Capitulo 2 parte 4

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Todos olfatean el ambiente.

― Este aroma… ―digo sin poder descifrarlo, se me hace familiar… como…

― ¿El aroma de… la pintura fresca? –Julia completa lo que quiero decir.

― Y este vino –Victorique se encuentra en la parte del bar, de donde saca una botella de vino y la sirve en una copa―, de acuerdo a la etiqueta, la vendimia es de 1890. Un vino producido en Saubure, fermentado hace más de 30 años. Pero su tonalidad es clara y aun huele joven.

― ¿Qué significa eso?

― El lugar donde este vino fue fermentado quedo reducido a cenizas el verano de 1914, durante el estallido de la gran guerra. Ya no pueden conseguir este vino.

― Entonces la etiqueta es… ―Ned no completa la oración.

― Probablemente de una botella distinta.

― ¿Por qué alguien se tomaría todas esas molestias? ―pregunto algo confundido.

― Es obvio –Victorique camina hasta la puerta y se detiene para observarnos― para convertir este barco en una réplica perfecta.

― ¿Pero qué hay de las letras rojas sobre la pared? –Maurice se acerca de nuevo a Victorique apuntando la pared donde aun se ven las letras rojas sobre el tapis verde lleno de musgo― ¿y este salón? ¿Dónde fue a parar el cadáver?

― En lugar de una serie de palabras, hare que lo vean reconstruyendo el caos ―Victorique saca una pequeña pipa de uno de los bolsillos de su vestido, es una pipa blanca con unos adornos azules―. Cuando regresamos de la cubierta, entramos a esta habitación de manera natural, ¿pero por qué?

― Bueno, la puerta estaba abierta –Julie responde― todas las puertas de las otras habitaciones estaban cerradas.

― Exactamente. Muy bien, Kujo, intenta abrir esa puerta –al tiempo que lo dice señala la puerta que queda justo al frente.

Hago lo que me dice y en cuanto abro las puertas retrocedo sorprendido, no puedo creer lo que veo.

― Hay otro salón ahí ―digo haciéndome a un lado para que todos lo vean.

Es la habitación donde estábamos, el cadáver sigue en el suelo, la flecha en el cuadro sobre la chimenea, las letras rojas sobre el tapiz.

― Estábamos en esta habitación primero. Eso fue un truco simple. Y esas palabras sobre la pared, también. La respuesta me guio hacia la reconstrucción del caos ―dice mientras avanza por la habitación. Se acerca al bar que está justo al lado de la pared con las letras y empieza a buscar algo detrás de la barra. Cuando por fin lo encuentra se acerca a nosotros cargando un tapis del mismo color que las paredes―… esta justo aquí.

Parpadeo sorprendido.

― ¡¿Papel mural?!

― ¿Qué? ―dice Maurice con la boca abierta. Ned deja salir el aire con un silbido. Solo Julie se queda callada pero igual de sorprendida que nosotros.

― La duración del apagón fue tiempo suficiente para arrancar esa gran pieza de papel mural que cubría la pared que ya tenía las palabras escritas sobre si, ¿no están de acuerdo? ―Victorique deja el tapis en el suelo y nos mira tranquilamente.

― Vaya, es demasiado simple cuando sabes cómo fue hecho ―contesta Julie.

― Guau… ―digo acercándome a Victorique― ¡Eres increíble, Victorique!

Victorique levanta un dedo haciéndome callar.

― El sonido del agua…

Se escucha como algo explota y el agua corrió con más fuerza. Maurice se acuesta en el suelo y pega su oído al suelo para escuchar mejor.

― ¡Nos hundimos! –Maurice está alarmado.

― ¿Eh? ―¿es que esto nunca va a terminar?

― ¡Vamos a la sala de control y usemos la radio para pedir ayuda! ―sale corriendo sin esperar respuesta, todos nos miramos sorprendidos, ¿va a servir de algo?― ¿Qué hacen allí parados? ¿Quieren hundirse con el barco? ¡Si este barco es el Queen Berry, tenemos que bajar un piso para llegar a la sala de radio!

― ¿Por qué este barco tiene esa estructura tan molesta? –Julie se queja mientras sigue a Maurice mientras avanzamos corriendo por los pasillos, nadie se queda atrás.

Bajo los escalones y veo el elevador.

― ¡Un elevador! ―grito acercándome.

― ¡Detente! ―vuelve a gritar Maurice deteniéndome al instante. Lo miro sorprendido, detrás de mí el cable que sostiene al elevador cede dejando caer al elevador, me cubro con mis brazos retrocediendo por el susto. Todos nos acercamos para ver como el elevador desaparece en la oscuridad.

― ¡Vamos por las escaleras! –dice Julie.

Volvemos a correr por los pasillos, ahora unos blancos que parecen más sencillos que los de antes. Victorique y yo corremos detrás de todos, me detengo al notar que Victorique se atrasa. Corre tan rápido como puede, levantando la falda de su vestido para poder ver donde pisa y con cuidado para no tropezar.

― ¡Victorique! ―le digo ofreciendo mi mano para que se sostenga― Tómala.

Victorique me mira fijamente y luego mira mi mano aun extendida.

― ¿Qué es eso? ―pregunta con sinceridad.

La miro sorprendido.

― Después de todo, este es un lugar peligroso. Tómala.

Victorique infla sus mejillas poniéndose roja, me mira enojada.

― ¡Kujo, déjame decirte algo! ―escucho como los pasos de Julie se detienen― ¡Por alguna razón, nada es más irritante que tu intentando manejarme!

― ¡S-solo estaba preocupado por ti! ―me defiendo― ¡No tienes que hablarme así! ¡Obstinada mala perdedora!

― ¡¿Discúlpame?! ―grita dando un paso al frente, el suelo cede y los dos miramos el suelo que cedió bajo el pie de Victorique. No parece que sea por su peso, más bien parece…

Victorique me mira sorprendida y yo no lo pienso ni dos veces y salto sobre ella para quitarla del camino. Cubro su cabeza con mis manos y los dos caemos al suelo. Donde antes estábamos parados una flecha sale disparada aterrizando en la pared del otro lado.

― ¡Ouch! ―digo apartándome de Victorique para mirar la flecha― ¡¿Quién hubiera pensado que habría una trampa aquí también?!

― ¡Oigan todos! ―grita Ned apareciendo en uno de los pasillos de mas adelante― ¡Encontramos las escaleras justo adelante!

Me levanto y ayudo con cuidado a Victorique a hacer lo mismo.

.

Bajamos las escaleras, Julie se detiene y nos mira.

― Eres un buen chico ―dice amablemente y la miro sorprendido―. Hace un instante, la protegiste con todo tu corazón.

Julie sonríe y yo me sobresalto.

― N-No hice nada especial…

Ella se ríe y sigue bajando las escaleras.

― Los chicos siempre son así…

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