Empezó a llover. Estaba en la habitación de Todd, contemplándolo, cuando empezó a llover. Ahrielle estaba a mi lado, sentada abrazándose a sus rodillas, apoyada en la cama de Todd. No podía aguantar más la situación... Ver a Ahrielle llorar así y a Todd muerto... todo por mi culpa.
Tenía que arreglarlo. Como fuese.
-Voy a por Todd.
'No puedes ir al mundo de los muertos'
-Pero si traerlo de vuelta.
'¡No! Por favor... Ya le he perdido a el, no te quiero perder a ti también...'
-No me perderás.
Ahrielle me miró y casi no pude contenerme, pero tenía que ser fuerte. Por ella y por Todd.
-Lo prometo.
Sabía que no tenía muchas posibilidades contra ella, y menos en las condiciones en las que estaba, pero no podía dejar morir a Todd. Nunca me lo perdonaría...
Nadie volverá a morir por mi culpa.
Salté por la ventana y salí en busca de Eva. Su rastro estaba fresco y su olor aún en el ambiente. De hecho, había perdurado demasiado bien su olor.
Lo había hecho a propósito... estaba claro que quería que la siguiese, que era una trampa, pero, ¿porqué tomarse tantas molestias por mi? Si quisiese, yo ya estaría muerta.
Pero no tenía tiempo para pensar en eso, tenía que darme prisa.
^^^^^^^^^^^
Tarde una hora y media, pero por fin lleguéal final del rastro. Estaba en medio del bosque donde casi muero de frío, donde Ahrielle me salvó de morir poco después de haverla matado. Ahora le devolvería el favor.
Di unas vueltas por los alrededores y me encontré con una pequeña cabaña. Estaba bastante echa polvo y llena de telarañas. Si alguien había usado esta cabaña, desde luego lo había hecho hace tiempo.
Tras husmear un poco me di cuenta de que lo más interesante que había era una araña con siete patas. Pobrecita...
Salí despacio, me daba miedo que si hacía movimientos muy bruscos la cabaña se derrumbase. La madera no dejaba de crujir a cada paso que daba y el sonido llegaba de todas partes. Con un solo paso hasta el techo se tambaleaba.
Un olos conocido llegó de pronto a mi nariz. Provenía de detrás de la cabaña, estaba claro quien estaba allí. Fui agazapada, tratando de disimular mi olor y mi presencia todo lo que pude para tratar de pillarla por sorpresa, aunque algo me decía que nunca sería capaz de sorprender a esa zorra.
-No hace falta que vengas con tanta cautela, te olí encuanto saltaste por esa ventana.
¿Era en serio? Estábamos a diez kilómetros de este lugar, ¿hasta donde llega su olfato?
-¿Sorprendida? Es normal, una novata como tu apenas podrá distinguir olores a tres kilómetros. No te preocupes, algún día tu también podrás hacerlo...
Sabía que me estaba mintiendo. Sabía para lo que estaba aquí. Si sus planes salían bien seguramente nunca tenga la oportunidad de...
¿Eh?
-O no...
Eva se había colocado detrás mía con tal velocidad que ni siquiera pude verla. Enseguida traté de girarme pero ya era demasiado tarde. Con un golpe seco en la nuca me dejó tirada en el suelo.
-Te tengo que dar las gracias por haber venido hasta aquí. Me has quitado de encima el trabajo de tener que ir a buscarte.
Dolía. Dolía mucho y me sentía muy mareada. El simple hecho de seguir consciente era una proeza para mi en esos momentos.
-¿Por...qué?
-Hmp.... que me preguntes eso demuestra lo inepta e ingenua que eres. Estoy segura que no tienes ni idea de lo que son nuestras vidas.
¿De qué estaba hablando?
-¿Qué...?
-Sinceramente, me das envidia. Nunca llegaste a saber nada. Morir en la ignorancia es mi regalo para ti. Una muerte dulce.
-No lo haces por mi.
Sus palabras me enfadaron tanto que saqué fuerzas de donde ni siquiera yo sabía que las podía sacar. Me puse en pie tambaleándome y con los puños cerrados de rabia me encaré a Eva.
-Tu no sabes nada sobre mi.
-Se que eres una estúpida que no sabe nada sobre ser una Kumiho.
-¿Ser una Kumiho? Es el infierno. Antes pensaba que mi vida sería estupenda si conseguía convertirme, pero encuanto lo hice supe que no era así. Nada más transformarme maté a mi única amiga. Empecé a sentir... cosas... cosas que los humanos llaman pena, culpa, tristeza... yo no sabía que al convertirme me pasaría esto...
-¿Eso es lo peor? ¿Crees que eso es lo peor?
Empezó a gritarme llena de furia. Sabía que si seguía así, me mataría.
-...
-Tu solo sufriste cuando mataste a tu amiga, o ¿me equivoco cuando digo que cuando mataste a aquel hombre en la morgue no sentiste nada? No, miento, sí sentiste. Estoy segura que te gustó. La sensación de matar a tu primera presa, el sentimiento de vencer al enemigo que durante tantos años te había intentado cazar a ti.
¿De qué hablaba?
-¿Esperabas que sintiese pena por alguien que solo quería aprovecharse de mi? ¿Que tan solo quería usarme?
-No, no lo esperaba. Porque no es lo normal. ¿Porqué sentir pena por un asqueroso humano que solo va detrás de sus intereses? Pues bien, te contaré un secreto, mi secreto. Yo sufría cada vez que mataba a alguien. No podía evitar pensar en como se sentiría estar muriendo, que te arranquen el corazón y se lo coman enfrente tuya justo antes de que cierres los ojos para siempre. Lo peor para mí era cuando se quedaban mirándome, con los ojos abiertos... no podía soportarlo. Llegué a estar casi medio año sin comer, ya había aceptado mi destino, cuando un hombre, un simple chico que estaba paseando por el bosque me encontró y me llevó con el. Poco después. De salvarme me traicionó intentandl robarme todo mi poder... intentó matarme... así fue que me di cuenta que en este mundo, en nuestro mundo, o comes o eres comido.
-¿Por eso te convertiste en una arpía sin corazón?
-Si tengo corazón, de hecho en mi interior huvo muchos corazones... De humanos, de mensajeros del dios Shinto, incluso de un "semidios"... todos ellos, todo su poder ahora es mío.
Era enfermizo...
-¿Para qué quieres tanto poder?
-Necesito anular mi conciencia, acabar con ella, romperla. No puede haber nada humano en mi.
-No has contestado a mi pregunta.
-No esperaba que lo entendieses, al fin y al cabo, tu no tienes conciencia.
Era cierto. En eso tenía razón... a mi no me importaría matar a humanos, mucho menos si eran como el tipo de la morgue. Solo me importaban Ahrielle y Todd.
-Creo que es hora de que recolecte tu corazón.
¿Iba a comerse mi corazón?
-No me mires así querida, el hecho de cometer canibalísmo no es algo de mi agrado, pero tu poder me resulta muy interesante y lo quiero para mi.
¿Mi poder?
-¿A qué te refieres?
Su respuesta fue lanzarse hacia mi. Me tiró en el suelo y me agarro del cuello, clavándome sus garras en mi garganta.
No tenía escapatoria.

ESTÁS LEYENDO
Touch my heart Kumiho
FantasíaTras mil años de espera Ahryelle consigue su sueño de renacer como Kumiho, lo que no sabía era que ese deseo se convierte en una pesadilla. Tras convertirse realiza el peor pecado posible y se condena de por vida. Tras esto, huye al bosque donde rom...