uncovered gay; malum

19; c a l u m

    — Calum, debemos irnos de vuelta a Sidney. — dijo Michael acariciando mi cabello.

    Levanté la mirada y le sonreí un poco. Me había quedado dormido sobre su torso la noche anterior. Dejé un beso en su cuello y lo abracé por la cintura. Él me abrazó también y suspiré sonriendo.

    Por fin le había dicho lo que llevaba guardándome hacía semanas, por fin lo había besado otra vez. Dios, Michael de verdad me gustaba mucho.

— Chicos, — dijo Taylor golpeando la puerta. — son las nueve, debemos volver.

    Me quejé, abracé a Michael más fuerte y dejé besos en su pecho.

— Basta, me haces cosquillas. — dijo retorciéndose un poco mientras reía.

— ¿De verdad? — dije dejando más besos en su pecho.

— Sí, basta, no me gustan las cosquillas. — dijo y yo seguía dejando besos en su pecho. Él suspiró y sonrió.

— Aunque podría acostumbrarme. — dijo acariciando mi cabello de nuevo.

— Mikey, te quiero mucho. — dije sin pensar, sonando más embobado de lo que nunca pensé que podía llegar a estar y él sonrió.

— También te quiero mucho, Calum.

— Chicos. — alargó Taylor. — Ah, no importa, voy a entrar.

    Michael y yo nos miramos alarmados y él lo único que hizo fue cubrirnos con una manta. Ambos estábamos en boxers y él probablemente no quería que Taylor y Luke nos vieran.

    Taylor y Luke entraron a la habitación y ambos se miraron con los ojos abiertos.

— ¿Ustedes dos anoche...? — dijo Luke y Michael rió.

— Qué te importa. — dije besando el pecho de Michael otra vez.

— Calum, creo que debemos irnos. — dijo Michael y asentí sonriéndole. Se veía extremadamente tierno todo sonrojado y encima semidesnudo.

    Me puse de pie y caminé hasta mis pantalones los cuales estaban en el suelo junto a la puerta. Me vestí y Michael hizo lo mismo, luego salimos de ese hotel y subimos al auto para regresar a Sidney.

    Luego de varias horas conduciendo hacia Sidney, por fin estábamos en la casa de Michael.

    Su madre estaba afuera regando las plantas y al vernos llegar soltó la manguera y corrió hasta el auto, Mike bajó de éste y la abrazó. Se susurraban cosas y nosotros sólo sonreíamos observándolos.

    Nosotros bajamos del auto y nos quedamos viendo entre nosotros. Estaba esperando a que alguno de los dos me dijera algo sobre lo que habían visto.

— ¿Y? — dijo Taylor mirándome con los brazos cruzados.

— ¿Y de qué? — dije y ella rodó los ojos.

— ¿Qué pasará ahora? — dijo Luke y me encogí de hombros.

— No lo sé... Todo va a seguir igual, supongo.

— ¿Qué? Tuvieron sexo anoche, ¿sabes lo ilusionado que Michael ha de estar? — dijo Taylor. — No puedes ser así de imbécil, Calum. — dijo golpeando mi pecho con ambas manos, empujándome.

— No hicimos nada anoche, Taylor, sólo nos besamos un rato y ya. — dije y ella me volvió a empujar.

— Sólo voy a decirte que sí le haces daño ya sabes lo qué pasará con tu estúpido rostro. — dijo y luego se acercó a Michael y Karen.