A pesar de que no había pasado mucho tiempo desde que estuve en la casa de Ahrielle y Todd, se me había hecho muy raro estar allí de nuevo, con un ambiente más o menos tranquilo. La última vez que estuve aquí fue encerrada en el sótano, cuando Todd intentó matarme.
La casa seguía tal y como la recordaba, de no ser por el estropicio que había montado en la cocina. Si las demás habitaciones también estuviesen así, me vería obligada a limpiar antes de poderme quedar aquí.
-Bienvenida de nuevo.
Su tono no era precisamente amistoso, todavía notaba el odio en su mirada, pero al menos no intentaba matarme. Era todo un detalle por su parte.
-Gracias...
-Ese abrigo solo no te servirá para andar por la calle, si es lo que pretendías.
-Gracias por la información.
-Deja de agradecerme.
-Vale.
Me senté en el suelo y giré la cabeza para escapar de su mirada. Era muy tenso y me sentía mal cada vez que le miraba a los ojos. La pena por su hermana se le reflejaba claramente en sus ojos. Se notaban sus lágrimas a pesar de que hacía tiempo que se había quedado sin ellas.
Me odiaba a mi misma por eso.
-¿Qué le ha pasado a mi hermana?
'Cuéntaselo Ahryelle, yo te ayudaré a hacerle entender'
-Como digas...
-¿Eh?
-Nada, hablaba sola...
Me puse enfrente a el y le miré a los ojos. Igual que yo veía pena en sus ojos yo también quería que el viese sinceridad en los míos.
-Yo maté a Ahrielle... No quería, aunque cueste creerlo... Tras eso, salí corriendo hacia el bosque donde ella me encontró y me tiré en la hierva a llorar. Comenzó a llover y hacía muchísimo frío, y yo no tenía fuerzas para moverme, así que deje que la naturaleza hiciese lo suyo. Poco a poco me iba durmiendo, pensaba que así al menos estaría en paz, que olvidaría mi gran crimen de matar a mi mejor y única amiga. Pensé que era el fin... Pero una luz se iba encendiendo poco a poco delante mía, una luz resplandeciente y cálida. Después de tanto frío me acerqué lo que pude a esa luz de manera instintiva, su calor era como una pequeña chispa de esperanza. No entendía porqué pero me hacía sentir mejor. Entonces escuché una voz en mi cabeza, una voz que me resultaba tremendamente familiar. Era ella... Era Ahrielle pidiéndome que me levantase, que me salvase de un final así que ella me perdonaba.
-Como se yo que no me mientes.
'Dile si se acuerda de cuando yo me caí con la bici y el vino corriendo para sacarme de la carretera y salvarme de que me atropellase un camión.'
-Dice Ahrielle si te acuerdas de cuando ella cayó de la bici y tu la salvaste de ser atropellada.
'Por un camión'
-Por un camión.
El se quedó callado, mirándome fijamente. Se pasó así un rato hasta que se giró hacia Ahrielle. Gracias a dios que al menos podía verla en su forma de fuego.
-Ahrielle...¿Eres tu?
'Dile que le chachi quiero'
-¿Eh?
'Es una broma nuestra, tu dilo'
-Dice que te chachi quiere.
Todd se puso pálido. Se tiró en el suelo y rompió a llorar.
No pude contenerme y yo también empecé a llorar.
-Ahrielle...
No dejaba de repetir su nombre mientras se llevaba las manos a los ojos, intentando parar sus lágrimas.
-Lo siento... Lo siento muchísimo...
El se paró en seco y se levantó, poniéndose justo enfrente de mí.
-Se sincera. ¿Ella te perdona?
-No entiendo como ni porque... Pero si...
Nada más acabar la frase el dolor en mi garganta no me dejó contenerme más y rompí a llorar, exactamente igual que Todd había hecho unos minutos antes.
No podía con mi cuerpo, siempre que rompía así a llorar era como si la gravedad aumentase solo para mí. Como sí tuviese un gran peso que no me dejase moverme...
Siempre me sorprendía esa sensación tan abrumadora a la que no conseguía acostumbrarme, pero más me sorprendió el hecho de que Todd se acercase a mi y me abrazase.
Su pecho era cálido y sentía la misma sensación que antes sentía cuando Ahrielle me abrazaba o me acariciaba.
Me sentía como si tuviese un hogar.
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Touch my heart Kumiho
FantasíaTras mil años de espera Ahryelle consigue su sueño de renacer como Kumiho, lo que no sabía era que ese deseo se convierte en una pesadilla. Tras convertirse realiza el peor pecado posible y se condena de por vida. Tras esto, huye al bosque donde rom...