21; c a l u m

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    — Adivina quién soy. — unas manos se posaron sobre mis ojos.

— ¿Michael?

    Sacaron las manos de mis ojos, me giré  y pude ver a Marion con una mueca algo extraña.

— ¿Desde cuándo Michael tiene voz de mujer, Cal?

    Sentí como mis mejillas comenzaban a tomar color, me sentí ridículo.

    Después de haber hablado con Michael no había podido dejar de pensar en él y era desesperante. Había llamado a todas las personas Michael al menos una vez y todos me miraban de la misma forma.

— No lo sé. — reí. — Me ha pasado varias veces hoy.

— Ustedes son buenos amigos, ¿no? — se sentó a mi lado y asentí.

— Se podría decir que somos más que buenos amigos. — dije poniendo énfasis en el "más" mientras la miraba y le sonreía un poco.

    No estaba tan cerca de ella hace tanto tiempo que ya ni siquiera recordaba lo linda que era. Su cabello castaño oscuro la hacía ver tan pálida y la forma en la que maquillaba sus ojos, Dios, ella era perfecta. Sin embargo, ya no sentía ese cosquilleo en el estómago ni me ponía nervioso al tenerla cerca.

— Corre el rumor de que Michael es gay, ¿eso no te hace sentir incómodo? — dijo arrugando su linda nariz.

— En realidad no. — dije encogiéndome de hombros. — No hemos hablado sobre eso. — mentí.

— También dicen que él gusta de ti. — dijo y la miré.

— ¿Quién mierda dice eso? — hablé intentando sonar molesto.

— Ya sabes, los chicos del equipo de fútbol y los de basket también. Lo he oído de varias personas en realidad.

— Bueno, no creo que sea cierto. Él me lo diría.

— Bueno, cambiando de tema. — dijo sonriendo. — Adivina quién terminó con su novio.

— ¿Quién? — dije confundido y Marion puso los ojos en blanco.

— Yo, tontito.

    La miré varios segundos en silencio, no entendía por qué me decía esto. Ella me miraba como esperando a ver mi reacción y fruncí mis labios y reí un poco.

— ¿No vas a decirme nada?

— ¿Qué quieres que te diga? — pregunté y se encogió de hombros. — ¿Por qué terminaron?

— Porque era un imbécil. — dijo sonriendo. — Y la tenía pequeña, además.

    Reí bastante fuerte y ella rió conmigo. Nunca la había oído hablar de esos temas y eso me tomó por sorpresa.

    Cuando ya me calme ella me miraba con una linda sonrisa.

— ¿Por qué me cuentas esto, de todas formas? — dije y ella puso un mechón de cabello tras su oreja.

— Bueno, es que no lo sé, tú dijiste que yo te gustaba y creí que podíamos intentarlo.

    Si hace un par de meses ella me hubiese dicho eso, probablemente habría corrido, saltado, gritado y llorado de emoción. Pero en esos dos meses todo había cambiado; mi forma de pensar, mi forma de ver a los hombres, mis sentimientos. Todo había cambiado mucho.

    Cuando estaba pensando en qué responderle sin hacerla sentir mal mis ojos cayeron en un chico de cabello café y chaqueta de mezclilla que nos miraba desde una reja que estaba a unos diez metros de nosotros. Michael sacudió la reja enojado y luego se fue de ahí.

uncovered gay; malumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora