¿ Cómo todo pordía ir tan rápido?. Apenas me enteré de que pasaba el tiempo y de que lo que menos esperaba iba llegando poco a poco. Soy una chica a la que no le gusta darse cuenta de las cosas, no me gusta planear nada pero debía aceptar que lo que tuviese que pasar pasaría, por mucho que yo lo negara...
La semana pasó como si de segundo se tratase, nada diferente, todo muy normal. Finn seguía sin hablarme, tenía la esperanza de que pronto se le pasase el cabreo pero cada día que pasaba iba perdiéndola.
Había quedado unas cuantas veces con Sara y ella me había estado explicando todo, me había enseñado el campus para que me fuera acostumbrando a él, me apunté en las mejores clases de Relaciones Públicas y Turismo con los mejores profesores, tenía muchas ganas de empezarlo todo.
Por otro lado ya había solicitado plaza en una autoescuela para poder sacarme el carnet de conducir.
Era Lunes, seis de la mañana, mis clases comenzaban a las nueve por lo que aún tenía tiempo de sobra para prepararme.
Me levanté de la cama dando un salto y posando mis pies en el suelo, bajé las escaleras, como siempre tropezandome con el último escalón.
No sabía por qué siempre ese maldito escalón era capaz de sacar la mayor torpeza que se encontraba en mí, quizás era por culpa de la moqueta o que mis pies se posicionaban mal al girarme para colocarlos en él.
Busqué mis llaves en la mesita de la entrada, en el segundo cajón de la parte derecha, y abrí la puerta. Un simpático cartero llamado Jeff con el que ya me había encontrado un par de veces estaba en mi buzón metiendo las cartas que me habían llegado.
- Jeff no te molestes, ya las cojo yo.
No era muy bueno con el español, la verdad es que no entendió la mitad de las palabras que dije, pero si entendió lo que quise decir al estirar mi mano para coger las cartas que iban a ser depositadas en mi buzón.
- Oh, sorry. Tú sabes que yo no ser bueno enough con el español.
Su intento de formar una pequeña frase mezclando dos idiomas a la vez me provocó una risa floja, tampoco quería ser muy grosera.
Jeff era un hombre muy simpático, pero cuando se trataba de aprender idiomas no era muy bueno. Me encantó el esfuerzo que tuvo al contestarme.
- No pasa nada, it's ok, thank you.
Tampoco quería ser tan mala como para hablarle en un idioma que no entendía, así que saqué probecho de mis clases de inglés para contestarle y que se sintiera a gusto.
Me despedí de él agitando la mano y me dirigí al interior de mi casa. Fui a la cocina y lancé la vista hacia el reloj, las seis y cuarto, aún tenía tiempo de sobra. Abrí la nevera sacando el bote de zumo de naranja, me encantaba ese zumo, y eché un poco en un vaso que cogí de la repisa.
Me senté en la mesa para poder desayunar y a la vez abrir las cartas que había recogido, las tostadas estaban en la tostadora y la mantequilla sobre la mesa.
Nada más encontraba publicidad y cartas del banco entre ellas, pero encontré una en el suelo. No tenía nombre ni dirección, la verdad es que me preocupaba un poco porque sólo tenía mi nombre puesto en ella.
'' Lucy , siento mucho haber sido así de tonto. Sé que me he pasado al no hablarte en tanto tiempo, me gustaría quedar contigo y poder desahogarme.
También quería decirte que recibí todos tus mensajes y que tuve que luchar mucho para no contestarlos, no sabes cuanto me ha costado no hacerlo, también entiendo lo mal que lo has tenido que pasar a perder un amigo.
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Shadow
RomansaUna chica de un pueblo pequeño cumple su sueño y va a uno de los sitios más maravillosos del mundo LONDRES. Allí conoce a una de las personas más importantes de su vida, una con la que quiere rehacer su vida y olvidarse de la mierda del pasado. Pero...