Henry le pidió mil veces perdón a Reena. Se sentía muy mal por haber sacado aquel tema de conversación sin comprender que aquello afectaría negativamente a la joven maga. Y aunque ella le perdonó, Draco no lo hizo inmediatamente.
Henry era su amigo, y sabía que pocas veces metía tanto la pata como aquella vez, pero había hecho daño a la chica que quería y le costaba hablarle como siempre.
Por suerte para Henry, la semana avanzaba entre clases y nervios por la llegada de los estudiantes de los colegios extranjeros y el posterior inicio del Torneo de los Tres Magos. Aunque lo que más se comentaba por los pasillos eran las clases del nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, Alastor Mooody, un exauror de aspecto bastante aterrador, sobre todo para los alumnos de primer año, pues su rostro estaba surcado de cicatrices, le faltaba parte de la nariz y un ojo, que había reemplazado por uno mágico de un color azul eléctrico y el cual le permitía ver más allá de lo normal. Además, el profesor hacia uso de un bastón, pues también le faltaba una pierna. No solo su aspecto físico intimidaba, sino su aura y su forma de dar clase eran aterradoras para los jóvenes magos que ya las habían tenido.
Reena conocía bastante bien a aquel hombre, pues desde su infancia le había visto infinidad de veces en su casa, incluso había llegado a entrenarla durante un breve periodo de tiempo, algo que la chica quería olvidar con todas sus fuerzas, pero que no lograría al tenerlo aquel año como uno de sus profesores. Sabía que aquel hombre estaba relacionado con su familia, pero nunca consiguió averiguar con quién o qué.
- ¿En qué piensas? - la voz susurrante de Draco provocó que un escalofrío le recorriese la espalda. Al girar el rosto vio el de su amigo muy cerca y con expresión divertida, pero interrogante.
-En nada en particular- volvió a fijar su mirada en el lago que tenían delante. Mirar el movimiento del agua siempre había conseguido relajarla-. Tengo muchas ganas de que termine esta semana.
-Antes de que eso ocurra tienes que entregar un trabajo de diez pergaminos a Binns- le recordó Draco con una amarga sonrisa. El profesor de Historia de la Magia les había mandado un trabajo en la primera semana de clase, y no un trabajo pequeño, sino uno de investigación, por lo que los alumnos de cuarto curso se habían pasado casi todo su tiempo libre en la biblioteca haciendo aquel maldito trabajo-. Aunque tu tienes una ventaja al tener a varios Guardianes- Reena le miró sin comprender que quería decir-. ¿Cuántos años tienen? ¿quinientos, ochocientos?
-El más mayor es Phyros y solo tiene diecies años- él miró a los grandes lobos con recelo. Había escuchado decir que algunos Guardianes tenían más de mil años, por lo que supuso que salvo Moar, el cual había nacido el mismo día que Reena, el resto serían mucho mayores-. Pero es un secreto, no queremos que su reputación se vea perjudicada si alguien se entera de que son tan jóvenes.
-Por supuesto, no quiero ser participe de arruinar la reputación de unos lobos gigantes que me pueden arrancar la cabeza con una de sus zarpas- una sonrisa pícara se dibujó en su rostro-. Reena solo con mirarlos ya se te quitan las ganas de acercarte a ellos. A la gente le dará igual si tienen dos años o mil.
-No tienes nada de qué preocuparte- apoyó la cabeza en el hombro de su amigo-. Sabes que a no ser que hagas algo muy muy, pero que muy malo, Moar no te hará nunca nada.
-Lo tendré en cuenta para la próxima vez que discutamos- ella se rio, pues sabía que por mucho que ellos se enfadasen, Moar nunca atacaría a Draco, pues le tenía mucho cariño al rubio y, también, sabía que ella sufriría si le pasase algo.
-Ahora que todo ha quedado claro, vamos a clase- se levantó del suelo mientras sacudía de su falda los restos de hierba que se le habían pegado.
-Quiero besarte- le susurró el rubio cuando se levantó también del suelo-. Necesito besarte- el rostro de la chica se sonrojó a más no poder, pues ella también tenía aquella necesidad, porque salvo por la primera noche que durmieron juntos, no habían encontrado el momento para hacerlo.
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La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)
Fiksi PenggemarDraco Malfoy es conocido por pertenecer a una de las familias más poderosas entre los magos, pero todo cambia cuando su amiga de la infancia se convierte en algo más y todo su mundo da un giro de 180º Descubre la historia de Draco y Reena y el resto...