Capítulo 30

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   Recobro la consciencia poco a poco, la cabeza me está matando. Creo escuchar voces, pero no tengo idea de quienes son. No tengo idea de que pasó, ni de donde estoy. Lo último que recuerdo es que estaba esperando noticias sobre Harry cuando alguien me despertó. Megan, la hermosa chica que enamoró a Harry hasta el punto en que casi mata a el tipo que le hizo daño. Aunque no estoy segura de si fue un sueño. Intento moverme, pero algo no me lo permite. Mis manos están atadas sobre mi cabeza, mi boca está cubierta, y estoy de rodillas.

"Vamos..." Una voz hace eco "Despierta de una maldita vez." Es Megan.

   Suena impaciente, y en un segundo, siento como hace girar mi cabeza de un solo golpe. Ahora estoy totalmente despierta. Me quejo en silencio, y cierro los ojos con fuerza para que las lágrimas no salgan.

"Mírame." Está muy cerca de mi rostro.

     Respiro con dificultad, intentando asimilar que diablos está pasando. Giro de forma lenta, temblando del miedo y abro los ojos. Es ella. Realmente es ella. Con su largo cabello rojo y enormes ojos color miel. Tiene una sonrisa burlona en sus labios, y está vestida de color negro de los pies a la cabeza.

"Hola." Dice mientras limpia las lágrimas de mis mejillas "Pensé que no ibas a despertar nunca." Se pone se pie y se aleja caminando "Tal vez usé mucho cloroformo..."

   Veo a mi alrededor, con la esperanza de reconocer el lugar, pero nunca he estado aquí antes. Parece ser una casa abandonada, muy vieja, cubierta de polvo y ventanas rotas. La pintura se cayó de las paredes, y las puertas están sueltas. Tengo cinta adhesiva en la boca, levanto la mirada, y una cuerda atando mis manos en una tubería. Giro a ver hacia mi derecha y me sobresalto al encontrar un hombre. Su cabello es largo y negro, con ojos azules, muy intimidantes. Abro los míos con sorpresa, es John. Mi antiguo jefe. ¿Dónde está su cabello rubio? Y, ¿qué diablos hace con Megan? Está sentado en una silla, mirándome fijamente. Ella se sienta frente a mí, casi al otro lado de la sala, y cruza las piernas, sin borrar la sonrisa de sus labios.

"Es un lindo lugar, ¿no?"

    Dice de seguro al ver mis ojos recorriéndolo.

"¿No vas a saludar a tu novio?"

    Un hoyo en mi estómago no me permite reaccionar de inmediato.

   Giro de forma lenta a mi izquierda y siento como mi mundo entero se derrumba al verlo. Está igual que yo, atado y sin poder hablar. Tiene la cabeza baja, con su camiseta blanca sucia y manchada de sangre, parece que lo han golpeado. Empiezo a llorar de forma desconsolada, al mismo tiempo que sacudo las manos como intento fallido de liberarme.

     Logro llamar su atención, y sube la mirada. Sus ojos están vacíos, como si estuviera bajo la influencia de una droga o calmantes. Es inevitable que me recuerde a la noche en que lo encontré ebrio en un callejón. Tiene ojeras negras, y su pómulo derecho cortado. Los cierra poco a poco, mientras junto todas mis fuerzas para hacer que reaccione, pero es imposible. Deja caer su cabeza y siento mi corazón partirse en dos. Esto no es real. Esto no está pasando. No puede ser posible. No. Dios, por favor. No. No.

"¿Está enojado contigo?" Empieza a reír.

    La ira se apodera de mí, revolviendo mi estómago, hirviendo mi sangre. Quiero matarla. Voy a matarla. Juro que voy a matarla.

"No despertará hasta dentro de un rato. Jonathan tuvo que darle una buena dósis de calmantes para que se quedara quieto."

   ¿Jonathan? ¿Jonathan Richards? ¿Su ex-novio? ¿El tipo que la golpeó hasta casi matarla...? Me quedo quieta por un segundo. Asimilando la situación. ¿Qué quieren de nosotros? Sus tacones hacen eco en la habitación mientras camina hacia él y besa su mejilla. Él apenas reacciona. Solo tiene sus ojos fijos en mí, helando mi cuerpo del miedo.

MADNESS - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora