- Por cierto, mi nombre es Kyle. ¿ Cuál es el tuyo?
Ya estábamos dentro de la casa, era increíble que nos hubiésemos llevado media hora hablando sin sabernos los nombres.
Saqué dos tazas de la despensa y deposité café en ellas.
- Mi nombre es Lucía, pero puedes llamarme Lucy.
- Lucy, bonito nombre. ¿ Por qué ese cambio de Lucía a Lucy?
Era la primera persona que me lo preguntaba, la verdad es que me sentía incómoda al contar por qué me llamaban así y nunca había tenido que explicarlo en voz alta, y aún menos a una persona que apenas conocía.
- ¿ Con leche?
Intenté cambiar de conversación, aunque no dió mucho resultado. El chico seguía insistiendo en saberlo.
- ¿ No me vas a contestar? Eso es que tienes un pasado oculto...
- No hay ningún pasado oculto. Cuando era pequeña mi abuelo me llamaba '' mi rubia'', intenté de mil maneras que me llamase por mi nombre, pero lo máximo que conseguí fue que me llamara Lucy. Después falleció, justo cuando le había cogido cariño al nombre y ya toda mi familia acabó llamándome así, incluso mis amigos. Creía que la historia era más larga, pero tampoco se hizo difícil de explicar.
Supongo que nunca la había contado por el daño interior que me podía provocar al mencionar la muerte de mi abuelo y creo que ese no era el momento adecuado para hablar sobre ello con la reciente noticia que había tenido que soportar.
- Aún no me has contestado tú, ¿ con leche?
- Sí, por favor.
La cocina se invadió por un silencio incómodo, sabía que él quería preguntarme algo pero aún no se lanzaba a hacerlo.
- Perdona que te pregunte esto pero... antes te vi llorar. Sé que no nos conocemos pero, ¿ qué te pasó?
- Me habían llamado porque mi abuela acababa de fallecer... Además, me he quedado sin móvil por haberlo caído al agua, como ves hoy no es mi día. Otra vez ese incómodo silencio.
- Bueno, cambiemos de conversación. Háblame de ti, ¿ a qué te dedicas?
Intenté romper el hielo un poco ya que él no ponía de su parte en hacerlo, me parecía irónico que no hablase ya que anteriormente no había persona en el planeta que le hiciera callar.
- Soy cazador de extraterrestres.
En sus ojos pude ver como volvió ese punto de chulería y de ganas de impresionarme que antes me mostraba, quería hacerme reír para olvidar el tema anterior, y lo estaba consiguiendo.
- ¡Venga ya! No seas mentiroso...
- ¿ Alguna vez has visto a alguno?
- No.
- De nada.
Me volvió a dejar sin palabras, mientras el se reía yo busaba una forma de contestarle para que no se saliese con la suya, aunque no se me ocurría ninguna.
- No creo en esas cosas.
- Típico, las personas no suelen creer en lo que no se puede ver o demostrar. Sin embargo, si creen en el amor y nuncan lo han visto. Si creen en eso, ¿ por qué no creer en lo demás?
Me convenció con sus palabras, pero como siempre se quería hacer el listo.
- El amor tampoco me ha dado nada en lo que creer. En ningún momento te he dicho que lo hiciera.
- Tu frialdad me mata, pensé que eras como todas.
- Creo que nunca te he dicho que yo sea fácil.
- Nunca he insinuado que lo fueras.
- Define ''como todas''.
- Una chica en busca del chico perfecto, la historia perfecta y los hijos correteando por el jardín.
- Pues pensaste mal.
- Ya veo.
Cada vez la conversación se volvía más incómoda, no quería que pensase que yo era ese '' como todas'', yo era yo y nadie más podía ser yo.
Cada persona es como es, con sus defectos y virtudes. Las risas se volvieron frías e intenté empezar desde el principio.
- Y tú, ¿ eres un '' como todos''?
- Define '' como todos''.
- Un chico que hace sufrir a las chicas sólo porque se siente insatisfecho consigo mísmo, ese al que no le van las relaciones serias.
- En algo has acertado, no me van las relaciones serias, no me gusta comprometerme con ninguna chica. Aunque si se puede pasar una buena noche en compañía sin compromisos, ¿ por qué no?
Había conseguido que otra vez volviera ese chico chulo y rudo que había conocido en el porche, tenía ganas de sacarle de una patada por esos comentarios irrespetuosos que decía a veces. Por otro lado se me hacía imposible hacerlo, y no se por qué.
- Eres estúpido.
- Y tú vuelves a ser una maleducada.
Se acercó poco a poco a mí, apartó la parte de mi cabello que caía por la derecha tapando mi oído y me susurró unas palabras.
- En mi pueblo, a las chicas como tú que tratan a los demás de esos modos se les corta la lengua.
Hice un movimiento con mi cabeza para apartarlo y hacer que la poca distancia que nos separaba se volviera más lejana.
- Pues en el mío, a los chicos como tú que les gustan pasar noches de compañía sin compromiso, se les corta otra cosa, ya me entiendes.
- Tienes buenos argumentos para defenderte.
- Ante chicos así una tiene que saber cuando cortar de raíz.
- Me sorprende haber conocido una chica como tú, tan valiente.
- Pues a mi no me sorprende haber conocido a un chico como tú, los hay a montones por todos lados.
Se levantó de la silla, moviendo la taza de café desde la mesa hasta el fregadero. Vi como la llenaba de agua para que no se quedara pegajosa con el tiempo.
Ya había escuchado bastante por ese día, tenía unas ganas increíbles de que saliese ese tipo de mi casa.
Me llevé una gran decepción al saber que el chico con el que había estado obsesionada era de esa manera, esperaba que fuera diferente.
- Creo que ya es demasiado tarde, mañana tengo que levantarme temprano, deberías irte.
- Tienes razón, es tarde. Deberías fregar las tazas antes de que sea demasiado tarde.
- Eso es asunto mío, no te incumbe.
- Me echarás de menos preciosa, recuerda mis palabras.
- Sobreviviré, tranquilo.
- Llegará un momento en el que ya no me podrás hablar de esa manera y me tendras más respeto o cariño, quién sabe.
- Cierra la puerta al salir y ten cuidado en no darte en el trasero con ella.
- Nos veremos pronto.
- No, gracias.
- Adiós preciosa.
- Estúpido...

ESTÁS LEYENDO
Shadow
RomanceUna chica de un pueblo pequeño cumple su sueño y va a uno de los sitios más maravillosos del mundo LONDRES. Allí conoce a una de las personas más importantes de su vida, una con la que quiere rehacer su vida y olvidarse de la mierda del pasado. Pero...