Capitulo veinticinco: "Química"

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Agustín apartó la vista, pensó que quizá así, sería más fácil hablar, pero se equivocó.

–Tal vez tú quieras hacer las preguntas. –Le sugirió él volviéndose hacia la ventana para acercarse a esta. Podía sentir la mirada de Andrea en su espalda.

En su mente, Andrea volvió hasta el momento de la charla con los chicos, esa no muy extensa conversación había llenado su cabeza de preguntas. Aunque ella de verdad quería saber más sobre la profecía y todo lo demás que encerraba su existencia, se decidió por saber más de Agustín.

– ¿Por qué no quieres estar aquí? –Esa pregunta salió de la boca de Andrea como un reproche.

Agustín dio media vuelta hacia el sonido de aquella voz que tenía un ligero tono de enfado. Él no esperaba esa pregunta.

–Yo... – ¿Cómo iba a explicarle a Andrea todo aquello?– Es una larga historia –Dijo volviendo la vista hacia la ventana para ocultar la cara de vergüenza. Él la quería muchísimo, él no quería venir a la casa de Andrea a asesinarla, eso lo mataría a él.

Andrea se enfadó, pero intentó contener esa rabia que él le causaba. Los nervios estaban al tope.

– ¡¿Enserio?! –Gritó Andrea de la nada parándose de golpe, haciendo que Agustín volteara a verla– Primero insistes en que tienes que hablar conmigo –dijo empezando a temblar de los nervios que la atesaban– Y ahora no quieres decir nada –Siguió con un tono alto.

Agustín notó como todo el cuerpo de Andrea temblaba de la rabia.

–Cálmate por favor –Le pidió mientras se acercaba a ella para tomarla del brazo– Despertaras a los demás.

– ¡Suéltame! –Gritó ella haciendo un movimiento brusco con el fin de soltarse del agarre de Agustín. Funcionó– Eres un maldito bipolar, ¿Quieres matarme a rabietas cierto? –Agustín abrió los ojos como platos ante esta acusación– Así que ¿Esa será la manera más fácil para deshacerse de mí, verdad? –Pero más que una pregunta, eso sonó como una afirmación.

Los nervios de Andrea estaban por encima de sus límites.

– ¡No sabes nada! –Dijo Agustín enfadándose ante lo que había dicho Andrea. En verdad él no tenía la más mínima intención de hacerle daño.

–Pues claro que no sé nada, porque tú no te dignas a decirme lo que se supone que me dirías. –Andrea comenzó a bajar la tonalidad de su voz, empezaba a sentirse mal. Agustín sabía que ella tenía razón– Pero no soy estúpida, ustedes tienen que matarme ¿O acaso no vinieron a eso? –Andrea ya no aguantaba más, sintió que iba a caerse, pero se sostuvo firme, con sus últimas fuerzas.

Agustín la miró impactado.

¿Qué podía decirle? En parte, ella tenía razón.

El silencio del rubio molesto aun más a Andrea

–Eso creí.- Concluyo ella.

La castaña dio media vuelta y caminó hacia la puerta. Tomó el picaporte con dificultad, ni siquiera estaba segura si llegaría hasta su cuarto antes de desmayarse, pero quería salir de ese lugar.

Agustín reaccionó. ¿Qué tal si esta era la última oportunidad que Andrea le daba para explicarle las cosas?

Antes de que ella pudiera siquiera salir por la puerta abierta hacia afuera del cuarto, la tomó del brazo tirándola hacia él.

La envolvió con sus fuertes brazos, acerco su cara a la de ella y sus respiraciones se mezclaron.

Una indescriptible electricidad recorrió el cuerpo de ambos. Ternura. Pasión. Felicidad. Deseo.

Andrea sintió el roce de sus labios con los de Agustín y sus bocas chocaron en un tierno beso.

Andrea sentía que flotaba, como si estuviera dejando su cuerpo.

Lo miró a los ojos, esos profundos mares de un azul intenso fue lo último que ella vio.

**

Agustín:

Noté como el peso de Andrea se hacía sentir más en mis brazos, vi como cerró los ojos pesadamente.

La sostuve fuertemente para que no cayera, y levantándola para que sus pies no tocasen el suelo, la cargué hasta su cuarto.

Andrea se había desmayado por los nervios que ya no pudo soportar, ahora lo sabía. Ella había estado con los nervios al tope todo el tiempo, y el beso fue la gota que colmó el vaso.

Me sentía terrible, la había hecho llegar hasta ese punto. ¿Qué clase de persona enamorada hace eso?

Tiempo fuera.

¿"Persona enamorada"? ¿En realidad la amaba? Yo tenía claro que la quería, y mucho, pero ¿Amarla?

Por mi mente ya había pasado varias veces este mismo pensamiento, y en todos ellos, había llegado a la conclusión obvia; con un sí rotundo daba por terminado aquel pensamiento. Pero siempre volvía a pensar en lo mismo, ¿Por qué?, porque tenía miedo, tengo miedo; enamorarse es malo cuando la otra persona no siente lo mismo; ni siquiera estaba del todo seguro si yo le gustaba de alguna forma.

Ya en el cuarto de Andrea, la recosté sobre la cama, le saqué sus zapatillas para que pudiera estar más cómoda y la cubrí con el cobertor.

La observé detenidamente.

Quizá había sido un error besarla, pero simplemente no había podido luchar contra ese deseo, porque ¡Vamos! La chica me encanta.

Sus preciosos ojos celestes brillantes, estaban en una increíble y magnifica armonía con la simétrica silueta de su rostro, su hermoso y, ahora, pálido rostro (por estar inconsciente), adornado por su sedoso cabello café oscuro. Aunque eso era en realidad atrayente, lo que más llamaba mi atención era la pureza de su belleza. Sin ninguna gota de maquillaje era absolutamente deseable. Su sonrisa era como un potente imán, capaz de atraer a cualquiera. Pero ella no tiene idea de eso, de lo encantadora que es; y eso para mí no tenía lógica, en absoluto.

Algo en aquella escena de su rostro me estorbaba.

Tomé el mechón del castaño cabello de Andrea y lo aparté de sus ojos, que aun permanecían cerrados.

El solo contacto con su piel, hacia que mi mano temblara. Pero aun así no podía apartarla, no podía reprimir mis impulsos.

Recorrí delicadamente con mi mano su mejilla, y noté como esta se sonrojaba a mi tacto, ¿Acaso ella estaba consciente?

Nota:

Holaaa!! Como andan? Espero que bien, y espero mas que les haya gustado este capitulo!! ¿Que les pareció el beso? ¿Les gusta la pareja de Agustín y Andrea? 

Aviso Importante: Hoy como única excepción voy a subir 2 capítulos el mismo día, pero normalmente subo los jueves y domingos, 1 capitulo.

Pd: Se que son muy pocos los que están leyendo ahora estos mismos capítulos, pero de todos modos es muy importante para mi que comenten sus opiniones y demás..

Bueno, con esta nota me despido, ¡Saludos!

AndreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora