Cheeks || m.c

f i n a l . -

La fe se tiene en lo que no existe. Homero dijo eso.

Michael no volvió luego de esa noche. Y yo no he parado de llorar desde ese momento.

La nota está en mi mano al igual que hace tres semanas atrás. Aún sigo sin entender porque se fue sin decirme antes.

Quiero saber por qué mierda hizo esto y por qué escribió una carta sabiendo que odio lo cliché en las relaciones.

Mi corazón está roto y no quiero seguir aquí. No puedo seguir sin él.

Prometió que no se iría de mi lado, que permaneceríamos juntos a pesar de todo, pero no lo cumplió. Nadie cumple nada. Y me duele que haya esperado que los años pasaran para poder hacerlo.

Podíamos con eso...

Pero él no lo creyó y me dejó.

Estoy sola en el departamento con su olor impreganando mis narices y sus recuerdos haciéndome joder la mente.

Estoy sola una vez más. Luego de creer tanto en él.

Si se trata de contar mi historia con Michael quizás sólo me gusta decir lo bueno que ha pasado. No porque quisiera mostrar que una relación perfecta; me agrada recalcar lo agradable.

Pero supongo que es necesario narrar como todo esto terminó, como todo quedo en el aire.

Me gusta la manera en que ríe y cuando deja crecer su bello facial. Su voz era como el mejor tono que hay en el mundo, sus ojos perfectos para mirarlos durante horas.

¿Todo se acaba aquí?

Él no volverá.

No contesta mis llamadas ni mis mensajes y ya estoy aburrida de intentarlo.

Tal vez él también está en algún lugar de la misma manera que yo, con el corazón roto y el nudo en la garganta.

Pensé que todo estaba bien.

"Amor, bebé... Esto me duele tanto al verte dormir tan tranquila. Sabemos que no podemos seguir así, ni siquiera podemos seguir intentando avanzar con algo que quizás se cortó hace mucho. Te amo mucho y por eso hago esto"

Su fea letra es tan bonita.

No puedes dejar a alguien si realmente lo amas.

Me amarro el cabello, me pongo zapatos y salgo hacia donde seguro debe estar.

No pienso perderlo así como así.

Luego de tres semanas creo que me arrepiento de no haber ido antes.

-¿Dónde está Michael?- pregunto a la chica en la caja.

-Renunció hace una semana.

Tapo mi cara para no llorar y me retiro de ahí.

-¿Estás bien?- pregunta tras de mi.

-Perfectamente...

Me voy por el camino largo a casa, por donde no pasa nadie.

Los audífonos me llenan los oídos y la música la mente.

Quiero sólo... Quiero llorar y terminar de romperme de una vez por todas.