Yo Soy Un Vampiro CORRIGIENDO ERRORES

Sed De Sangre

Amanecía; la vida se despertaba. Pero en la casa de Abraham, solo dos personas dormían: Susana y Antonio. Ellos eran los únicos que necesitaban descansar. Mientras tanto: Alice, Nicolás, Aroh y Abraham permanecían inmóviles como estatuas, mirando a la nada y, desde hacía cuatro noches a oscuras. Habían decidido permanecer así por las noches: como estatuas en la oscuridad ya que, últimamente, todos los vecinos de la zona hablaban de "La casa de los Mateo"

-Hay luces y movimientos constantes ¡Hasta durante la noche! - le había dicho una vecina a un grupo de amiga cuando Alice pasaba cerca de ellas después de visitar a Jane, envuelta en un chal de satén negro para protegerse del sol.

-El otro día vi a los chicos saltar del tejado y caer de pie sin un solo rasguño- Agregó otra de las mujeres.

-Yo nunca he visto que el medico fuese a trabajar-Dijo la que había hablado antes.

-Y el otro día el hijo más grande de los Mateo salió con la rubia y aun no han vuelto-Agregó otra a quien Alice reconoció como Betty, la vecina de al lado.

-¿Y la mujer del medico? ¡Esa si que no hace nada! Se la pasa dentro de la casa mientras la pobre Susana hace todos los quehaceres del hogar-Dijo la mujer que estaba junto a Betty.

Alice tuvo que morderse la lengua para no reírse de esas tonterías. Si esas mujeres supieran que desde hacía casi dos meces que Susana no lavaba ni un plato, ya que Luci y su don se encargaban de eso, se morirían del susto, o, en su defecto, de la envidia. En lo que se refiere a lo del tejado, cualquier chico podía hacer eso, claro, nunca iban a salir ilesos de eso. Pero se podía acallar con "fue solo suerte" . Lo que mas le preocupó a Alice fue lo del movimiento que los vecinos notaban ya que ellos, acostumbrados a su escondite detrás de la farmacia de Nicolas, no se habían molestado en fingir que dormían.

Al darse cuenta que no oiría nada más, se apresuró para contarle a Nicolas lo que había oído. Nicolas se lo tomó muy en serio y declaró que de ahora en mas, pasarían las noches como estatuas en la oscuridad.

-¿Sabíais que esto es aburrido y monótono? -Dijo Aroh ya aburrido de ser estatua.

Al principio había sido divertido aquello: se la pasaban la noche jugando con Abraham a ver quien aguantaba mas tiempo sin moverse. Claro que ya a la segunda noche les parecía aburrido. A Alice le sorprendía que su hijo no hubiese manifestado su queja antes pero no dijo nada al respecto.

-Lo se-Dijo Nicolas- Pero si quieres seguir vivo mas te vale cerrar la boca.

-Ni hablar-Dijo Aroh, arto de estar así.

-¿Y que sugieres "genio"?-Dijo Alice marcando la ultima palabra.

-Sugiero que por las noches también entrenemos-Dijo Aroh- Vamos al prado, practiquemos la lucha de noche, y Abraham podría practicar mejor el fuego-Agregó en tono de "es obvio' .

-Buena idea-Concedió Nicolas.

-Buena no-Dijo Abraham-Brillante.

-¿Nos vamos ya? -Dijo Aroh.

-Ya no tiene objeto-Dijo Alice-Está amaneciendo.

-A cazar entonces-Dijo Abraham-Tengo mucha sed.

-¿Cuando cazaste por ultima ves?-Preguntó Nicolas.

-Hace una semana-Dijo Abraham tranquilo.

-Debes cazar mas seguido-Dijo Alice en tono maternal muy evidente.

-¿Y ahora me enviaras a la cama por no comer las verduras "Mamá"?-Se burló Abraham y Aroh se hecho a reír.

-Te arrancare la cabeza si no re comportas-Replicó Alice duramente mientra lo señalaba con el dedo.