-19-

4 1 0
                                    

Él

Dados de la mano corrimos hasta el coche y riendo nos metimos dentro.

"Al restaurante" dijo el conductor antes de enceder el motor y ponerse en marcha.

Le miré atentamente y me di cuenta de que su cara me sonaba mucho.

"¿Le conozco de algo?" le pregunté.

"Es verdad, a mí también me suena", comentó Lucía extrañada.

"Yo sí que los conozco," dijo "estuve años conduciendo el autobús 213. Me acuerdo perfectamente de vosotros dos."

Miré a Lucía y me fijé que estaba igual de sorprendida que yo.

"Desde el principio supe que íbais a acabar juntos"

Y nos guiñó un ojo por el espejo retrovisor de forma cómplice.

N° 213Donde viven las historias. Descúbrelo ahora