XVI

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XVI

Ellos venían de noches. Sus ojos grandes y oscuros como grandes canicas, sus cuerpos desgarbados y delgados llenos de sangre, sus bocas susurrantes en sus pensamientos. Sus gritos lo perseguían, sus dedos estaban en todas partes, reclamando cada gota de sangre. Querían más, demandaban más. Las noches siempre eran una tortura, porque Andy se unia a los monstruos ocultos en su cabeza.

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—Lo estás haciendo mal.

Andy resisitó la urgencia de gritarle a Amitt, romper el maldito piano e irse a la mierda. Sin embargo, apretó sus manos en puños y apretó su mandíbula.

—¿Ahora qué? — gruño entre dientes, observando con el ceño fruncido las teclas negras y blancas.

—Fallaste en el La— indicó la menor, colocando con delicadeza sus manos en las teclas y repitiendo el acorde.

Andy suspiró y dio una seca cabezada antes de volver a colocar sus manos en las teclas y repetir la melodía. Volcó su mirada en las partituras, repitiendo cada nota, poniendo en práctica los conocimientos aprendidos en las últimas horas. Sus dedos se movían con torpeza entre las teclas, y fruncia el ceño aún más cuando se equivocaba. Cuando terminó la pieza, se sintió aliviado al escuchar los aplausos emocionados de su hermana. Le dio una forzosa y orgullosa sonrisa, antes de que alguien carraspeara en el marco de la entrada de la sala. Los hermanos levantaron la vista, encontrándose a David, dos guardias más, y Ángel en el medio de ellos.

Al verla, no pudo evitar sentirse desencajado, fuera de lugar. Aún con ropas andrajosas, con moretones y suciedad cubriendo su piel y con una horrible cortada con puntadas irregulares, su presencia podía relucir en el tétrico lugar.

— La señorita Novachek, señor Biersack— anunció David, y le dio un leve empujón a Ángel para que se adentrara a la sala. Notó cómo Ángel miró por unos segundos al guardía, quien le dio una leve cabezada, antes de caminar con pasos cortos y desgarbados a la sala. Andy frunció el ceño al ver la escena. Ángel debería verlo de esa manera, no David. Sólo a él...

— ¡Mo!— exclamó Amitt a su lado, despertándolo de su ensoñación, y se levantó con rapidez del banquillo, dándole un gran abrazo. Ángel formuló una sombra de sonrisa y le devolvió el abrazo con timidez.

— Déjala respirar, Amitt— habló Andy, y la pequeña de los Biersack se apartó de Ángel, avergonzada. Andy le frunció la nariz con cariño, a lo que Amitt le respondió con una pequeña sonrisa. Luego su penetrante mirada se posó en Ángel y le regaló una sombra de sonrisa, a lo que ella respondió bajando su mirada. Suspiró—. Muchas gracias, David. Ya no requiero de sus servicios.

David asintió con fuerza y posó por unos microsegundos la mirada en Ángel, antes de retirse junto con los otros guardias. Apretó disimuladamente los puños en cada lado de sus muslos. Si David seguía mirando a su Ángel de esa forma, no se arrepentiría de llenar su cuerpo de pólvora y hacerlo explotar. Lentamente...

— Pensé que podrías tocar una pieza conmigo— se dirigió a la rubia, quien levantó la mirada confundida. Sus ojos se posaron en el violonchelo que descanzaba en una silla al otro lado de la habitación y luego en el piano—. He practicado...

— ¡Eh!— Amitt lo miró fulimante, quien se encontraba sentada en el sofá negro, acurrucada entre los almohadones.

—... Con ayuda de Amitt— rodó los ojos, y su hermana menor le sacó la lengua. Devolvió la mirada a la rubia, quien se encontraba mirando el violonchelo blanco con anhelo—. Por favor.

Andy no recordaba la última vez que dijo un "Por favor" que realmente quería decir.

Ángel caminó hasta el violonchelo, acomodó el instrumento entre sus piernas y se fijó en la partitura que sostenía el atríl que tenía en frente. Frunció el ceño en concentración mientras leía, musitando algunas veces alguna nota que realmente le gustara. En menos de tres minutos, Ángel ya había grabado la partitura en su memoria y se colocó en posición, dándole una cabezada a Andy.

Con dedos torpes, empezó a tocar. Primero trémulo y frágil, inexperto, pero al ver la cara de concentración de la rubia, incrementó su confianza. Al unirse el melancólico sonido del violonchelo, tán cálido y perfecto con la melodía. Y Andy no pudo dejar de pensar que esta era la primera vez en que había una pequeña conexión. No carnal, un rápido polvo de medianoche y luego irse a la fuga. Si no algo mucho más. Algo mucho más valioso.

Desde el rabillo del ojo, vio a Ángel desenvolverse con el instrumento, como si fuera una extensión de su cuerpo. Cerraba los ojos, cabeceaba la melodia ligeramente, los dedos de sus pies se encripspaban cuando llegan al puente, la parte más pasional de la pieza. Andy se concentró en su parte, una que otra vez fallando en alguna tecla, a lo cual Ángel formulaba una sombra de sonrisa, que Andy en serio quería devolver.

Ni siquiera sabía porqué estaba haciendo esto. Quizás si sabía la respuesta, pero no quería admitirlo. Porque, en lo mñas recóndito de su mente, la pequeñísima parte de su interior que no quería ser un monstruo, quería encajar en el mundo de Moira. Quería empaparse de su inocencia, de su juventud, de su esperanza, de sus ganas de vivir. Quería poder dormir, cerrar los ojos y que los monstruos de su cabeza no lo acecharan en la noche, gritando por sangre.

Pero eso nunca podría ser.

Porque él seguiría siendo una sombra, inmerso cada vez más en las tinieblas; y ella seguiría siendo un ángel, en busca de una forma de salir de la oscuridad.

n/a: Quería subir esto para el cumpleaños de Andy, pero Wattpad me odia u.u' FELIZ NAVIDAD, FELIZ CUMPLEAÑOS ANDY, FELIZ DIA DE LOS INOCENTES y muy pronto FELIZ AÑO NUEVO! (demasiadas festividades XD) Espero que la hayan pasado muy bien y que el próximo año sea el mejor :') VOTOS Y COMENTARIOS :D Nos leemos el próximo año ;) (Eso rimó, okya XD)




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