26. [Esto apenas comenzó.]

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Capítulo 26.

YOU THOUGHT YOU'D SEEN THE LAST OF ME, BITCH. ah la tenia.

MARATÓN PERRAS. 2/2


Cuando bajamos del auto todo parecía normal. Hasta que entré a la escuela. Todos me miraban raro y se apartaban para que yo pasara. Cada vez que algún par de ojos se posaba en mi figura se oían murmullos. No me sorprendía en absoluto. Eso ha pasado siempre o bueno, desde que me partieron en mil pedazos y tuve que crear esta imagen frívola para sobrevivir.

Las escuelas pequeñas son muy cómodas a decir verdad. No hay tantas posibilidades de perderte. No te abruma ver tanta gente. Se siente más cálido y acogedor... Pero eso sí, en las escuelas pequeñas los rumores corren muy rápido. Y no me extrañaría que lo de Brad ya se haya hecho público y conocido en la tarde de ayer.

Sin embargo no podía importarme menos. Tenía a Liam y a Niall. Y con eso me bastaba. Mientras ellos estuvieran, la opinión de estos idiotas no me haría daño. Aproveché que mi reputación estaba volviendo sola y comencé a actuar como siempre. Pisadas firmes. Ojos afilados y penetrantes. Aura autoritaria. Mueca de disgusto. Sí, se sentía bien volver a ser el de siempre. Se sentía bien volver a sentirme duro como una roca como lo era antes de que unos ojos verdes me ablandaran.

Mis amigos, al ver que mi fachada de chico malo volvió, se pusieron en acción también. Payno estampaba sus grandes botas contra el piso de una forma exagerada y Niall tenía sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta negra. Ese día, había olvidado colocarme mi maquillaje negro pero no bien sonara el primer timbre iría al baño y colorearía mis ojos del negro de la noche.

Vi a lo lejos a Grimshaw hablando con sus compañeros y rodó los ojos. Cuando éste lo vio sonrió maliciosamente y se acercó. Oh no Grimshaw. Hoy no me arruinarás el día.

—Pero miren a quién tenemos aquí–

Comenzó a decir pero rápidamente lo agarré del cuello de la camisa y lo estampé contra los casilleros.

—No te metas con Tomlinson, inútil. Ya varios han probado las consecuencias que eso conlleva.–dije con odio y seguí caminando. Toda esa mierda de las reglas y eso era una actuación. Sólo una fachada para que no me molesten ya que si lo hiciesen... bueno, ya sabía lo que podía pasar.

El timbre sonó y me despedí de mis amigos con un golpe amistoso en la espalda. Entré al salón con la cabeza erguida y literalmente tiré mi mochila al lado de mi asiento. Me dejé caer en mi lugar y recosté la silla contra la pared para poder descansar mis pies en el banco.

Justo cuando el profesor de Lengua entró los bajé porque si bien quería parecer malo pero no quería ir a hablar con el director y menos dos días después de lo que había ocurrido. Sí, hoy era Miércoles... ¿Hoy es miércoles? Maldije por lo bajo. Hoy tocaba práctica de fútbol. Eso significaba que...

—Tomlinson, ¿tiene algo que aportar a la clase? –dijo el profesor observándome con una expresión dura. Joder. La había cagado y no llevaba ni diez minutos de clase. Todos me miraban expectantes y el hombre frente a mí se estaba impacientando. Entonces recordé algo.

—Sí, es que estaba pensando en el campamente y en cuán ansioso estoy por que llegue. Por cierto, ¿cuándo era? –sonreí y traté de lucir adorable. Tan adorable como un chico de ropa negra, tatuajes y actitud pesada puede lucir. Mi objetivo era desviar su atención y lo logré. Él hombre que rondaba en sus cuarenta soltó un suspiro y escribió grande en la pizarra Sábado.

☠ Pelea de Egos » Larry Stylinson ☠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora