CHICOS MALOS

Capítulo 20

*William*
Odio a Ana, odio a Christian y sobre todo a mi. No puedo creer que después de todo lo que hemos pasado, después de decirle que le quiero se siga viendo con Ana. Bueno pues hasta aquí hemos llegado, si quiere ver a Ana que se quede con ella, yo me voy de aquí. No quiero volver a verle nunca, estoy harto de que jueguen conmigo, primero Cameron y ahora él. Hasta aquí he llegado, que les jodan a todos.

Hago mi maleta, meto lo más importante, ropa, cargador, secador, condones, la pistola que me compré,dineros etc. Cojo mi Iphone y le quito la funda rosa que me la regaló Chris. La dejo en la cama, sé que va a venir después de verse con Ana. Además también es su piso, tarde o temprano vendrá.

Les envío un mensaje a Ashley y Kiara, en el mensaje les explico por qué me voy y que las echaré de menos. Han sido mis dos únicas amigas en toda mi vida, solo tengo diecisiete años, y solo las he encontrado a ellas, a ellas y a Christian pero...joder el parece que no se da cuenta de que esto es serio.

Salgo a la calle y me monto en un taxi. Le doy la dirección a la que voy. Menos mal que les robé a mis padres antes de irme. Voy a tardar en llegar así que cojo los cascos y comienzo a reproducir toda mi música. Bendita musica.

*Christian*
Llego al piso y no hay nadie. Todo está apagado, ni rastro de Will sólo está la funda que le regalé, le quito mi funda a mi Iphone y le pongo la de Will. Todo esto me da una mala sensación así que me dirijo corriendo a casa de Kiara. No está muy lejos, tan solo a unos veinte minutos corriendo.

En cuanto llego comienzo a golpear la puerta con fuerza. Nadie me abre, insisto llamando más fuerte. Sé que está dentro, lo más probable es que Will le haya dicho que no me diga nada.

-¡Kiara! ¡Por favor! ¡Dime donde está! -le grito.

Nadie responde, me muerdo el labio en señal de desesperación. Pienso en alguien más y entonces me acuerdo de Scott.

Me voy corriendo a casa de Scott. Está a una hora de la casa de Kiara pero me importa una mierda. Quiero saber donde está Will y sé que le tengo que decir para que se quede y no tengo miedo en decirle que le quiero.

Sigo corriendo por la calle. Gracias a Dios que hay atasco y puede pasar entre los coches para ahorrar tiempo. Voy por la cafetería favorita de Will en frente está la casa de Scott.

Justo cuando voy a llamar sale Scott. Y me mira con mala cara, con una cara de rabia y asco, junto con una pizca de enfadado.

-Hijo de puta -susurra y se lanza sobre mi.

Me golpea dos veces seguidas, me va a golpear una tercera pero le golpeo yo antes. Se pone de pie y me pongo de pie.

-Scott, para. Necesito saber donde se va Will -le digo.
- Solo tiene diecisiete años, quien te crees para jugar con sus sentimientos -me grita.
-Yo no he jugado con sus sentimientos -le miro a los ojos.
-Eso me dijo Cameron también -me dice cortante.
-¿Qué? ¿Cameron? ¿Qué le ha hecho ese cabrón?
-Aprovecharse de él, igual que tú -me grita e intenta golpearme, lo esquivo.
-¡Una mierda Scott! -le grito.
-Cameron le compraba tabaco si Will se la chupaba, tú te acostábas con él y luego te ibas de fiesta a follarte a Ana. ¿Qué diferencia hay? -me mira y luego me golpea y caigo al suelo.
-Pues que yo a diferencia de Cameron...le quiero -me levanto del suelo y me arrodillo delante de él. Ahora Scott si me crees dime donde está y sino me crees acaba conmigo, no me imagino mi vida sin Will.

Scott me mira y veo como se deslizan lágrimas por sus mejillas. Me ayuda a levantarme.

-Lo siento por los golpes.
-No te preocupes lo entiendo -le sonrío.
-Vamos mi coche está en el parking -me sonríe.
-Gracias -le sonrío.

Llegamos al parking. Corremos hacia el coche de Scott. No paro de pensar en Will. Tengo que encontrarlo y decirle que le quiero.

-¡Tú, hijo de puta! -ambos nos giramos y nos encontramos a Matt, apuntándonos con su pistola. En que mala hora nos compramos una todos.
-¡Baja la puta pistola! -le grita Scott.
-Como me haces esto Christian. Eras mi compañero en las fiestas. Y ahora me entero de que te van las pollas y la de Will, sabes que le odio -no para de apuntarnos con el arma.
-Matt...no hagas nada de lo que te arrepientas -le digo.
-¡Cierra la puta boca! -dispara al techo.
-¡Joder Matt! -grita Scott.
-Lo siento... -Matt cierra los ojos y aprieta el gatillo.

*William*
Me despierto y miro a mi alrededor. Estamos a punto de llegar. Miro el móvil y no tengo nada de nadie. Lo sabía no les importo ni una mierda. Son todos unos cabrones, Kiara y Ashley ni me han contestado y Christian ni siquiera se ha molestado en llamarme.

-Hemos llegado -dice el conductor.
-Gracias -le entrego el dinero. Quédese con el cambio -añado.

Me bajo del taxi. Miro una vez más al móvil. No hay nada, cierro los ojos, inspiro y espiro y entro a mi nuevo piso.

En muldimedia tenemos a Christian :3