La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)

Capitulo 7

No sabía cómo habían podido hacer una estupidez así, pero era imperdonable. Pudieron perdonar lo que había ocurrido en el pasado, ya que muchos tomaron esa decisión por miedo, pero lo del Mundial había sido lo último que podían soportar.

Le dolía en el corazón, pues eran grandes amigas desde que se conocieron en Hogwarts, pero no podía permitir que su familia se viese arrastrada por ellos, y mucho menos cuando no mostraban ni una pizca de arrepentimiento por lo sucedido. Aunque juraron y perjuraron que ninguno de ellos había invocado la Marca Tenebrosa, algo difícil de creer tras ver su actuación aquella noche.

Narcisa lo supo cuando la vio al día siguiente. Se había terminado. Aquella amistad que había cultivado con tanto cariño se había terminado y no solo le afectaría a ella, Reena y Draco sufrirían las consecuencias de la peor manera posible.

- ¿Alguien ha visto a Reena? - Jessica se sentó en su asiento junto a Henry- No la he visto subir al tren y ya está a punto de salir.

-Desde el día del Mundial de Quidditch no la he vuelto a ver- Draco miraba distraído por la ventana, llevaba una semana sin saber nada de su... ¿Qué se suponía que eran? Nunca lo habían llegado a hablar, pero siendo sinceros habían avanzado mucho durante aquel verano, por lo que podría considerar que por lo menos eran una pareja romántica.

- ¿Creéis que sus padres no la dejaran volver? - todos se giraron hacia la morena sorprendidos por sus palabras-. Puede que después de lo del Mundial no quieren que vuelva a Hogwarts para que pueda entrenar y así volverse una máquina de matar- Draco suspiró hastiado por sus palabras. Nunca sabían que podía soltar aquella chica, pues un momento te decía la mayor estupidez y al segundo siguiente lo más inteligente que pudieses escuchar.

-Jessica a veces se me olvida que tus teorías nunca tienen sentido- Henry miró a la chica riéndose, ella le devolvió la mira fulminándole. No lo había dicho por decir, sino porque estaba muy preocupada al no ver a su amiga en su asiento junto a Draco. No sabía que había pasado durante el Mundial con ella, pero sí que su padre los había enviado a casa nada más finalizar. Hasta el día siguiente no se enteraron de lo sucedido allí-. Sabes que te quiero- depositó un beso en la mejilla de la chica. Aquel contacto seguía pareciéndole muy extraño, pero era agradable y siempre se quedaba con ganas de más.

-No hace falta que la quieras tanto- Blaise se cambió se asiento y se sentó entre la pareja-. Sigue siendo mi hermana dos minutos pequeña.

-Lo sé, pero es mi novia, por si te has olvidado de ese dato- Draco miró a sus amigos sorprendido. No sabía cuándo había sucedido, ni porque nadie le había dicho nada. Estaba seguro de que Reena tampoco lo sabría-. Y volviendo al tema de Reena, ¿nadie ha pensado que, ya que los cazadores se encargan de la seguridad del Torneo de los Tres Magos, ella irá con ellos? – aquella teoría les cuadraba más que la de la morena.

Por su parte, Draco miraba la ventana sin escuchar la discusión de sus compañeros de casa. No había podido hablar con Reena desde que la madre de esta le ordenó ir al bosque al encuentro de su propia madre. Aquella noche su padre y algunos amigos se habían emborrachado y habían pensado que sería buena idea aterrorizar a los muggles que dirigían el camping. Su madre había sido quién le había insinuada que era mejor alejar a Reena de todo aquel alboroto, pues creía que no pasaría a mayores. Sin embargo, ninguno se imaginó que se les iría tanto de las manos, sobre todo, cuando alguien decidió que era buena idea invocar la Marca Tenebrosa en el cielo.

Draco había escuchado las posteriores discusiones de sus padres y por el momento ninguno de ellos sabía quién lo había hecho, pero le había preocupado mucho escucharlos hablar sobre la ruptura de su amistad con la familia Corilia. Su madre estaba muy dolida y disgustada, pues apreciaba mucho su amistad y ahora estaba rota.