Capítulo 18

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Narra Lucy:

Salí de la ducha, es ya casi la hora de almorzar. Estoy cansada, cogí el telefono y llamé a Finn.

- ¿ Qué tal, Lucy?

La voz de Finn suena como siempre, tan feliz y divertida. No sé cómo explicarle el tema de Kyle. 

Al principio se lo iba a contar como se lo conté a Sara, pero luego lo que me dijo ella de que tuviese cuidado al contárselo me desconcertó. 

¿ Seguirá Finn sintiendo cosas por mí? No creo que sea cierto.

- ¿ Vienes, no?

No se lo voy a decir por teléfono, esperaré a que viniese a casa para contárselo todo mejor y poder ver la expresión de su cara.

- Claro, ¿ a las cinco?

- Sí, aquí nos vemos.

- Adios.

Colgué el teléfono. Necesitaba comprarme un móvil, todo era mucho más fácil por mensaje. Cuando hablaba con alguien al que no tenía mucho que contar, la conversación se volvía un poco incómoda. 

La idea del móvil tuvo que esperar, porque un domingo no abren las tiendas. Al día siguiente después de clases iría a ver.

Eran las dos en punto. No tenía ganas de comer, sentía unas nauseas increíbles. Alcancé mi portátil, que estaba encima de la encimera, y lo encendí. 

Tardó un rato, estaba un poco anticuado. Abrí mi e-mail  y busqué entre mis contactos a mi madre. Comencé a escribir...

' Hola mamá. Te echo mucho de menos. Todo por aquí ha cambiado. He encontrado a un chico, Kyle. Te caería muy bien.  Es muy divertido y me hace muy feliz. Te sorprendería lo bien que me van las cosas, las clases también van muy bien. Siento no poder responder a tus mensajes o llamadas, me he quedado sin móvil. Pronto me compraré uno nuevo. Ojalá estuvierais aquí.

     Os quiero mucho.'' 

Hacía ya un tiempo que no contactaba con ellos, les echaba mucho de menos. Aveces una niña necesita los consejos de su madre, necesita que le digan que hacer en algunos casos. 

Yo quería tener una relación con mi madre de esas en las que le presento a mi novio, comemos los domingos todos juntos... Pero la distancia nos separaba, al igual que nuestros problemas.

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' Tock, tock '

Eran las cinco, la puerta estaba sonando. ¿ Por qué Kyle no golpeó la puerta cómo o está haciendo Finn? Bueno, eso es lo de menos. Me tenía que enfrentar a mis problemas.

Me levanté del sofá y respiré hondo al abrir la puerta. Finn estaba ahí depié, guapísimo.

- ¡ Qué de tiempo!- me cogió de la cintura, y abrazándome, me levanto del suelo- Estas preciosa.

No quería que se comportase bien conmigo, me daba pena contárselo de esa manera. 

- Finn, antes de nada tengo que contarte algo.

No podía esperar. Si hubiese dejado el tema para el final iba a estar toda la tarde comportándome como una rara. Él se merecía más que eso, se merecía mi sinceridad.

- Claro, ¿ qué pasa?

Le llevé al salón y me senté a su lado. Las palabras no salían de mi boca y todo por culpa de los pensamientos de Sara. 

Quizás hubiera debido de juntar a ellos dos para no tener que preocuparme más por nada, pero ella le hubiera hecho más daño que yo.

Empecé ha hablar, a contarle todo... El tropiezo, el encuentro, los cafés, la ventana... Él no decía nada, cada vez me sentía más incómoda con el silencio que se apoderó del salón.

ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora