Capitulo 4 parte 4

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Le da una mordida pero no cede, aprieta con fuerza hasta que por fin logra partirlo. Frunce la cara mientras intenta masticarlo.

― Es ridículamente solido, Kujo, ¿te parece delicioso esto? ―pregunta con la boca llena.

― ¡Olvida eso, estoy aquí por Avril! ¿Qué demonios era ese libro? ―me cruzo de brazos indignado al recordar― Y cuando le pregunte sobre su herida, se comporto de manera extraña.

― El caso de la motocicleta ya ha sido resuelto, ¿no?

― Pero algo me molesta...

― De todas formas, tú me dijiste que el momento en el que las puertas se abrieron, un cadáver cayo, lo cual significa que la última vez que las puertas fueron cerradas, una persona seguía con vida. Fue encerrado y uso hasta su último aliento buscando ayuda.

― La profesora Cecile dijo que la cripta no había sido usada desde hace ocho años. Entonces fue ahí cuando...

Me interrumpe el sonido del elevador y me volteo para ver quién es, aunque puedo adivinar fácilmente de quien se trata.

― ¡Ohhh, con que aquí estas, ardilla bebe! ―dice el detective al tiempo que se nos acerca con las manos en alto como si estuviera saludando a un viejo amigo.

― ¿Q-Quieres algo de mí? ―pregunto desconfiado, sigo sin olvidar la última vez que le pedí ayuda.

― Si, hablar un poco ―se lleva un puno a la boca como tosiendo―... Ejjem. Es sobre el caso del Caballero Momia ―sus ojos se desvían a Victorique pero tiene los ojos cerrados disfrutando el kaminari-okoshi ajena al alboroto del detective... El cadáver ha sido identificado. Parece que fue un joven llamado Maxim. Se había graduado de la academia, pero cada primavera, regresaría sin avisar, se quedaba un rato y luego seguía con su camino. Era excéntrico. Rumores de estafa, chantaje y robos le seguían a todas partes. Y luego, en la primavera de hace ocho años, parece que desapareció de la nada, pero...

―... ¿pero lo enterraron ahí? ―termino diciendo.

― Nadie había abierto las puertas de la cripta desde hace ocho años, Cuando una estudiante, Millie Marl, murió debido a una enfermedad. Antes de eso, una llave de la cripta había sido robada aparentemente, pero una nueva cerradura fue hecha y la nueva llave fue puesta bajo estricta custodia. Cuando dejaron a Millie Marl, Maxim no estaba ahí, claro ―el detective deja su tono serio y agita la mano con dramatismo―. Entonces, ¡¿Cómo y cuando fue que el llego ahí?! ¡¿Por qué estaba vestido de caballero?! ¡¿Cuál es el significado del ramillete en su pecho?! ¡¿Qué quiere decir todo eso?! ¡¿Eh?! ―de nuevo volvió a apuntarme como antes, como si yo tuviera las respuestas, o para empezar, como si yo alguna vez hubiera tenido las respuestas.

― No me preguntes a mi ―miro a Victorique suplicante―... ¡Hey, Victorique!

― Ahora esto sí es algo que mascar ―dice apenas con las mejillas hinchadas y llenas―... ¿Qué clase de flores eran? ―los dos nos sorprendemos ante su pregunta― ¿Qué clase de flores tenía en su pecho? ―vuelve a preguntar.

― Ejjem ―se aclara la garganta aparentando que nada paso y me mira al dar la respuesta―. Primulas, me contaron.

― ¿Te diste cuenta de algo?

― No. Necesito... una pieza más ―traga la comida y nos mira seria―. Ustedes dos, vayan a la cripta y vean si les falta un cadáver.

.

El sol caía afuera, aquí abajo el aire esta frio, se encendieron velas para alumbrar el interior pero eso no alejaba los fantasmas, después de todo estamos en una cripta. Varios cuerpos estaban sobre su propia lapida ordenados en columnas y cubiertos por una manta de pies a cabeza, en cierto modo eso los hacía ver a todos iguales.

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