23; c a l u m

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    No había podido pegar el ojo en toda la noche. La conversación que habíamos tenido Michael y yo me había dejado asustado, y es que ¿cómo le decía a Marion que era gay? Ni siquiera estaba seguro de serlo. Tal vez sólo era bisexual o tal vez lo que sentía por Michael era sólo un capricho pasajero, aunque pensándolo bien, si se tratase de un capricho pasajero no me dolería siquiera pensar en él estando con otra persona que no fuese yo. Por otro lado, ¿Cómo se lo tomaría mi mamá? ¿y mi papá? ¿Mali? ¿la abuela? Eran demasiadas personas que probablemente no se esperaban que yo fuese gay, porque hace tan sólo un par de años mi cuarto estaba forrado en posters de tetas por todas partes. Pero, ¿qué podía hacer? de un momento a otro las tetas simplemente habían dejado de llamarme la atención.

— Calum, ¿estás bien? — Luke habló pasando su mano frente a mi cara. Al parecer no estaba pestañeando o algo así.

— Uh, sí, estoy de maravilla. — dije mirándolo y sonriéndole un poco. — Sólo tengo un poco de sueño, pero nada más.

— ¿Seguro? — dijo Taylor, quien estaba allí también.

— Sí, seguro. — dije encogiéndome de hombros. Miré mi plato de comida y noté que no había visto a Michael en todo el día. ¿Se habrá quedado en su casa? — ¿Han visto a Michael? — pregunté con la boca llena.

— Lo vi en la mañana. — Taylor comentó mientras pinchaba los trozos de lechuga que estaban en su plato.

— ¿Estaba bien? ¿Por qué no se ha acercado a mí? Lo extraño.

    Luke y Taylor se miraron en silencio y sentí que me escondían algo, es decir, era obvio, ellos estaban escondiéndome algo, algo que tenía que ver con Michael.

    Dejé mi tenedor sobre la mesa, limpié mi boca con una servilleta y me crucé de brazos.

— Tienen dos segundos para decirme qué es lo que están escondiéndome. — dije y Taylor rió mientras rodaba los ojos.

— Es que Mike dijo... — Luke comenzó jugando con sus dedos.

— Dijo que no quiere hablar contigo. — terminó Taylor con dureza.

— ¿Qué? ¿Por qué? — hablé casi lloriqueando. Me desesperaba que un día estuviésemos bien y al otro él no quisiera hablar conmigo.

— No lo sé, búscalo y pregúntale. — Taylor se encogió de hombros, como si no le importase.

    Observé a Taylor y a Luke unos segundos. Ellos sabían por qué Michael no quería hablarme, pero no querían decirme, y eso me estaba enojando. ¿Qué clase de amigos eran?

— Bien, eso haré. — dije fingiendo una sonrisa hacia Taylor. Miré a mi alrededor buscándolo, estuve así un buen rato hasta que mi mirada cayó en Michael, quién estaba unas cuantas mesas lejos de la de nosotros. Sonreí orgulloso y me puse de pie dispuesto a ir hacia él, pero claro, no sin antes dedicarle a mis buenos amigos un par de palabras.

— Vaya mierda de amigos que son, malditos hijos de puta.

    Me acerqué a la mesa de Michael y pude notar que no estaba solo, la chica esa estaba con él. Sí ya estaba enfadado por eso pueden imaginar lo enfadado que estaba cuando me di cuenta de que la chica llevaba un gran escote para llamar su atención y que encima tenía unas tetas enormes.

    Me senté junto a Michael, justo en medio de ellos dos y la chica me miró alzando una ceja.

— C-calum... — murmuró Michael, pero no le puse atención, ya que estaba muy ocupado mirando con la mejor expresión de asco que tenía a la chica.

— Tú debes ser la hermanita de Troy. — dije fingiendo una sonrisa. — Vaya puta que eres. — hablé y sentí a Michael jadear sorprendido.

— Calum, no la llames así.

uncovered gay; malumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora