Capitulo 11

245 18 4
                                    

En una idea de como sería Henry.

El otoño avanzaba rápidamente en Hogwarts y los alumnos de Beauxbatons parecían no llevar muy bien aquellas temperaturas, en cambio los alumnos de Durmstrang estaban muy cómodos, incluso más de uno se quejaba del calor de aquel lugar.

Reena se sorprendía por lo rápido que algunos alumnos se adaptaron a la presencia de los alumnos de las otras escuelas, mientras que a ella le seguía incomodando cuando estaban cerca.

El ambiente en la escuela era cada vez más tenso por la próxima elección de los tres campeones del Torneo de los Tres Magos. A aquella alturas todos los alumnos de Durmstrang y Beauxbatons ya habían echado sus nombres en el cáliz y algunos alumnos de Hogwarts también, incluyendo a los gemelos Weasley, los cuales inventaron una poción para envejecer y así poder cruzar el círculo mágico que Dumbledore puso alrededor del cáliz. Sin embargo, esa estrategia les salió mal y ambos acabaron en la enfermería siendo severamente regañados por la enfermera y la profesora McGonagall.

Por su parte, Jessica observaba fijamente el cáliz desde hacía casi una hora. Durante varios días pensó detenidamente en la forma de poder sortear el círculo mágico para introducir su nombre en él. Aunque el fracaso de los gemelos Weasley la desmotivó, pues estos solían ser muy buenos en la creación de pociones y artilugios. Por ese motivo pidió ayuda a Terra, pero la guardiana se negó rotundamente alegando que no podía hacer nada para sortear aquel círculo mágico y que, además, eso iría en contra de las normas del Torneo. En su desesperación decidió pedirle a alumnos del último curso que introdujeran su nombre por ella, pero también se negaron.

- ¿Qué haces mi amor? – Jessica estaba tan concentrada que no se dio cuenta de la llegada del chico hasta que este le susurró al oído.

-Medito- dijo algo distraída.

-Ni lo pienses Jessica- su voz sonó algo seria.

-No sabes en lo que estoy pensando- protestó-. Ahora mismo podría estar pensando en arrancarte la ropa.

-Jessica te conozco muy bien y sé que no estás pensando en eso- una pícara sonrisa se dibujó en el rostro del moreno, lo cual conseguía agitar el corazón de la maga-. Tu linda cabecita está buscando la forma de cruzar ese círculo mágico para introducir tu nombre en el cáliz.

-No estoy...- quiso protestar, pero la mirada de Henry no admitía réplica, pues ambos sabían que tenía razón-. Me asustas, pero esa inteligencia también me pone mucho.

-Vámonos- cogió la mano de la chica para alejarla del lugar-. No quiero ver como se te ocurre alguna idea descabellada.

-Obviamente primero haría algún experimento para no acabar como los gemelos Weasley.

-No quiero que termines así- su sonrisa se borró al ver la seriedad en el rostro de la morena.

-Yo solo quiero participar- paró de andar deteniendo también al chico-. Yo...quiero que mi padre se sienta orgulloso de mi por una vez en la vida. Que crea que sirvo para algo más que no sea casarse con un mago rico y viejo que le convenga a él para cualquiera de sus negocios- los ojos se le llenaron de lágrimas que intentaba contener, pero le parecía casi imposible. Nunca quiso que Henry la viera así, pues se sentía demasiado vulnerable y odiaba que sintieran pena por ella-. No quiero que me siga despreciando, solo que me diga que está orgulloso- Henry la acercó a él para envolverla entre sus brazos. Le partía el corazón lo que decía, porque ella siempre la vio de una manera totalmente diferente a como lo hacía su progenitor

-Mi amor no tienes que participar en el torneo para que te diga eso, porque ya eres una gran maga, y si él no lo ve, es porque está ciego- Jessica se aferró al cuerpo de su novio intentando contener las lágrimas, pero le era imposible-. Además, soy joven, algo rico y te quiero con locura- una débil sonrisa se formó en su triste rostro-. Soy un gran partido, y tu madre está de acuerdo conmigo. Jessica yo estoy muy orgulloso de ti y te repito que te quiero con locura- secó las lágrimas de la chica, mientras repartía varios besos por su rostro hasta capturar sus labios en un dulce beso-. ¿Cuántos padres pueden presumir de que su hija haya sido elegida por un guardián como compañera?

La Cazadora de Serpientes (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora