La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)

Capitulo 16

-Bienvenidos al Torneo de los Tres Magos- el profesor Dumbledore estaba situado en el palco central con su varita apuntando hacia su garganta para poder utilizar un hechizo que ampliara su voz y así todos los presentes le pudieran escuchar. A sus lados estaban sentados los directos de las otras dos escuelas atentos a lo que pasaría en la primera prueba del torneo-. Daremos inicio a la primera prueba que tendrán que asumir nuestros campeones- el público aplaudía entusiasmado-. Esta será una prueba donde deben demostrar su valor ante una situación...complicada. Para superarla tendrán que coger el huevo dorado que está situado en aquel nido, pero si quieren conseguirlo tendrán que ingeniárselas para poder robar a un dragón- el fuerte rugido del animal se escuchó por todo el lugar, alterando a los espectadores. Asombrados y asustados pudieron ver como del interior de una cueva salieron diez magos sujetando las cadenas de un Hocicorto Sueco con una preciosas escamas azules brillantes-. Que entre nuestro primer campeón- una potente llamarada azul asustó al público.

Cedrid Diggory apareció ante la atenta mirada de los presentes, los cuales guardaban un sepulcral silencio para no poner más nervioso al joven, el cual parecía estar bastante indeciso.

Al detectarle, el dragón le atacó con su fuego, a lo cual Cedrid tuvo que esquivarlo, y para sorpresa y desconcierto de todos, transformó una piedra en un perro para distraer al dragón, mientras él se acercaba al nido y cogía el huevo. La mala suerte persiguió al chico, pues el dragón se dio cuenta de lo que hacía y lanzó una nueva llamarada que hirió a Cedrid en la mejilla.

Todo el estadio estalló en aplausos al comprobar que el mago tenía el huevo en la mano, aunque su forma de afrontar el problema del huevo fue algo raro, pero efectivo o por lo menos eso pensó Reena.

-Era el único que no sabía nada de la prueba hasta que Harry se lo dijo- Moar permanecía tumbado pegado a la chica. Ambos necesitaban ese contacto mental y físico.

-Menos mal que lo hizo, pero debe ser difícil pensar una estrategía para enfrentarse a un dragón.

Dumbledore se levantó de su asiento aplaudiendo a su alumno y listo para continuar con el resto de participantes.

-Muy impresionante señor Diggory- el siguiente dragón salió de la cueva. En esta ocasión era un precioso Gales Verde-. Que entre el siguiente campeón.

Fleur Delacour salió de la tienda con el estadio otra vez en absoluto silencio. Ella fue más rápida que Cedrid y lanzó un hechizo contra el dragón nada más llegar a su lado para que este se quedara dormido. Con mucha cautela se acercó al nido para coger el huevo dorado, pero en ese momento el dragón roncó y lanzó una pequeña llamarada que prendió fuego la falda de Fleur. La joven era de reacción rápida y con urgencia apagó el fuego de su falda y cogió el huevo dorado del nido.

-Una excelente demostración señorita Delacour- todos aplaudían asombrados por los rápidos reflejos de la joven francesa, pues no dudó al actuar. El siguiente dragón fue un magnífico ejemplar de Bola de Fuego Chino con una escamas escarlatas y una hilera de astas doradas alrededor de la cabeza que le daban un aspecto muy amenazador-. Que salga el siguiente campeón.

El estadio estalló en gritos al aparecer Viktor Krum, el cual se dirigió directamente al dragón apuntándole con la varita para lanzar un conjuro de conjuntivitis. Por desgracia, aquella no fue una buena decisión, porque al tambalearse, el dragón aplastó varios huevos.

Viktor Krum cogió el huevo dorado y lo alzó para mostrárselo al público.

-Lamento anunciar que por provocar que el dragón rompa varios huevos el señor Krum será penalizado- el último dragón salió de la cueva ante el asombro de todos los presentes. Este era un Colacuerno Húngaro, una de las razas más peligrosas que existía, y el cual tenía escamas negras recubriendo su cuerpo, cuernos broncíneos y pinchos de un color similar que recorrían su larga cola de reptil. Además, su llamarada tenía tal potencia, que se tuvieron que reforzar los escudos que protegían al público-. Que salga el último campeón.