EPILOGO

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Les dejo el pequeño epilogo con mi inmensa gratitud.

Han pasado los dias,los meses,los años.

10,creia Katy,aunque no estaba segura.

Salia de la habitacion que compartia con Thomas,sonriendo,si,el tiempo habia pasado pero no su amor por el,no su completa necesidad de tenerlo junto a ella,no Thomas,nunca Thomas.

El se encontraba en su Taller cuando Katy se acerco por detras para acariciar sus hombros,el volteo como siempre sabiendo que solo podia ser ella,y no lo sabia porque eran los unicos dos en su mundo,sino porque reconocia su amor,lo presentia,era tangible para el,estaba vivo.

Cuando Thomas volteo a verla,nuevamente lo sintio,ese flechazo,pues asi se sentia,cada vez que lo miraba.Sus ojos lo primero,y lo ultimo,asi seria,no conocia el tiempo que estarian asi,detenidos,estaticos,pero si sabia que todo lo que nace,muere y que cuando muriera lo utimo que querria ver serian sus ojos.

-Estas bien?-le pregunto el-.Siempre lo hacia,la misma pregunta como si en su corazon temiera ver en ella algun dia,arrepentimiento o nostalgia,pero eso no existia para Katy, no si su sonrisa le iluminaba el alma,si sus brazos la cobijaban,si su voz grave y profunda endulzaba sus oidos.

-Si, siempre lo estoy...porque estas conmigo-respondio katy,Siempre era la misma respuesta o una muy parecida,como si con sus palabras pudiera alejar toda inquietud del alma de Thomas,y si..lo hacia.El hubiera deseado tanto para ella...tanta vida,su amor sin egoismos lo hubiera dado todo para que lo tuviera todo.Pero Thomas lo sabia, lo que ella hablaba era lo que sentia,si el estaba alli,ella estaba bien,era lo que queria y era a el a quien queria.

Sus labios se alcanzaron,una vez mas como cada dia,necesitaban saberse ahi,para uno... para el otro,y el besarse lo hacia real,dentro de su mundo de sueños y recuerdos,su beso era real.Sus caricias se presentaron,una vez mas como cada dia,la piel de uno se expandia hasta el otro,era ella una continuacion de el,era el una prolongacion de ella misma.Sus cuerpos se unian,una vez mas como cada dia,se acercaban,se rozaban,se fundian...y eran uno solo,una vez mas... como cada dia.

-Te amo-le dijo Thomas,abrazandola-mi pequeña Katy.

-Yo tambien,te amo Thomas-respondio Katy sonriendole-aunque ya no soy pequeña,creo que cumplire 28 en unos dias.

-Siempre lo seras para mi y...tienes razon-dijo el-Adonde iremos? No se que nos queda por visitar?

-Quiero ir...-dijo Katy pensandolo-no lo se...creo que ya visitamos todo.

El penso por un momento y un brillo relampagueo por sus ojos claros

-Yo se donde-dijo Thomas al fin-pero debes confiar en mi...yo decidire que haremos y que vestiremos,si?

-Como usted diga, Sir Sharpe-Rio ella.


Katy se encontraba ahi,no sabia donde pero ahi estaba,con los ojos cubiertos con una venda,para no arruinar la sorpresa de Thomas.La ansiedad queria ganarle y deseaba ver de una vez lo que su querido amor habia preparado para ella.

-Katy... se escucho la voz de Thomas hablandole dulcemente al momento que le quitaba la venda 
-Querrias ser mi esposa?

Katy lo miro sin palabras,el estaba muy apuesto vestido con un traje negro como los que solia usar antiguamente,inclinado frente a ella con una rodilla apoyada en el piso y un hermoso anillo dorado en su mano,luego se miro asi misma, un vestido blanco con un hermoso escote rodeado de pequeños cristales,y detalles de encaje se ceñia a su cuerpo...era un vestido de novia.

Con los ojos llenos de lagrimas de alegria,Katy respondio a su propuesta.

-Si Thomas-dijo mientras las cristalinas gotas descendian por sus ojos-quiero ser tu esposa.

Thomas sonrio y levantandose le puso el anillo en el dedo,luego la tomo de la mano y caminaron juntos hacia el altar de un pequeña pero hermosa capilla antigua.

Solos en aquella ceremonia perfecta,se dijeron los votos matrimoniales,los que salio de su corazon,los que se repetian a diario.

-Nos declaro marido y mujer -dijo Thomas con timidas lagrimas brotando tambien de sus ojos-Puedo besar a la novia?

Katy lo miro con tan intenso amor, que le costo pronunciar las palabras.

-Hazlo ahora Thomas...y para siempre.





El Retrato de Thomas SharpeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora