Andrea:
Denise y Julia nos observaban, Agustín no parecía estar presente.
–Es una apuesta –Dije estirando mi mano para estrechar la suya; y antes de que él pudiera soltarlas incluí: – Pero si tú pierdes el concurso, me darás tu celular.
–Está bien, de todas maneras eso no va a pasar –aceptó Scott de lo más confiado y se encaminó al escenario.
Cuando vi a Scott bailar me arrepentí de haber apostado.
–Te dije que no era buena idea –me dijo Denise riéndose de mi expresión.
Y fue ahí cuando tristemente me despedí por adelantado de mi mesada.
**
De vuelta a casa Julia compró comida hecha para cenar, ya que no queríamos que ella cocinara, porque era su día.
Agustín no me miró ni una sola vez.
¿Dónde quedó su abrazo, su preocupación, su... amor?
Cenamos.
Mi regalo para Julia fue cantarle el feliz cumpleaños, mientras soplaba las velas del pastel que Denise había comprado de camino a casa. Ni siquiera cuando canté Agustín me prestó atención, entonces me resigné, no sabía cómo ni por qué, pero yo ya no existía para él.
–Eso fue hermoso –Dijo mi tía con lágrimas en los ojos luego de soplar las velas–. Horacio estaría orgulloso, como yo lo estoy. –Me abrazó y ambas lloriqueamos, fue un momento emotivo–. No imaginan cuán feliz estoy por esto –Se secó las lágrimas–. Gracias chicos, a los cuatro, este día fue maravilloso.
Entre risas y charla sobre cosas sin importancia ni sentido alguno el pastel se acabó.
–Estaba delicioso –argumente mientras limpiaba la mesa.
–Todos nos dimos cuenta de eso, no sobró pastel –dijo Scott y todos reímos, excepto Agustín y nadie, aparte de mí, lo notó.
Mi tía se veía demasiado cansada, lo advertí inmediatamente al ver su rostro.
–Está bien si quieres ir a descansar ahora tía...
No había terminado de hablar cuando Julia se puso de pie.
–Buenas noches, y gracias por todo –dijo con una enorme sonrisa y fue a dormir.
Aunque estuve muy cansada, hice un esfuerzo y mantuve mis ojos abiertos durante toda la tarde-noche.
Subí a mi alcoba y encendí la notebook -antes había olvidado que ahora tenía internet-, para sentarme sobre mi cama con la espalda apoyada en la pared.
En Facebook: tres notificaciones y un mensaje.
El mensaje era de Kathe, bueno, no era un mensaje, eran varios y todos de diferentes días.
14:35
Hola! Como dices que estás?
09:47
Cuando puedas llámame, no te imaginas las cosas que tengo que contarte! Y no todas son buenas noticias L
16:09
Te extraño!
02:20
Donde te metiste? No hay forma de poder comunicarme contigo. Te necesito.
22:36
Tengo una sorpresa para ti! Ya la veras!
Iba a responderle, cuando tocaron mi puerta.
–Adelante –dije invitando a pasar a quien sea que me haya interrumpido.
La puerta se abrió, era Denise.
–Ya es tiempo –ella me dijo.
No necesité una explicación, ya sabía a lo que se refería.
********
Andrea suspendió su computadora y siguió a Denise fuera de la pieza, quien entró al cuarto de Scott. Al ingresar a la habitación, notó que faltaba Agustín, pero no preguntó por él.
Scott cerró la puerta.
–escucha, antes de que empecemos... quizá esto va a ser difícil de asimilar –le dijo Scott a Andrea sentándose en la cama.
–y habrá momentos en que tal vez no nos creas, pero queremos que sepas que cada palabra que te diremos es pura verdad. –añadió Denise.
Andrea solo asintió, ella estaba segura de que al menos Denise le diría toda la verdad. Mentalmente se estaba preparando para lo que sea que los chicos iban a decirle. Estaba feliz, porque de una vez por todas, las preguntas que ellos le habían causado iban a ser respondidas, pero se sentía nerviosa por las respuestas que ellos podrían darle, ¿Qué tal si ellos le decían algo que no se esperaba, algo para lo que no estaba preparada?, «va a ser una larga noche» pensó.
–bueno... ¿por dónde empezar? –preguntó para sí mismo Scott, y luego miro a Denise.
– ¿Qué les parece... desde el principio? –dijo Andrea pensando que eso era algo obvio, pero la verdad no era tan fácil como parecía, y era mucho más difícil para los chicos contarle todo a Andrea.
– ¿tú crees en la existencia de... los vampiros? –le preguntó Scott.
Andrea llevó una mano a su cuello. Ella ahora estaba segura de que si existían; siempre había escuchado historias, leyendas, visto series, películas, y hasta leído libros sobre vampiros, pero en ese entonces le parecía ficción, hasta que ese mismo día... uno la mordió.
De repente la puerta se abrió bruscamente detrás de Andrea, y Agustín entró en la habitación. Andrea se sobresaltó, pero a él pareció no importarle. Los chicos lo miraron y él asintió, como si hubiera respondido a una pregunta que ella no había escuchado.
–estoy segura de que existen. –Hizo una pausa-- al menos desde hace un par de horas. –Andrea le respondió a Scott con una extraña mueca que pareció el intento de una sonrisa.
Agustín quería que algo lo golpeara, que quién sea lo hiciera trisas, él no soportaba el hecho de que Andrea casi había muerto, y le molestaba saber que ella se lo estaba tomando muy a la ligera.
–Andrea... el tipo que casi te mata hoy y el otro que lo acompañaba... ellos son vampiros. –Scott hizo una pausa– al igual que nosotros. –le dijo él esperando que ella saliera corriendo de la habitación o no le creyera.
Andrea había estado pensando en el asunto durante todo el día, no se le había ocurrido la idea de que ellos sean vampiros, pero luego de lo sucedido hoy, nada la iba a sorprender, o al menos eso pensaba.
–en realidad, no somos vampiros del todo. –Deniseintervino– somos medio-vampiros: mitad humano, mitad vampiro. –Andrea ya habíaescuchado ese término en una de sus películas favoritas, así que se hacia unaidea de cómo podía ser– Scott, Agustín y yo somos hijos del mismo padre, perono de la misma madre, nuestro padre sedujo a nuestras madres, para que mástarde nos concibiera.
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Andrea
VampireAndrea Gallagher, es una chica más curiosa, tímida y torpe de lo normal. La muerte de su tío, una mudanza y la visita de unos primos sacados de una revista de moda irán desencadenan...