Buenas. ¿Qué tal la pasaron en Navidad? Espero que les guste esta entrada, creo que logre mantener bien el ambiente pero opinen ustedes, después de todo son los lectores y lo que hago es para ustedes. Así que ya saben, se me está haciendo costumbre decir esto, comenten, voten, lo que quieran, es un mundo libre. Por cierto, la voz es de Maurice, lo quería poner en el anterior pero se me olvido y además puse la otra foto, así que disfruten la foto atrasada.
------------------------------------------------------------------------------------------------------
.
Capítulo 3
Las liebres rompen una promesa bajo el sol de la mañana
La tormenta no cede, levanta olas altas que azotan al barco que navega sin rumbo en medio del mar. Espero a que la bala llegue, sentir algún dolor punzante en mis brazos o en mis piernas o, peor, en el pecho, cerca de mi corazón. Pero nada llega. Abro los ojos y me sorprendo: Maurice esta muerto en el suelo con un hoyo de bala en la frente.
― M-Maurice esta…
Me doy la vuelta y veo a Julie detrás de nosotros con una pistola en una mano, apuntando a donde antes estaba Maurice. Su cara es seria, baja el arma con cuidado.
― ¡Julie! ―escucho decir a Ned al lado de mi.
― También encontré una, oculta en una lámpara de pared ―se defiende.
Ned se acerca a Maurice y le quita la pistola de la mano muerta. La mira durante un segundo pero no duda al lanzarla escaleras abajo.
― Tira tu arma también ―dice mirando a Julie, ella se queda quieta y Ned alza la mano hacia ella esperando recibir el arma―. Nuestra situación ya es lo suficientemente mala para sospechar uno del otro. A menos que tengas una razón para querer llevar un arma…
Julie carraspea pero lanza el arma por las mismas escaleras, se da la vuelta y camina sin mirarnos. Al pasar a mi lado por no fijarse choca conmigo y su bolso cae al suelo.
― ¡L-Lo siento! ―me disculpo de inmediato.
Victorique se acerca y levanta el bolso, lo mira durante un segundo pero luego se lo lanza suavemente. Julie lo atrapa y la mira agradecida.
― Gracias. Esta bien, vamos ―dice y continua caminando.
― Ah, claro ―contesto a su espalda. Victorique me vuelve a agarrar la mano y la miro sorprendido pero esta vez no digo nada.
.
Seguimos caminando, ahora los pasillos son parecidos a los de antes, donde estaban las habitaciones tan confusas. Ned camina al frente, juega de nuevo con su pelota de beisbol, le sigue Julie caminando con cuidado, luego Victorique aun con su cara tan seria y al último yo.
― Kujo, estabas gritando algo acerca de ser el tercer hijo de un soldado imperial ―me interroga Victorique mientras caminamos―. ¿En tu país tiene algún significado especial ser el tercer hijo?
― Puedo ser el tercer hijo, pero has de saber que mi registro académico es incluso mejor que el de mis hermanos ―digo con orgullo.
― ¿En tu país ―vuelve a intentar Victorique―, un tercer hijo superior es ascendido a “hijo mayor”?
― ¡Por supuesto que no! ―contesto de inmediato. Suelto mi mano y la llevo en puño a mi pecho― Simplemente es un asunto de… orgullo. Mis hermanos mayores siempre recibieron un trato especial. Así que pensé que me opondría a ellos trabajando duramente.
Llegamos al final del pasillo donde este se divide en dos que van hacia las laterales y en frente unas escaleras llevan arriba. Ned sube las escaleras sin prestar atención pero Julie se detiene y nos mira divertida. Victorique me sigue mirando seria, mis palabras no parecen sorprenderla.
― ¿Orgullo, eh? Kujo, no solo eres una buena persona, además eres ingenuo.
No digo nada, aun que me sorprende que Victorique piense así. Escuchamos un grito proveniente de las escaleras y todos nos volteamos sorprendidos.
― ¡Ned! ―grita Julie y todos la seguimos corriendo escaleras arriba. Al llegar a la mitad, en el descansillo de la escalera, encontramos a Ned en el suelo de espaldas contra la pared― ¡Ned!
Julie retrocede mirando asustada a Ned. Yo decido acercarme, alguien lo tiene que hacer. Una de sus manos esta torcida en la espalda, la agarro buscando el pulso.
― Demasiado tarde ―les digo suspirando―. No tiene pulso.
― Es… lo mismo ―escucho que dice Julie.
― Ven por aquí, Kujo ―me llama Victorique. La miro sorprendido pero su fleco rubio no me deja ver sus ojos.
― Espera un momento ―contesto aun arrodillado al lado de Ned―. Tenemos que investigar lo que causo la muerte de Ned.
― Eso no importa. Solo salgamos de aquí, Kujo.
Me levanto y la miro con reproche, sigue siendo indiferente ante la muerte.
― ¡Victorique, ¿incluso en un momento como este?! Tienes que controlar tu egoísmo… ―me interrumpo al notar como Victorique tiene los puños apretados y temblando.
― Estoy asustada ―dice con una voz débil y con los ojos cerrados―. Por favor quédate conmigo.
Abre los ojos y me mira fijamente, ahora se ven diferentes, de un color más verde como unos ojos indefensos suplicándome.
― Por favor, Kujo ―vuelve a insistir. Abro la boca sorprendido, nunca la había visto así. Cierro la boca pero no me muevo. ¿Así que Victorique estaba asustada todo este tiempo? Camino hasta ella y justo cuando me paro en frente de ella, agarra mi corbata y me jala hasta su estatura, me acerca hasta poder susurrar en mi oído―. ¡A este paso, seremos asesinados también!
ESTÁS LEYENDO
Sigock
Adventure1924. Mi nombre es Kujo Kazuya y a partir de hoy voy a ser un estudiante más en la Academia Santa Margarita de Saubure donde las historias de terror son lo más importante. Victorique también estudia en la academia pero nunca va a clases, se la pasa...