Ella
Tenías las manos heladas, pero eso no me impedía notar la aspereza en tus nudillos, la suavidad de tu palma y la ligereza con la que me sujetabas.
Como si fuese de cristal y te diese miedo romperme en pedacitos.
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N° 213
Short StoryTodo comenzó una fría mañana de invierno en el autobús número 213. Dos adolescentes, dos confesiones, dos amores.