Él lleva mi mano entre la suya, esto es mucho.
Estoy literalmente muriendo.
Vamos a su departamento luego de haber ido por algunos potes de helado para pasar el frío.
Su tacto se siente cálido y fuerte, sus lindas manos varoniles y sus dedos cortos.
-¿Te sientes emocionada?- gira su cara hacia mi. Está sonriendo y creo que es demasiado lindo.
-Oh, claro que si.- dramatizo.
Rueda los ojos con diversión y da un beso en mi mejilla mientras me pasa la bolsa para sacar las llaves y abrir.
Me toma de la cintura para que pase y mi vista da un rápido recorrido por todo lo visible. Es igual al mio, pero en versión hombre, desordenado dentro de lo normal y con buen olor.
-He ordenado para ti.- murmura en mi oído.
-Oh.
Me toma hacia dentro mientras cierra la puerta, guiándome hacia la cocina para ir por cucharas y luego al sillón.
-Sientete como en casa.
Asiento abriendo el pote de helado para meter la cuchara y llevarlo a mi boca. Esto sabe bien. Saco otra cucharada y se la doy a él. Lleva su pulgar hacia arriba. Río cortamente y sigo comiendo.
-Has estado demasiado callada hoy.
Lo miro levantando los hombros.
-No sé. Supongo que no tengo ganas de hablar.
-Oh, quieres ir a la acción.- alza las cejas repetidas veces. Suelto una carcajada con las mejillas rojas.
-Estúpido.
-No lo has negado.- canturrea.
-Y tampoco lo he afirmado.
-Pero te sonrojaste.
-Lo hago por todo.- le miro con diversión.- No te sientas tan especial.
-Quieres besarme, admitelo.
-Yo no te admito nada.- saco helado para meterlo a mi boca.
Golpea mi hombro con el suyo, logrando que lo mire mal.
-Dejame.
Besa la comisura de mi boca, alejándose mientras pasa la lengua por sus labios.
-No.- entierra su dedo en mi brazo.
-Molestoso.
Apoya su mejilla en mi hombro mandando un suspiro. Abre la boca y le doy helado. Luego como yo.
-Tienes tu cuchara también.- resoplo cuando vuelve a abrir la boca.
-Mentira.- achina los ojos negando.
-Eres un bebé.- río levemente.
-Ño.
Le entrego el pote con la cuchara a él, haciéndolo fruncir su ceño.
-Eres adorable.- murmuro.
-Ya no quiero.- resopla dejando las cosas sobre la mesa de centro. Pongo los ojos en blanco.- No hagas eso.- aprieta mi mejilla.
-Odioso.
Asoma su labio inferior mirando hacia sus manos. Sonrío y me muevo para besar su mejilla. Me agarra de la cintura y con un movimiento me deja a horcajadas sobre él. Meto las manos dentro de su polera, haciéndolo mandar un salto.
-Nos conocemos hace muy poco aún...- ladea su cabeza divertido.
-Sucio.
-Te encanto.- guiña un ojo.
-Tienes panzita de bebé.
-Es mas de grasa, pero creo que aceptaré eso.- se encoje de hombros.
Me empuja hacia él desde la parte baja de mi espalda. Acerco mi cara a la de él y muerdo su labio inferior.
-Salvaje.- gime.
Arrugo la nariz antes de volverme a acercar para besarlo. Su lengua entra dentro de mi boca a la vez que sus manos se colan dentro de mi polera y yo saco las mias de la de él para tomarlo de las mejillas. Muerdo su labio antes de seguir.
Creo que mi polera se ha subido bastante, al menos lo suficiente como para casi mostrar mi sostén. Sus labios se mueven hacia mi cuello mientras sus manos bajan a mis muslos, pegándome mas a su cuerpo. Esto está subiendo mucho la intensidad y él se encarga de hacermelo sentir, si se entiende a lo que me refiero.
-Michael.- jadeo con los dedos enterrados en su hombro. Entierro los dientes en mi labio inferior mientras sus labios siguen derritiendo mi piel.- Michael.
Dios.
Me tiro hacia atrás para separarlo de mi. Tiene las mejillas rojas al igual que sus labios, seguro estoy igual. Sonrío mordiendo mi labio mientras bajo mi polera.
-Nos conocemos hace muy poco aún.- repito lo que él ha dicho minutos atrás, haciéndolo rodar los ojos sonriendo.
-Va más de un mes.- apunta.- pero tranquila, no voy a pasar la raya.
-Me alegra, soy muy virgen para eso.- suspiro.
Abre los ojos a tope. Quiero reírme.
-¿Qué?- suelta apenas.
-No es cierto.- carcajeo.- no creo que esté tan mal para seguir siendolo.
-Claro que no.- entierra los dedos en mi cintura.- Estás bastante bien. Bastaaaaante bien.
-Oh ya.- rodo los ojos.
-Te pones rojita.- chilla tomándome de las mejillas.- Eres muy adorable.- suelta con voz aguda.
-No le estás hablando a un animal.- neutralizo el ceño.
-No besaría a un animal, sólo digo.- alza un hombro.
-Tú eres como un gatito.- arrugo la nariz.- Me gustan los gatos, sólo como comentario casual.
-Te gusto yo, eso lo sé.
Rodo los ojos quitándome de sobre él para volver al sillón.
-Hey.- suelta un puchero.- Yo estaba comodo.
-Es porque eres un sucio.
Se deja caer en mi regazo, acomodando su cabeza sobre este. Llevo mis manos a su pelo sonriendo.
-Sigo prefiriendo la posición anterior.- cierra un ojo. Golpeo su frente con la palma de mi mano, haciéndolo gimotear.- Maltratadora.
-De animales.- completo abriendo la boca con falso asombro.
-Eres una pesada.- resopla levantándose.
A mitad del camino al que supongo que es su baño, voy tras él, lanzandome a su espalda. Termina casi cayendo al suelo, pero rápidamente lo beso.
-Bebito.- río levemente, mis manos en sus mejillas.
-Esto es tan rápido que me asusta.- murmura.
-Me siento igual.
Realmente me siento igual.
Lo rápido es efímero. O al meno eso he escuchado un par de veces.
Tiene logica. Bastante. El mundo conspira para que lo bueno venga en pequeñas porciones para mi.
Me odia.
********
Sólo una escusa: All time low.
Lo siento<3
Gracias por leer :)
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Cheeks || m.c
Fiksi Penggemar«Donde una chica se sonroja mucho y a él le encanta.» •Julio 2015; Diciembre 2015