My curse [m-preg]

Capítulo 4 ~ Perro sarnoso

4.

-Tu acercamiento ha sido totalmente infructuoso.

-Lo siento mi señor, no volveré a cometer el mismo error.

-Eso espero Hale, no puedes permitirte ser repudiado de más lugares, primero de tu manada, luego de tu tribu... no permitas que también te repudie tu propia especie. -El lobo levantó la mirada y le atravesó con sus pupilas azules y con su omega retorciéndose en su interior de miedo.

-No volveré a fallar -murmuró agachando la cabeza y mostrándole la nuca, donde se veía parte de su tatuaje, que consistía en tres espirales unidas.

Extendió una mano blanquecina tocando la más cercana al cuello, que empezó a enrojecerse y a extenderse por el resto del tatuaje, aunque la camiseta impedía que se viera. El moreno apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza, sintiendo dolor en todas sus terminaciones nerviosas. Gimió en voz baja y luego empezó a gritar con fuerza deseando en ese preciso momento desmayarse, pero el hombre que le tocaba el tatuaje se lo impedía.

Con un movimiento de la otra mano empujó el aire, provocando que el cuerpo del lobo saliera despedido para atrás y notara de repente blando en su espalda. Abrió los ojos y descubrió que estaba en su habitación. Sabía que no lo había soñado porque le dolía todo el cuerpo y su tatuaje le ardía en la espalda.

Resopló hondamente y se incorporó trabajosamente, notando sus músculos entumecidos. Oyó estruendo en el pasillo de su residencia y frunció el ceño. Tenía que integrarse y la fiesta de ese viernes era el momento perfecto, por lo que salió de la habitación y casi lo atropellan un par de chicas en bikini. Frunció más el ceño pero bajó las escaleras para encontrarse con un montón de gente bebiendo en lo que normalmente era el salón de su residencia.

Había mucha gente de otras residencias, ya que había localizado a la pantera hablando con un chico rubio alto, por lo que supuso que la fiesta era del campus entero. Vio que los ojos de la pantera se clavaban en él, por lo que le sonrió con chulería y fue hacia él.

-Hola -saludó el lobo al llegar junto a ambos. El rubio junto al otro metamorfo lo miró enarcando una ceja.

-Déjanos en paz -gruñó la pantera con mala cara.

-Soy Derek -dijo extendiéndole la mano y haciendo algo parecido a una sonrisa. Stiles lo miró con desconfianza pero el otro se la estrechó sonriente.

-Yo me llamo Isaac, y éste es Stiles. -El castaño le apretó la mano con fuerza, y Derek apretó los dientes. Ambos se separaron sintiendo una electricidad estática extraña en sus dedos.

-¿De qué residencia sois vosotros?

-Lo sabes perfectamente, perro -gruñó en voz inaudible para el oído humano, y el moreno sonrió ampliamente.

-De la beta, es menos famosa que la alfa pero... -comentó Isaac.

-Al menos no somos omegas, ¿no? -espetó Stiles sonriendo con crueldad al lobo.

-Quería hablar con él -dijo Derek señalando con la cabeza al castaño.

-No. -Su compañero de cuarto lo cogió del brazo y le hablo al oído.

-Para una vez que quieren ligar contigo tú tienes que comportarte como un borde...

-¡No quiere ligar conmigo! -dijo furioso apretando los puños.

-Ya claro... y yo soy el nuevo Papa, ¿sabes? ¿Qué problema tienes? ¿No es tu tipo? Joder Stiles soy hetero y hasta es mi tipo aunque tenga rabo.

-No se trata de eso, Isaac. Ese tío me odia.