Enderezo mi espalda, solo para verlo mejor. Para asegurarme de no estar soñando, pues lo he hecho cientos de veces antes. No dice nada, solo está de pie, junto a la cama. Tiene las cejas juntas y la quijada tensa. Con su cabello largo y desordenado, ojos brillantes, y sus brazos llenos de tatuajes. Mi obra de arte favorita. Sujeto la tela marrón de su chaqueta. Es como la recordaba. Pensé que estaba en lo más profundo de mi armario.
"Hola, hermosa." Su voz hace que las mariposas vuelen como locas en mi estómago.
Pensé que habían muerto. No respondo, no logro hacerlo. ¿De verdad no estoy soñando? ¿Qué está haciéndo aquí?
"Pensé que tendrías frío." Señala la chaqueta, suena casi como una disculpa.
Demonios. No puedo hablar. Tanto tiempo sin hacerlo me ha dejado muda de forma definitiva. Mis manos sudan, mi boca está seca, apenas puedo respirar. Es como verlo por primera vez, cuando estaba aterrada de él. Traga saliva, y baja la mirada.
"Frank... Él me llamó... Yo... no quería molestarte." Dice de forma entre cortada, buscando una excusa.
Empieza a caminar hacia la puerta, se está marchando de nuevo. No. Por favor, quédate. No me dejes. Mi corazón golpea con fuerza cuando toma el cerrojo dorado, y junto todas mis fuerzas.
"¡No!" Se detiene "No..." Musito.
Lo suelta y gira hacia mí de forma lenta. Se acerca de nuevo, mientras toca el suave colchón con sus dedos decorados con anillos. Se ve increíblemente guapo, como lo recordaba, con su camiseta de botones de manga corta, pantalones negros, y botas.
"¿No quieres que me vaya?" Mis ojos se llenan de lágrimas.
Niego con la cabeza al mismo tiempo que limpio mis mejillas.
"No, por favor. No me dejes de nuevo." Me mira fijamente "No te vayas. No. No..." No se me ocurre nada mejor que decir.
Lo necesito aquí, conmigo.
"¿Aún me odias?" Pregunta y siento como mi corazón se rompe de nuevo.
"Nunca te odié." Digo entre las lágrimas "Te amo." Musito "Te amo, te amo, te amo..." Repito una y otra vez.
No quiero que lo olvide nunca. No quiero que se vuelva a ir sin saberlo. Sonríe de forma débil, con sus labios rosas pidiendo a gritos que los bese. Atrapa mi mano temblorosa entre las suyas; su piel es suave y cálida, justo como la recordaba, y sus ojos brillan con la débil luz del sol que entra por la ventana. Ni siquiera sé que hora es, ni cuánto tiempo estuve dormida. Lo único que me importa es que él está aquí. Harry está aquí, y no es otro sueño.
Se acerca poco a poco, hasta que lo hago entrar a la cama. Oculto mi rostro en el hueco de su cuello mientras lo abrazo con fuerza, e inhalo el delicioso olor de su colonia. Mi cabeza se llena de recuerdos, y siento sus brazos sujetarme de la cintura con la fuerza que esperaba que tuviera. Es como si fuéramos uno solo. Como si el hospital estuviera vacío, sin ninguna otra persona aparte de nosotros. Y es que así se siente el mundo entero cuando está a mi lado. Tengo todo lo que me completa aquí, todo con lo que alguna vez soñé, todo lo que siempre quise y necesito. Mi otra mitad.
Acaricia su mejilla con la mía al buscar mi boca, y siento su aliento golpear mi rostro. Une nuestras frentes, pero no logro verlo. Tengo los ojos cerrados, con todos los demás sentidos alertas al sentirlo. Aparta un mechón de cabello de mi frente, y siento mi cuerpo entero temblar con su suave toque.
"Oh, nena... Te extrañé tanto." Su voz es ronca "Toda la ciudad lo sabe." Sonrío al recordar las canciones de las que Kat hablaba "Te amo."
"Te amo." Apenas respondo.
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MADNESS - Harry Styles
أدب الهواة"Porque, de lo que sea que estén hechas las almas, la suya y la mía son la misma."