Capítulo 16

29 0 0
                                    

Domingo, once de la mañana. Yo aún seguía en la cama. Había tenido una noche rara, extraña, confusa... 

Pasaron muchas cosas en tan poco tiempo. La manera en el que el humor de Kyle cambiaba, tan derrepente. Me asustaba.

Cada vez que se colcía agresivo sus ojos oscurecían. Esos preciosos ojos verdes se volvían extremadamente negros en los peores momentos. 

Quizás por miedo, o tal vez por furia. No quería que se comportara de esa manera cuando estaba a mi lado. Además de sus ojos, ¿ qué más podría cambiar? 

Ese chico me doblaba e altura, cuerpo y musculatura. En cualquier momento podría ocurrir de nuevo. Pero no sólo era rabia o que ese chico tenía, podría ser la persona más dulce y atenta que jamás conociera.

'' Tock, tock''

Me levanté de la cama, algo o alguien estaba golpeando mi ventana. Retiré las cortinas y la abrí con cuidado. De repente una pequeña piedra me golpeó la frente.

- Ya te vale.

Grité y busqué al causante de mi golpe. Era él, era Kyle. Después de todos los pensamientos que tuve en la cama tenía unas ganas incontrolables de verle.

- Lo siento, preciosa. Llevo casi una hora llamando a tu timbre y nadie contestaba. Buenos días dormilona.

Enseguida entendí por qué no me había despertado. El timbre llevaba sin funcionas un buen tiempo.

- Podrías haber tocado la puerta.

- Levantarme temprano no me da tiempo para pensar en tantas opciones como a ti, ¿ podemos seguir esta conversación dentro?

E tono pícaro volvió a salir de su boca, me encantaba cuando se ponía así conmigo.

- ¿ Por qué debería dejarte entrar? Me has agredido.

- No seas exagerada, no me hagas entrar por la ventana.

- No eres capaz.

Nunca le digáis a un chico esa frase, cada vez que alguien le dice a cualquier chico que no es capaz de algo hace imposibles para conseguirlo. Kyle si era capaz de trepar por mi ventana. 

Bajé la mirada de nuevo hacia él y obsrvé cómo se enganchaba a cada borde y a cada palo que colgaba de la pared. ¡ Estába subiendo! Me sentía como en una novela de Sheakespear. 

¿ Conocéis esa de Romeo y Julieta? Pues lo mío era una fusión entre esa y Rapuncel. 

Era increíble como con cada tontería que hacía me sacaba una sonrisa, casi ni me acordaba del Kyle oscuro y agresivo que también había conocido. 

Me estaba enamorando de ese idiota.

- ¿ No vas a tirarme tu melena para ayudarme?

Un comentario un poco estúpido ya que mi pelo no llegaría ni al bordillo de la puerta. Tenía mucho miedo por si se hacía daño.

- No seas tonto y concéntrate, no voy a ir al hospital por tu culpa.

No podía parar de reír al ver a ese chico musculoso escalando por mi pared de mi apartamento. Todo hubiera sido mucho más fácil si le hibiese abierto la puerta, pero también hubiera sido mucho menos divertido.

Colocó un pie en mi ventana y le agarré de la mano para ayudarle a entrar. Sabía perfectamente que el no necesitaba mi fuerza, por así llamarla, de ayuda. 

Estaba exhausto, sudando y sin energía ninguna

- Estoy desentrenado, debería de ir más al gimnasio.

ShadowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora