"Una siglo sin ti" de Chayenne sonaba por toda la casa de las Sandoval mientras Victoria estaba tendida en el piso se la sala con un vaso de jugo de parchita al lado mientras lloraba como María Magdalena.
―Hija... ―Oriana le bajó el volumen a la música cuando entró en la sala con una revista en la mano―. Solo han pasado dos días.
―Déjame, que ya me hundo yo sola ―murmuró ella cerrando los ojos―. Jamás había extrañado a alguien con tanta fuerza.
―Hablas con él todo el tiempo ―dijo Oriana.
―No es lo mismo... ―Victoria se incorporó y suspiró, cansada.
―Ya, el tiempo para rápido cuando te diviertes, vamos a divertirnos ―dijo Oriana, Victoria la miró entrecerrando los ojos y frunció el ceño cuando vio que sostenía una revista de bodas de novia―. ¡Mira lo que compré! Tengo la fe de que esto servirá de mucho para darnos ideas para la boda... porque ni tu abuela ni yo tenemos idea de cómo preparar una boda ―Oriana ojeó las páginas rápidamente―. ¡Mira que lindos vestidos! Me encantan... Victoria ¿Quieres algo sencillo o algo más tradicional?
―Mmh... ―Victoria ladeó la cabeza―. No sé... algo sencillo, de verdad no me veo en un vestido tipo quinceañera yendo al altar.
―Hace tres años eras quinceañera, ahora te vas a casar ―susurró Oriana como si fuera algo inconcebible mientras miraba un punto muerto en el frente, lo estaba pensando mucho al parecer―. Y seguro después me conviertes en abuela... no me veo como una abuela.
―No planeamos tener hijos pronto ―dijo Victoria en voz baja.
―¡Bueno, bueno! ―Oriana negó con la cabeza―. Es que me imagino a mis nietos... ¡Lo lindos que van a ser! Deberías tener muchos, Victoria.
―Si acaso dos o tres... ―dijo pero su madre ya no la estaba escuchando, estaba demasiado ocupada fantaseando acerca de sus nietos―. Mamá... ―Victoria llamó su atención, su madre la miró con una sonrisa esperaba a que hablara―. ¿Quién va a llevarme al altar? ―preguntó mirándola fijamente, Oriana se tensó―. Eso es algo que se supone que deben hacer los padres, pero... yo no tengo, entonces ¿Caminaré sola al altar?
―¿No quieres hacerlo sola? ―Oriana hizo una mueca al preguntar, como si algo lo doliese.
―No sé... antes de Cameron, yo nunca pensé en casarme pero ahora que estamos con todo esto... no quiero caminar sola ahí, quisiera que alguien me acompañase, yo sé que será una boda por lo civil pero la de mi tía Alejandra también fue por civil y su papá la acompañó hasta ahí ―ella se encogió de hombros―. Supongo que no podrá ser.
―¡Yo te llevo! ―Oriana sonrió y bajó del sillón para arrodillarse frente a su hija en el piso―. Yo te llevaré... ¿Sí? Tú eres lo más preciado que tengo y es un poquito molesto tener que compartirte con Cameron y que te lleve lejos de mí así como así, como si fuera un ladrón... que se roba lo más lindo que tienes ¿Eso no es lo que sienten los padres? ¿No es suficiente? ―Oriana trató de sonreí c
―Supongo ―Victoria sonrió―. Siempre has sido mi papá y mi mamá... y aunque los últimos años ha sido la abuela, aun así, tú me criaste ¿No?
―¡Sí! ―Oriana chilló y cruzó sus piernas para sentarse mejor―. Recuerdo cuando eras pequeña... eras muy inteligente, madura para tu edad, incluso eras tú la que me decía que llegaba muy tarde y que debía preocuparme más por dormir, a la edad de ocho años ya sabías cocinar y limpiar... ―Oriana frunció el ceño―. Bueno, ahora tengo dudas, parece que te criaste sola.
―No, aprendí viéndote a ti ―Victoria se encogió de hombros―. Y a tus novios ―agregó luego rió junto a su madre―. Yo sabía que tú trabajabas hasta tarde, por eso quería verte dormir, porque nunca lo hacía... ―ella se arrastró al lado de su madre y pasó un brazo por sus hombros―. Aún seguimos siendo tú y yo pero... tengo curiosidad.
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Solo para bilingües
HumorVictoria Sandoval no sabe ni cinco de inglés. Cameron Lawrence no sabe hablar español maravillosamente. La primera vez que Victoria y Cameron hablan el traductor Google los hace parecer Tarzán en frente del otro, pero eso no impide que ambos desa...