la casa, y por detrás de ellos se acercaban dos autos más. Abraham estaba eufórico y preocupado. Se preocupada por su familia, por su madre, por su padre, por su hermano. Sabía que en caso de ser necesario Nicolás, Aroh, Alice y Luci lo ayudarían, pero aun así no estaba conforme. Aun no se sentía seguro ya que serían al menos 27 vampiros sedientos con tres indefensos humanos... no es algo que favoreciera la situación.

Abraham contempló como los autos se acercaban en hilera hacia la casa. Pudo distinguir un Ford Azul, Un Mercedes Blanco y una Ferrari Roja. Soltó una carcajada al pensar en lo que dirían los vecinos al ver tantos autos parados en frente de la casa ya que, obviamente, no entrarían todos en el garaje. El aire le agitó el cabello cuando Alice apareció a su lado con cara de pocos amigos.

-¿Que sucede? -Preguntó Abraham.

-No sé dónde vamos a meter tantos autos. Supongo que tendremos que esperar a bien entrada la noche y traerlos hasta aquí-Dijo Alice. Abraham se quedó mirando a la nada aun entender.

-¿Y cómo haremos para traerlos? - Dijo Abraham

-Pues tu solo podrías alzar la Ferrari-Le respondió Alice con una sonrisa.

-Ah.... Claro-Dijo Abraham que recién en ese momento había recordado que si fuerza era sobrehumana.

-¡Eh! -Dijo la grave vos de Nicolás que venía subiendo las escaleras.- ¿Qué estáis haciendo? -Preguntó mientras abrazaba a Alice distraídamente por la cintura.

-¿Has visto ya eso? -Dijo Alice señalando la carretera-Nuestros amigos son buenos-Agregó.

-Justamente-Dijo Nicolás-Vine a buscaros para ir a recibirlos. No me gustaría que Susana y Antonino se la vieran con Devan y Lysena-Agregó con una risita espasmódica.

-Es cierto-Dijo Alice sonriendo.

-¿Quiénes son esos? -Dijo Abraham mientras bajaban la escalera de caracol que llevaba a la parte inferior de la casa.

-Cazadores de humanos-Dijo Nicolás en tono Lúgubre.

Llegaron a la sala junta en el momento en que un coche se estacionó justo en frente de la casa. Cuando el timbre sonó Nicolás abrió la puerta para dejar ver a una hermosa pelirroja: La mujer vestía un vestido azul marino suelto, y tacones altos a juego. La pelirroja miraba la casa con unos enormes ojos amarillo bastante brillante.

-¡Nicolás! -Dijo la mujer alegremente mientras estrechaba a Nicolás en un abrazo muy afectuoso.

-¡Hola, Gaill!-Dijo Nicolás correspondiendo al abrazo.

Detrás de la mujer entró un hombre alto y delgado, de hombros anchos. Vestía totalmente de cuero negro y unos lentes de sol que le cubrían los ojos que eran del mismo color de los de su mujer. Llevaba el cabello, que era negro como el azabache, rizado y despeinado. Y una barba candado también negra.

-Hola Nic-Dijo el hombre sonriendo.

-Hola, Garrett-Dijo Nicolás abrazando al hombre.

Abraham miraba a la mujer quien, después de abrazar a Alice de forma muy afectuosa, se había girado y lo contemplaba fijamente con curiosidad.

Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora