Touch my heart Kumiho

Algo que ofrecer

Estaba comiendo mis cereales en la cocina cuando escuché un sonido que venía del piso de arriba. Era un sonido sordo, como de alguien cayendo al suelo. Me imagine que sería mi hermana, que se habría vuelto a enganchar con los cables del cargador. Subí las escaleras y empecé a oir otros sonidos. En principio no me preocupé pero cuando abrí la puerta lo vi. Mi hermana estaba tumbada en el suelo de su habitación, ensangrentada. Una sombra sale por la ventana a toda prisa, pero me da tiempo de verla durante un segundo. Parecía una mujer... Pero tenía cola. No, tenía muchas colas. Miré a mi hermana y vi como su mirada se perdía en la dirección en la que aquella cosa había huido. Me acerco a ella y veo como sonríe. Tomo su mano y las lágrimas inundan mis ojos. Tenía un agujero en el pecho y había sangre por todas partes. Su corazón no estaba. Entonces me doy cuenta. El zorro que ella había estado cuidando había desaparecido, al igual que su corazón. Solo podía ser una cosa. Un Kumiho. Esa zorra había traicionado y matado a mi hermana cuando ella la había salvado la vida. Lo peor era ver la sonrisa de mi hermana.  Murió pensando en lo feliz que estaba de que su amiga sobreviviese. Mi hermana se alegró en sus últimos momentos de que esa zorra sobreviviese. Nunca me imagine que aquello fuese verdad.

Era un domingo por la noche. Nuestros padres habían ido a una cena de trabajo y mi hermana y yo tomábamos arroz para cenar. Ella, como siempre, sonriente a pesar de repetir la misma cena por tercera vez consecutiva.
-Que tal el día hermanita?
-Genial! Hoy estuve haciendo el trabajo que tenía pendiente y cuidando de nuestra amiguita.
-Que tal tiene la pata?
-Algo mejor... Todavía llora cuando le cambio las vendas pero se porta muy bien. Me lame siempre la mano cuando acabamos.
-Que mona.
-Si...
-No te encariñes mucho con ella, no vaya a ser que se transforme en un Kumiho.
-Un Kumiho?
-No sabes la leyenda?
Mi hermana negó con la cabeza.
-Cuenta la leyenda que si un zorro consigue vivir durante miles de años se transformará en un Kumiho. Un ser mitad humano mitad zorro normalmente en forma de mujer. La Kumiho se vale de su belleza y labia para encandilar a las personas para luego matarlas y alimentarse de su hígado o su corazón.
-Que horrible... Ella ne transformará en eso.
-Y si lo hiciese?
Dije con tono burlón queriendo chinchar a mi hermana. La respuesta que obtuve jamás me la habría imaginado...
-Si lo hiciese estaría feliz si me comiese... Moriría en paz sabiendo que ayude a sobrevivir a mi única amiga.
Una sonrisa acompañó su respuesta, lo que no dejaba duda de que hablaba totalmente en serio. Me enfade con ella.
-No digas tonterías! Tu vida es mucho más importante que la de una zorra, mucha más si se transformase en una criatura así.
-Esa es tu opinión...  Yo la quiero y... Me gustaría que si se diese el caso y no se controlase, que al menos ella viva.
-Quien te dijo a ti que sería por no controlarse?
-No podría matarme si no fuese así.
-Pero como....? Bueno.... No voy a discutir por un cuento de hadas...
Con esa frase di final a la conversación, pero la sonrisa que aún persistía en el rostro de mi hermana me ponía enfermo. Como podría estar feliz de que una simple zorra la usase de cena?
Esa noche me fui a la cama enfadado, pero decidí no darle importancia, total, quien se preocuparía por un cuento de hadas?

Ahora tenía a mi hermana entre mis brazos, con la misma sonrisa que tenía esa noche en su rostro. Me ponía enfermo. Grité de dolor y deseé la muerte de esa zorra. La deseé con todas mis fuerzas y jure que me vengaría. Jure...
                            "¿Que puedes ofrecerme?"
Una voz en mi cabeza sonaba fuerte y ronca.
Que...?
                             "Ella te lo ha quitado todo, ¿Que puedes
                              quitarle tu a ella?
-Quien eres? Quien habla?
                               "Yo puedo ofrecerte poder"
-Que poder?
                                "Que me puedes ofrecer tu"
-Yo no tengo nada que ofrecer... No tengo nada de valor...
                                 "Si tienes algo"