14; m i c h a e l

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    Di un salto para bajar del autobús y miré a mi alrededor. Rasqué mi cabeza intentando recordar dónde estaba la casa de Ashton. Finalmente me rendí, no recordaba. Saqué mi celular de mi bolsillo y marqué el número de Ashton.

— Michael, ¿dónde estás?

— Acabo de bajar del autobús y no recuerdo donde queda tu casa. — dije arrugando la nariz.

— ¿Dónde estás exactamente? — preguntó y miré a mi alrededor.

— Frente a una tienda donde venden discos de vinilo.

— Eh... — alargó. — esperame ahí, llego en cinco minutos. — cortó la llamada y yo lo imité.

    Comencé a revisar mi celular y mi corazón latió más rápido cuando vi que tenía dos llamadas perdidas de Calum. Dios, lo extrañaba tanto. Quería verlo, quería escuchar su voz otra vez, ver su sonrisa, sus ojos, tocar su mano, abrazarlo... pero eso no se iba a poder. Seguramente ahora que sabe que soy gay, y que además que estoy enamorado de él, todo sería muy incómodo y diferente.

    Sentí que alguien me daba un empujón y di un salto hacia adelante, quedando casi en la calle. Vi mi celular volar de mis manos y caer justo en medio de la calle y no pude hacer nada cuando un gran camión pasó sobre él haciéndolo, literalmente, mierda. Me giré a ver quién me había empujado y vi a Ashton agachado amarrando sus agujetas.

— ¿Fuiste tú, imbécil? — me quejé y él levantó la cabeza con una sonrisa.

— Enserio lo siento, me tropecé con mis agujetas.

— Me tropecé con mis agujetas. — lo remedé. — ¿Qué haré ahora sin mi celular?

— Hmm, no lo sé. — dijo poniéndose de pie y sacudiendo su pantalón. Lo miré mal y me crucé de brazos. — Pero, ve el lado bueno, nadie va a molestarte y nadie sabrá dónde estás, ¿no es eso lo que querías?

    Suspiré y rodé los ojos.

— Sólo vámonos a tu casa, Ashton. — dije y ambos caminamos hacia el departamento de Ashton que quedaba a menos de una cuadra de allí. Entramos a ésta y me senté en el sofá, Ashton fue a la cocina y volvió a la sala con dos latas de cerveza, me dio una y se sentó a mi lado en el sofá.

— Cuéntame, ¿por qué te fuiste de tu casa, Michael? — preguntó dándole un sorbo a su lata.

    Bueno, Ashton era el único de mis amigos que no sabía sobre mi orientación sexual. Digamos que él y yo nunca fuimos muy unidos y nunca hablamos de nuestros temas personales.

— Bueno, es por muchas cosas. — dije luego de darle un sorbo a la lata.

— ¿Por qué cosas? — preguntó.

— Mi papá, él descubrió algo sobre mí. — dije y él rodó los ojos.

— ¿Podrías ser más claro?

    Antes de ayer mi padre había ido a la casa otra vez, había comenzado a golpear la puerta como siempre hacía. Estaba harto, harto de ver a mi mamá llorar de miedo por su culpa, harto de sentirme vulnerable ante él, por lo que caminé enojado hasta la puerta y la abrí. Él me miró unos segundos y dijo "hijo", luego me abrazó y, obviamente, no le correspondí, lo aparté y le grité que se fuera, que no quería volver a verlo en mi vida, que cuando me abandonó dejó de ser mi padre y todo eso. No recuerdo cómo, pero de todos esos gritos se me salió un "soy gay, ¿sí?". Tal vez fue en un intento desesperado de que se fuera de una vez, y es que siempre los padres se enojan cuando se enteran de que sus hijos son gays y todo eso, pero en realidad no creí que él se enojaría tanto. Me golpeó en el ojo y caí al suelo, luego me gritó que él no tenía hijos maricas y le grité que él no era mi padre. Mi madre sólo lloraba y no la culpo, yo también estaba asustado. Luego de que mi papá me gritara muchas cosas más, burlándose de mí por ser gay y poniéndome apodos estúpidos, me puse de pie y lo empujé lejos, cayó en medio de la calle. Le grité "no quiero volver a verte en mi puta vida" y cerré la puerta. Después de eso no hice más que llorar. No salí de mi cuarto en dos días y finalmente hoy decidí irme de la casa. Quería literalmente desaparecer. No recordaba cuando exactamente mi vida se volvió una mierda, pero así era y lo odiaba.

uncovered gay; malumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora