Abrió una de las tapas de la cesta y de ella sacó unos recipientes con spaggettis, perfecto....
Las dos únicas comidas en las que me sentía como un cerdo cuando me las comía se juntaron para arruinar mi tarde, mi expresión cambió repentinamente.
- ¿ Pasa algo?- Kyle sonaba un tanto preocupado ante mi reacción- Si no te gusta podría...
- No, no, me encanta, de verdad- interrumpí sus palabras- Sólo es que...
- Es que, ¿ qué, Lucy? Puedes decírmelo.
Sus labios se curvaron mostrándome una pequeña sonrisa risueña, parecía un niño inocente, un Kyle distinto al de antes.
- Prométeme que no te reirás.
Asintió con su cabeza, aunque sus promesas no es que las cumpliera, si pienso en el incidente de el espejo retrovisor del coche...
- Me siento inútil al comer estas cosas...- me ruboricé y mis mejillas se sonrojaron- Siempre acabo manchándome como un bebé.
Soltó una pequeña carcajada, al ver mi cara se tapó inmediatamente la boca con la mano intentando pararla.
- Me prometiste que no te reirías- estaba un poco cabreada.
- Y después de lo del coche, ¿ sigues creyéndome cuando te asiento?- sonaba un poco divertido.
Me volví como una niña pequeña, apreté mi mandíbula e impedí que el aire saliera por mi boca. Estaba un tanto cabreada por la estúpida actitud inmadura de Kyle, pero no me podía resistir a él.
- Si quieres te puedo enseñar.- se acercó lentamente hacia donde yo estaba- Podemos aprender juntos.
¡ Venga ya!
Ni si quiera tenía hambre y mucho menos con ese hombre a tres centímetros de mí.
Lo único que quería era quitarle las calzonas y ponerme encima de él, tal y cómo a él le gusta. Hacerle mío, para siempre...
- Creo que ya he aprendido demasiado contigo.- solté una indirecta que él no entendió.
- En todo caso puedo moderla yo y pasártela a ti...- la verdad es que estaría mucho mejor.
- Claro, el concepto de tener la sandía llena de tu saliva en mi boca me encanta.- en realidad si...
Parecía divertirse con mis respuestas, era un niño pequeño, a pesar de sus años y toda esa masa de músculo tan bien repartida por todo su cuerpo.
No entiendo por qué no quería hablar sobre él, sobre su familia.
Yo sólo quería saber más, conocerle de otra manera a demás de labio contra labio. Su película favorita, su color...
- Esto está muy bueno, pero mi favorito son los tacos.- vaya, algo sobre él...
- Así que no vas a responderme a ninguna de mis preguntas sobre ti, ¿ no?- cambié de tema para intentar persuadirle.
- No- dijo sécamente.
Me acerqué cada vez más hacia él, haciendo que la distancia desapareciera.
Empujé sus piernas con mis manos, abriéndolas y dejándome el espacio suficiente para sentarme entre ellas.
Su respiración aumentaba el ritmo y cerraba los ojos con intención de controlar su cuerpo, pero la que estaba realmente nerviosa era yo.
Me senté, posando cada una de mis piernas a cada lado de sus caderas, y me dirigí a su oído. Sabía que la oreja era una de las partes más sensibles de Kyle.
ESTÁS LEYENDO
Shadow
RomanceUna chica de un pueblo pequeño cumple su sueño y va a uno de los sitios más maravillosos del mundo LONDRES. Allí conoce a una de las personas más importantes de su vida, una con la que quiere rehacer su vida y olvidarse de la mierda del pasado. Pero...