Ella
Me mirabas fijamente a los ojos, sin apartar la vista.
Te fuiste acercando. Y en seguida supe lo que iba a suceder.
Me empezaron a sudar las manos, alternaba la mirada de tus ojos a tus labios.
Te los relamiste y no pude aguantar más el constante golpeteo de mi corazón contra el pecho.
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N° 213
Short StoryTodo comenzó una fría mañana de invierno en el autobús número 213. Dos adolescentes, dos confesiones, dos amores.