La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)

Capitulo 4

Una imagen  de como se vería Moar.

Henry estaba intentando controlar su mal humor tras ver a Liam y Jessica besarse en uno de los pasillos.

Pocas semanas después de comenzar el curso escuchó un rumor que decía que la chica y el Slytherin estaban saliendo, sin embargo, no se lo creyó, pues muchos chicos lanzaban rumores así para presumir ante sus amigos y llamar más la atención. Por desgracia la confirmación de ese absurdo rumor la obtuvo cuando vio a Jessica cogida de la mano de Liam y paseando por los jardines del colegio.

Desde ese momento se sintió furioso y, sobre todo, dolido. Era cierto que nunca intentó avanzar en su relación con Jessica, aunque sabía que ambos tenían sentimientos mutuos.

En ese momento se arrepentía, ya que Liam era uno de los mejores chicos con los que había estado la pequeña Zabini, pues el joven mago podía ser un poco arrogante e incluso prepotente en contadas ocasiones, pero en el fondo era un buen chico que estaba dispuesto a sacrificarse por aquellos que quería. Él lo sabía y por eso le dolía tanto, pues en ese momento veía la posibilidad de perderla para siempre.

Para su propio disgusto Henry sabía que Jessica se alejaba más y más, y en parte, él tenía la culpa, pues no dejó de estar rodeado de chicas, lo que enfureció a su amiga y la hizo acercarse a Liam.

Realmente él se asustó mucho al ver que era correspondido por ella en aquella fiesta a la que habían acudido sus familias aquel verano.

Como era costumbre los adultos estaban bebiendo y comiendo en una sala, mientras sus hijos estaban en otra. Blaise se fue con una chica y Jessica y él se quedaron solos, rodeados de personas que no conocían, así que decidieron alejarse del lugar y salir al jardín.

Henry tenía sentimientos por ella desde el primer año que se conocieron en Hogwarts, aunque se vieron en fiestas como aquellas y llamó su atención, pero nunca hablaron antes.

No fue hasta que comenzaron a convivir en la escuela que se enamoró perdidamente de ella. Sin embargo, tenía miedo, porque era la primera vez que le gustaba una chica y no sabía cómo comportarse, sobre todo, siendo la hija de la familia Zabini. No mentiría al decir que al principio aquel apellido le disuadió de acercarse a Jessica con intenciones románticas, y después se vio arrastrado por el comportamiento conquistador de sus amigos, aunque nunca dejó de pensar en ella.

Aquella noche robaron una botella de vino para probarlo y con el efecto del alcohol se dejaron llevar y terminaron haciendo más cosas que besarse, lo cual sorprendió a ambos, pues a pesar de la fama que ambos cosecharon, fue su primera vez.

Sin embargo, aquello quedó como un suceso que ninguno compartiría con nadie ni siquiera entre ellos mismos.

Henry mantuvo su imagen de chico coqueto y Jessica encontró una persona con la que salir, aunque ambos sabían que se hacían daño mutuamente, pero eran incapaces de arriesgarse a perder definitivamente su amistad o por lo menos, lo que quedaba de ella.

Estaba harto, era la primera vez que pasaban tanto tiempo sin hablarse y aquello le comenzaba a molestar demasiado, sobre todo, porque ella le seguía esquivando cada vez que se intentaba acercar.

-Reena no quiero que sigamos así por un maldito pajarraco- se tumbó en la cama de su amiga. Aprovechó que sus compañeras de habitación no estaban para ir a verla y poder hablar con tranquilidad.

-Era un hipogrifo y desde el primer momento dijeron que no se le debía insultar nunca- encogió las piernas para evitar que el chico la aplastase.

-Casi pierdo un brazo y ni siquiera me cuidaste- la acusó el rubio con una mirada triste-. Eres mi mejor amiga y me abandonaste.