La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)

Capitulo 18

La Sala Común de Slytherin estaba a oscuras cuando llegó, lo que le indicaba que sus compañeros seguramente ya estarían durmiendo, porque era casi medianoche. Con cuidado avanzó hasta su propia habitación con la esperanza de no despertar a nadie.

-¡Reena!- la voz sorprendida de Pansy y Jessica la sobresaltaron-. ¿Dónde estabas?- Jessica se acercó a ella con lágrimas en los ojos-. Estábamos muy preocupados por ti- la morena la abrazó con fuerza, lo que ocasionó que Reena se quejara, pues aunque su espalda estaba mucho mejor, todavía le faltaba un poco para estar completamente curada.

-Jessica me haces daño- Pansy la miraba preocupada, pues vio la expresión de la joven maga cuando fue atrapada por el abrazo de su amiga.

-¿Estás herida?- Reena negó con la cabeza.

-Nada que no se cure en unos días- intentó sonreír alegre, pero estaba agotada y necesitaba descansar.

-¿Es grave?- Jessica se comenzó a mover a su alrededor buscando heridas-. Dime la verdad- las lágrimas acudieron a sus ojos impidiendo que pudiera continuar hablando-. Tengo que decirle a Draco que estás bien. El pobre estaba muy preocupado por ti.

-No lo hagas, es muy tarde y estará durmiendo- consiguió sujetar a Jessica antes de que saliera por la puerta-. Estoy bien, y lo único que tengo es un arañazo un poco grande, pero se curará en nada- unos curiosos ojos verdes la miraba desde su almohada-. Medianoche ¿me has echado de menos?- el gato ronroneó feliz de ver a la maga-. Seguro que has aprovechado para dormir en mi almohada- para sorpresa de las tres chicas el animal se levantó y se dirigió a la puerta. Al verla cerrada maulló para que la dejaran salir-. Si, me has echado mucho de menos- bufó molesta al ver cómo se iba cuando Pansy la dejó salir.

-Querrá cazar algún rato o algo de eso- le dijo Jessica divertida por la actitud del gato. Era cierto que normalmente no hacía caso a nadie, salvo de vez en cuando a Reena.

-Mientras no me lo traiga a mi cama- la chica se dispuso a cambiarse para dormir, pero se acordó tarde de la herida de sus espalda-. Jessica antes de que te alteres te recuerdo que es un arañazo- las dos magas no salían de su asombro al ver la espalda de Reena. Allí se apreciaban tres largas rajas que iban desde el hombro derecho hasta la cadera.

-¡¿Un arañazo?!- Jessica no pudo decir nada más porque la puerta se abrió de golpe.

-¡Reena!- el rubio entró alterado a la habitación.

-Draco ¿no ves que se está cambiando?- asombradas vieron a Medianoche pasar entre las piernas del rubio y subirse a la cama de la maga-. ¿Has ido a buscarle?- Jessica no salía de su asombro-. Eres un gato muy listo.

-¿Qué te ha pasado?- horrorizado no podía apartar su mirada de la espalda de la chica-. Deberías estar en la enfermería o, mejor dicho, en el hospital.

-Draco tranquilizate- se sentía incómoda, pues solo tenía la camiseta que se acaba de quitar para taparse el desnudo torso-. Me han dado el alta y en nada estaré curada- el rubio quería seguir protestando, pero ella no le dejó-. Moar me estuvo curando y ya estoy bien. Con los ungüentos que me han dado en unos días estaré como nueva.

-¿Nos vas a contar que te ha pasado?- Henry permanecía apoyado en el cerco de la puerta con Blaise a su lado. Jessica en un acto reflejo tapó los ojos de su novio y su hermano para que no vieran a Reena-. Mi amor eres la única mujer a la que miro con deseo- Blaise bufó molesto por aquel comentario.

-Asume que tu hermana tiene una vida sexual muy interesante conmigo- quería pegarle y después descuartirzale para tirar sus restos al mar.

-Chicos si no os importa me voy a poner el pijama y después podemos hablar tranquilamente- muy incómoda con aquella situación Reena cogió como pudo el pijama que guardaba bajo su almohada y se dirigió al baño bajo la atenta mirada preocupada de Draco.