Capitulo 4 parte 2

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― ¡¿C-Como se te ocurrió eso?!

― Pero... si yo no dije nada ―me defiendo y me dirijo a Victorique buscando respuestas―... ¿Qué quieres decir?

― Ese cable ―vuelvo a voltearme hacia el detective Blois y los dos miramos el cable curiosos―. Si estaba estirado cruzando el camino...

Pude imaginármelo perfectamente: el cable atado con fuerza a dos árboles de cada lado del camino a una altura exacta y del otro lado el desconocido sobre su motocicleta conduciendo a toda velocidad hacia una trampa mortal.

El detective también lo comprende y me quita las esposas a regañadientes, claramente nada feliz. No puedo evitarlo y sonrió de alegría al sentir mis manos libres de nuevo. El detective se aleja, caminando hacia el elevador como si nada hubiera pasado.

— ¡Gracias, Victorique! ¡Me estremezco al pensar lo que habría sucedido sin ti! ¡Muchas gracias!

Escucho detrás de nosotros que la reja del elevador se cierra, Victorique se acerca para hablar con el detective.

— El verdadero culpable es una chica de pelo rubio. Uno de sus dedos está herido. Echa una mirada en los hospitales, Grevil.

— ¡¿Qué?! —la puerta del elevador se cierra y empieza a bajar— ¡E-Espera! ¡¿A qué te refieres con eso?!

El detective desaparece, Victorique se regresa a su lugar y la sigo curioso.

— Entonces, ¿qué quieres decir?

— Es el resultado de mi contemplación —Victorique se detiene y se voltea hacia mí—. La burbujeante fuente de la sabiduría me lo informo.

— ¿Te refieres a...? —levanto las manos y me encojo los hombros, no entiendo realmente de que habla.

— Muy bien. Lo articulare para ti —saca su pipa y se queda pensando un momento—. Piensa en esto: ¿Por qué el criminal pasaría por todos estos problemas usando un método tan complejo?

— No lo sé...

— Ella le temía a su víctima. El asesino es una mujer o un niño. Ella era inferior en tamaño a la víctima y por lo tanto escogió este método —Victorique se da la vuelta y sigue su camino.

— ¿Y qué pasa con el dedo herido?

— Había una mancha de sangre al final del cable pero no era de la víctima. Cuando termino de poner el cable o estaba por hacerlo, ella probablemente se cortó el dedo. Escapo sin limpiarlo debido a que tú estabas ahí.

— ¿Pero dijiste que era una chica de pelo rubio?

— Tiene relación con tu vergonzosa ensoñación —me sobresalto ante sus palabras y siento como mi cara se calienta—. Los humanos son criaturas visuales. Reaccionan al estímulo que el ojo puede ver. ¿Entiendes?

— S-Sí...

— ¿Entonces por qué tú, de todas las personas, sentiste lujuria en el camino esta mañana y comenzaste a soñar despierto en tu soledad?

— ¡N-No lo llames lujuria!

— De reojo viste a una chica de pelo rubio. Eso quedo ligado a tu ensoñación. Inconscientemente viste al asesino.

— ¿Vi al asesino? ¿Y ella era una chica de pelo rubio? ¿Pero porque ella haría algo como eso?

Victorique bosteza, tengo un mal presentimiento.

— Ya estoy aburrida de nuevo. Si vas a traerme acertijos, te pido que sean casos un poco más difíciles de descifrar.

— No vine aquí porque lo disfrutara...

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