XVII

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XVII

Era una reina en un reino de sombras. Una diosa entre pecadores. Con pasos firmes y marcados, Leah se movía entre la multitud, la luces de neón camuflajeando su rostro y su figura esbelta moviéndose con elegancia entre los cuerpos sudorosos. Las miradas se centraban en ella. Lo sabía perfectamente. Y secretamente, le gustaba la atención que recibía. El ritmo de la canción es lento y sensual, el zumbido haciendo su cuerpo vibrar. Una sonrisa perezosa, un aleteo de sus largas y espesas pestañas, un pequeño movimiento de cabello exponiendo su cuello y un roce de sus caderas, y Leah podría tener cualquier hombre comiendo de la palma de su mano. Era su naturaleza. Romper corazones de pobres diablos con su tacón, mientras que su corazón seguía intacto.

Sin embargo, en su interior, sus sentidos estaban alertas, en busca de cualquier indicio. Había pasado más de una semana en aquel lugar, una semana sin ningún acontecimiento importante, y Leah se estaba hartando. Las noches en aquel Pandemonium transcurrían con inquietante calma, en las cuales Leah sentía la expectativa explotar en su pecho. Era el tipo de calma que se formulaba antes de una tormenta, la tensión en el ambiente densa y espesa, sus nervios crispándose con cualquier indicio. Iba a pasar algo en aquel lugar. Tenía que pasar algo.

Por el rabillo del ojo, observa movimiento a su izquierda y se gira con discreción. Al reconocer las siluetas de los hombres, se dirige inmediatamente hacia ellos. Se une a las chicas con poca ropa que siguen a los hombres a uno de los apartados y se interna en el pequeño espacio, con un desvaido aroma a hierba y perfume barato. De inmediato reconoce a los individuos como Purdy y Pitts, algunos de los peces gordos en el imperio de Shadow. Estafadores y narcotraficantes y los cuales ya habían pasado un buen período detrás de las rejas, aquellos hombres eran nulos en la operación principal. No obstante, eran las personas más cercanas a Shadow además de su hermano Aiden, y los principales sospechosos de la desaparición de Novachek, sobretodo Purdy, el cual había sido denunciado por tráfico ilegal de chicas a prostíbulos varios años atrás.

Leah se movió discretamente hacia Purdy, sentándose a su lado y acariciando su brazo tentativamente, obviando la conversación entre los individuos. Purdy se dirigió hacia ella, sus ojos como canicas oscuras deslizándose sin pudor sobre su cuerpo antes de apartar a la puta que se encontraba entre sus piernas y colocarla en su lugar. Leah sonrió con confianza, mientras que el hombre acariciaba su cuerpo y apretaba sus senos encima de la tela color crema de su ajustado vestido, sin inmutarse de la mirada de Pitts.

La conversación no era de suma importancia, como ella se había planteado desde un principio. Se dirige hacia el cuello del hombro, atacándolo con suavidad, mientras que sus expertas manos recorren sus piernas y el bulto entre sus pantalones, sus oídos alertas.

—... aquel disturbio con el nuevo juguete de Shadow, una niñata a la que llama Ángel...

Los sentidos de Leah se activan como fuegos artificiales, sus movimientos volviéndose lentos y tentativos.

— La policía fue como un grano en el culo aquella semana— gruño Pitts, dándole otro sorbo a su whiskey y gruñendo como un perro—. Y todo porque Shadow no puede controlar a su puta...

— La niñata es demasiado costosa, Jake— habló Purdy— ¿Sabes cuántos pavos pagó Aiden por ella? Vale más que la vida de todas estas putas y este local juntos.

— ¡La compró para dispersar a los policias! ¿Y para qué? Sigue cometiendo asesinatos como idiota...

— Calla, Pitts— gruño Purdy—. Te puede oir alguien que no debe...

— Estas putas no hablarán ni que les saquen los ojos— afirmó el hombre.

No estés tan seguro de ello, pensó Leah.

— Oí que casi la mata a golpes ese día— comentó Purdy—. CC dijo que hasta le rebanó la mejilla a la chica.

La pelirroja  sintió una inevitable presión en el estómago. Por un segundo, sintió lástima de Moira Novachek. La chica no había tenido una vida fácil, a pesar de ser una de las familias más adineradas en el mundo. Y ahora estaba atascada con el criminal más buscado del siglo.

— Se lo merece— afirmó Pitts— ¿Quien la obliga de andar de puta con uno de los mensajeros?

— Ya, ya. También, CC dijo que Shadow la traerá de nuevo para el próximo mes.

— A ver si se comporta esta vez— gruñó Pitts apretando a la puta que tenia entre sus piernas— . Lo único que me faltaba es tener a los detectives detrás de mi culo por una puta...

Leah logró salir del apartado luego de aquella conversación. Se dirigió hacia la salida y tomó un taxi hacia el hotel, quitando el minúsculo dispositivo de grabación inhalámbrico oculto en su pendiente y observándolo con una sonrisa triunfante. Lo que unos internos no pudieron conseguir en meses, ella lo había conseguido en tan sólo una semana.

Tenían al escurridizo Shadow en la punta de sus dedos.

n/a: ...Y esta va a ser la única vez que se mencione a los otros miembros de BVB en esta fic XD Posiblemente edite el cap después, lo siento medio flojo :/ Como pasaron el Año Nuevo? Espero que este año sea fenial para ustedes (fantástico+genial) ;'D Faltan pocos caps para el final ¿Tienen alguna predicción? ESPERO SUS VOTOS Y COMENTARIOS PORFAAAA SON LO QUE ME MOTIVAN PARA SEGUIR ESTA FIC! Nos leemos ;)















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